Un estudio revela “múltiples formas de violencia sexual” en el ‘botellón’
La investigación, dirigida desde la Universidad de Granada, se centra en el ocio juvenil con entrevistas a jóvenes y adolescentes
Los jóvenes salen, beben y se divierten en los botellones. Hasta ahí nada nuevo. Lo que revela una investigación reciente, dirigida desde la Universidad de Granada (UGR), es que en estos espacios de ocio juvenil se dan “múltiples formas de violencia sexual” sobre las chicas que están normalizadas “en un contexto machista y patriarcal”.
De una parte, las participantes del estudio —que contó con entrevistas en profundidad a 10 chicas y 14 chicos de 16 y 22 años en mayo de 2017— se quejan de que las acosan mucho e intentan ligar con ellas de forma agresiva cuando están de fiesta. Es “ligoteo en plan de que hay que obligar a la chica a que esté con ese chico”, como decía una de las entrevistadas, Isabel, de 20 años. “Ella puede decir que no, ahora que el otro lo acepte es otra cosa”, según Patricia, de 17. “Son espacios donde existe mucha presión hacia la sexualidad”, explica Nuria Romo, investigadora de la UGR y responsable del trabajo, en el que participan el Centro de Investigación en Criminología de la Universidad de Castilla-La Mancha e investigadores de distintas disciplinas y universidades.
Un sitio de presión
“La presión está normalmente relacionada con el alcohol”, apunta Romo. Hay más chicas que chicos que participan y beben en los botellones y “lo que podría convertirse en un espacio de más libertad para ellas es un sitio de presión y de violencia de género”, reflexiona la investigadora. “Este tipo de conclusiones hay que señalarlas con mucho cuidado, porque el consumo de alcohol se sigue usando como estigma para las chicas. Se entiende que la que bebe es peor que el que bebe, que ellas son más ligables cuando están borrachas. Y se deja de lado que se trata de una conducta igual de tóxica para todos”.
Una encuesta reciente del Ministerio de Sanidad reflejaba, de hecho, que la mitad de los españoles considera que el alcohol es el causante de las violaciones. Este último informe añade que los espacios de ocio juveniles son también de vulnerabilidad “por el uso de las tecnologías”. Se graban y difunden imágenes y, de nuevo, las principales víctimas son las chicas. Los investigadores reclaman programas de prevención que incluyan los riesgos de violencia de género en estos espacios.
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