El Gobierno cesará a la responsable de dejar al exconseller Puig la sede de Cataluña en Bruselas
La delegación en la capital belga era la única de la Generalitat aún abierta pese a la intervención del 155
El Gobierno de Mariano Rajoy, que tiene intervenida desde hace seis meses la Generalitat de Cataluña tras aplicar el artículo 155 de la Constitución, ha abierto una investigación interna para depurar responsabilidades por la participación del exconseller catalán de Cultura Lluís Puig en la tarde de este miércoles en un acto que se organizó en la delegación de la Generalitat de Catalunya en Bruselas, la única sede de esa autonomía aún abierta en el exterior. Fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación confirmaron que en las próximas horas se tomarán medidas contra la persona responsable ahora en esa delegación y que su actitud "tendrá consecuencias". Otras fuentes auguran que la responsable ahora de esa oficina será cesada este jueves en cuanto sea localizada.
La delegación de la Generalitat de Cataluña en Bruselas no había comunicado a su interlocutor en el Ministerio de Exteriores la celebración de este acto a pesar de que la Consejería de Exteriores, de la que depende esa oficina, está sujeta a la intervención estatal en virtud del artículo 155 de la Constitución. En el acto al que acudió el exconseller de Cultura de Carles Puigdemont se presentó el libro Llibertat insubornable, sobre la biografía del escritor catalán Manuel de Pedrolo.
En el Ministerio de Exteriores intentaron tras conocer el sentido de la convocatoria localizar a la funcionaria catalana que está al frente de esa delegación desde octubre, cuando se intervino la Generalitat y se cesó a su delegado, Amadeu Altafar, pero no fue posible. La entonces número dos de esa delegación está de baja desde octubre y ahora la responsable es la que entonces estaba tercera en el escalafón y que ya había tenido algunas actuaciones que en el Ministerio se consideraron "desleales" y que la pusieron en el punto de mira.
De hecho, a finales de enero de 2018, el Ejecutivo central ya ordenó a los responsables de esa delegación que no permitiesen la entrada en la oficina del expresidente catalán Carles Puigdemont y de los exconsellers huidos entonces con él en Bélgica para reunirse con el presidente del Parlament, Roger Torrent. Esa oposición provocó que el presidente del Parlament y Puigdemont tuvieran que cambiar el lugar de su encuentro, que finalmente se produjo en la sede de la Alianza Libre Europa (EFA), una agrupación de partidos nacionalistas e independentistas europeos.
Puig y los otros dos exconsellers que permanecen en Bélgica --Meritxell Serret y Toni Comín-- han participado a primera hora de la mañana de este miércoles en una audiencia ante el tribunal belga que debe tomar una decisión en primera instancia sobre las órdenes de detención y entrega emitidas por el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena. La vista ha durado apenas 20 minutos y el juez ha decidido aplazar la comparecencia hasta el próximo 16 de mayo por el hecho de que la Fiscalía de Bruselas haya pedido más información a la Justicia española sobre el caso.
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