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Diputados de la lista de Puigdemont le piden que desbloquee la investidura

Junts per Catalunya evita proponer un nuevo candidato y dilata la elección de un nuevo 'president'

Reunión de Puigdemont con su grupo parlamentario en Berlín.
Reunión de Puigdemont con su grupo parlamentario en Berlín.HANNIBAL HANSCHKE (REUTERS)

Si antes del 22 de mayo no hay un Gobierno en Cataluña, el Parlament se disolverá y habrá nuevas elecciones. Junts per Catalunya, la formación del expresident Carles Puidgdemont, reafirmó ayer en una reunión en Berlín que su opción no es volver a las urnas. Sí lo es, según el diputado Eduard Pujol, “gestionar el tiempo de la manera más oportuna para poner más al Estado delante del espejo”. En el encuentro, Puigdemont se encontró con diputados críticos que le piden ya un Govern. Pero él insiste en dilatar la investidura para encajar otro acto de desafío al Estado, sin descartar proponerse de nuevo.

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Tras medio año de intervención por parte del Gobierno central y con solo 34 días de plazo para evitar repetir las elecciones, las voces que piden pisar el acelerador para recuperar el autogobierno suenan con más fuerza dentro de la llamada lista del president. Una tercera parte de los diputados de Junts per Catalunya son del PDeCAT, que públicamente ha pedido que se ponga en marcha un Ejecutivo en Cataluña de manera urgente. En su mayoría son alcaldes que ven cómo la aplicación del artículo 155 de la Constitución está retrasando proyectos vitales en sus municipios a un año de las elecciones locales.

Dentro de Junts per Catalunya —y del independentismo— existe un consenso general sobre la necesidad de escenificar lo que consideran la intervención antidemocrática del Estado. Pero la unidad sobre el momento indicado para activar el Govern no es tan grande. Desde las ejecutivas, tanto del PDeCAT como de Esquerra, los mensajes de la urgencia de tener un Gobierno son cada vez más nítidos.

Estas observaciones críticas, que ayer se volvieron a hacer oír, no han caído en saco roto. Aunque se imponga la tesis del núcleo duro de Puigdemont (que se sintió reforzado tras la manifestación del pasado domingo), la intervención de Pujol ayer dejó entrever que el expresident ha tomado nota de la preocupación. “Nos hemos ganado el derecho a gestionar el tiempo, siendo conscientes a la vez de que hay voces en Cataluña que piden Gobierno”, dijo.

“Sabemos que el calendario corre, pero no nos da miedo. Vamos a llegar a tiempo para formar un Gobierno”, auguró Pujol. Los planes del expresidente, a la espera de que la justicia alemana decida sobre su extradición a España, pasan por mantener el pulso con el Estado, algo que podría conducir a insistir con uno de los candidatos a president que ya se han propuesto. “No queremos apurar todos los plazos, pero sí queremos apurar todas las opciones”, dijo Pujol.

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El independentismo ya ha intentado investir al propio Puigdemont, al exconsejero Jordi Turull —ahora en prisión preventiva— y al exlíder de la Asamblea Nacional Catalana Jordi Sànchez —también en prisión— para presidir la Generalitat. La justicia ha bloqueado todos los intentos y desde el Gobierno se pide que se proponga a un candidato sin cargas judiciales. Pujol rechazó ayer que haya un nuevo nombre y dijo que se intentará jugar con las cartas que están sobre la mesa.

“La legitimidad del presidente de Cataluña [así se refiere a Puigdemont] está fuera de dudas”, indicó Pujol, dejando claro que, al menos de momento, el grupo se aferra a la candidatura del huido a Alemania, a la espera de que la justicia de ese país se pronuncie. “Tenemos suficiente margen para hacerlo bien”, agregó. En Junts per Catalunya creen que es posible que la justicia alemana no extradite a Puigdemont y prospere la reforma de la ley de presidencia, que permite la investidura telemática.

Pendientes de Alemania

También les da aire la reunión del presidente del Parlament, Roger Torrent, en Ginebra con una representante de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Sànchez está a la espera de que un comité de este organismo decida sobre su denuncia por la supuesta violación de sus derechos políticos.

La Fiscalía de Schleswig-Holstein, el land en el que fue detenido Puigdemont el 25 de marzo, debe aún enviar al tribunal superior regional su solicitud de extradición y los jueces alemanes deben, a partir de ahí, tomar una decisión. “Confiamos en la justicia alemana y en el equipo de abogados de Puigdemont. Estamos seguros de que va a terminar reconociéndose sus derechos políticos”, dijo el diputado Francesc de Dalmases.

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