La discreta huella de Gabriel en Ginebra
La exdiputada de la CUP cuenta con un abogado experto en extradiciones
Carles Puigdemont huyó el 30 de octubre de Barcelona y horas después ofreció, en Bruselas, una multitudinaria rueda de prensa para explicar su decisión de abandonar España. Cuatro meses después, Anna Gabriel también ha huido de la justicia española y está en la ciudad suiza de Ginebra. Pero ha optado por un perfil bajo. La exdiputada de la CUP ha evitado comparecencias públicas y ha concedido dos entrevistas a medios suizos y otra a TV-3, la televisión pública catalana.
Pese a que la CUP comparte con Junts per Catalunya el propósito de "internacionalizar" su plan independentista y enfrentarse al Estado, las estrategias en Bruselas y Ginebra parecen opuestas. Gabriel permanece en segundo plano, mientras un grupo de periodistas lleva días plantado ante el despacho del letrado Olivier Peter, a tiro de piedra de donde reside la infanta Cristina, sin éxito. Sin hacer ruido, Gabriel —que planea seguir con su tesis doctoral sobre derecho de autodeterminación o impartir clases de Derecho en Ginebra— se ha anotado dos tantos: la Oficina Federal de Suiza ha avanzado que es improbable que sea extraditada porque el suyo es, según considera, un delito de carácter político; y el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha evitado tramitar la solicitud de extradición.
Casi nadie sabe dónde vive Anna Gabriel, que sin embargo cuenta con el apoyo logístico de su abogado, pieza clave en la huida de la exdiputada. Peter está especializado en derecho penal, en extradiciones y en derechos humanos. Defendió en 2016 a la exconcejal de HB en Asteasu (Guipúzcoa) Nekane Txapartegi, acusada de colaboración con ETA. No logró frenar la extradición, aunque se muestra convencido de que con Gabriel sí lo lograría. "Por los delitos imputados y por la voluntad política detrás de la persecución, su extradición es imposible y debería ser inadmitida", ha declarado estos días.
Peter puede servir al propósito de la CUP de internacionalizar el procés porque ha lidiado con docenas de casos ante jurisdicciones internacionales como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
A diferencia de Puigdemont, que se ha convertido en un personaje conocido en Bélgica, Gabriel pasa inadvertida en una ciudad castigada por un frío atroz debido al viento helado que parece patinar por el Lago Leman. En Ginebra está también el Centro Catalán de Laussane y Ginebra, que agrupa a 200 personas. Su presidenta, Silvia Borja, afirma que reúnen a catalanes de diferentes ideologías y que no saben nada de Gabriel. Ahora, dice, están enfrascados organizando una calçotada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
- Anna Gabriel
- Tribunal Supremo
- Declaración Unilateral Independencia
- Ley Referéndum Cataluña
- Referéndum 1 de Octubre
- Legislación autonómica
- Tribunales
- Autodeterminación
- Referéndum
- Generalitat Cataluña
- Cataluña
- Poder judicial
- Gobierno autonómico
- Conflictos políticos
- Política autonómica
- Comunidades autónomas
- Elecciones
- Administración autonómica
- Legislación
- Justicia
- España
- Política
- Administración pública
- Procés Independentista Catalán
- Independentismo