Una ley para obligar a bares y restaurantes a dar un vaso de agua gratis
Córdoba se adelanta a la norma que exige ofrecer suministro público gratuito
Eau de garraffe no es la última marca de perfume para el día del padre sino algo más importante: es la denominación del agua de grifo que en Francia es obligatorio poner a disposición de los clientes de bares y restaurantes sin coste alguno. Andalucía debería empezar esta primavera a tramitar la ley que establecerá, entre otras, esta obligación. Mientras tanto, Córdoba se ha adelantado y ha comenzado a distribuir entre locales y usuarios botellas de diseño exclusivo para promover el consumo del agua de la red municipal frente a opciones embotelladas o de bebidas edulcoradas.
La capital cordobesa y los 28 núcleos que la rodean han abanderado, de la mano de la Asociación de Operadores Públicos (Aeopas), la iniciativa para recuperar el papel del agua de todos. Con esta campaña consiguen varios objetivos: garantizar el acceso de los vecinos a un recurso fundamental, favorecer su consumo frente al de bebidas comerciales y mejorar el medio ambiente al reducir, con las botellas reutilizables, la generación de residuos.
La ley andaluza que prevé medidas similares está aún en fase de anteproyecto y tiene como misión principal la promoción de una vida saludable y una alimentación equilibrada. Entre las iniciativas previstas se incluye el acceso gratuito al agua potable en los centros educativos, lugares públicos y centros de ocio infantil así como la obligación de que las empresas de restauración ofrezcan agua refrigerada gratuita.
Córdoba va por delante y ya aprobó en pleno un Pacto Social por el Agua que incluye el fomento del uso del agua de grifo y la creación y mejora de fuentes públicas. También ha organizado un concurso de diseño para los nuevos envases.
Esta corriente tiene sus precedentes internacionales en ciudades como Praga (República Checa), París (Francia) Miami, Nueva York o San Francisco, en Estados Unidos, Melbourne (Australia) o Quebec (Canadá).
Ginebra (Suiza) ha vendido miles de botella para rellenar con agua de grifo que han permitido emprender proyectos de cooperación en Nepal, Camerún y Kenia. En París, uno de los lugares más a la vanguardia de esta corriente, cuentan con envases diseñados por Pierre Cardin y se han convertido en un recuerdo más para turistas. En España, antes que Córdoba, algunas ciudades se sumaron a este movimiento. Como Pamplona o San Sebastián.
El agua de grifo tiene una excelente calidad en la mayoría de ciudades por el continuo y exhaustivo control de todos sus parámetros. Además, se distribuye con un modelo de abastecimiento ecológico que no necesita consumir combustibles fósiles ni generar envases que incrementen la contaminación. También contiene minerales beneficiosos para el organismo, no sufre por condiciones inadecuadas de almacenaje, no caduca, es más ecológica, genera menos residuos y es más económica.
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