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Gallardón reformará el Código Penal para castigar el antisemitismo

También agilizará la concesión de la nacionalidad a los sefardíes expulsados de España

Acto en el Senado donde se ha recordado a las víctimas de la barbarie nazi.
Acto en el Senado donde se ha recordado a las víctimas de la barbarie nazi.Espinosa (EFE)

Por fin, España se une a los países que castigan penalmente la apología y negación de los crímenes de genocidio, especialmente el Holocausto. Lo anunció este martes el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, en el acto oficial por la memoria de las víctimas del Holocausto celebrado en el Senado por segundo año. El ministro afirmó que España se encuentra “en un lugar avanzado en la lucha contra el antisemitismo”, pero lo cierto es que existen librerías vendiendo a la luz del día libros que predican el odio a los judíos y que niegan que existiera la matanza de millones de ellos a manos de los nazis en guetos y campos de concentración situados en varios países de Europa durante la última guerra mundial.

En el llamado Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la prevención de los crímenes contra la Humanidad, el Gobierno se ha comprometido a eliminar esas situaciones, avaladas hasta ahora por sentencias de los tribunales Supremo y Constitucional. La próxima reforma del Código Penal “contemplará como delitos” tales actividades, anunció Ruiz-Gallardón. También reconoció “dolor y vergüenza por la expulsión de los judíos españoles en 1492”, por orden de la reina Isabel la Católica. El ministro de Justicia expuso otra iniciativa de su ministerio: trabajar en un nuevo procedimiento para agilizar la concesión de la nacionalidad española a los sefardíes expulsados de España.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, presente también en el Senado, puso especial énfasis en la labor que algunos diplomáticos españoles hicieron durante los años del nazismo, arriesgando sus vidas para proteger y salvar a judíos “condenados a una muerte segura”. Su ministerio ordenará un trabajo de investigación sobre la labor de dichos diplomáticos para honrarles como se merecen.

El Día de la Memoria transcurrió en silencio, con cantos y violines, además de un emotivo encendido de velas en recuerdo de las víctimas del Holocausto. Isaac Querub, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, llamó la atención en su discurso sobre lo importante que es mantener viva esa memoria. “La negación de muchos de los derechos más elementales hacia el Estado de Israel por algunos sectores, supone una nueva y refinada forma de antisemitismo”, denunció. También tomó la palabra Antonio Vázquez, vicepresidente del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, en memoria de los más de 500.000 gitanos que perecieron durante el nazismo.

El Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la prevención de los crímenes contra la Humanidad se ha celebrado por segundo año consecutivo en el Senado, con gran solemnidad, aunque la fecha oficial es el próximo domingo, 27 de enero, día en que se conmemoran 68 años de la liberación del mayor campo de exterminio nazi: Auschwitz-Birkenau.

La jornada se completó en Casa América con diversos actos, en un seminario titulado ‘Hombres de razón, hombres de fe. Memorias de la resistencia civil ante la barbarie nazi’. La conferencia inaugural estuvo a cargo del filósofo Reyes Mate, uno de los intelectuales que mejor han reflexionado en España sobre el problema de la memoria y el olvido, también respecto a los crímenes de la dictadura franquista. Lo dejó bien claro ya en el título de su ponencia: “La memoria prohíbe guardar silencio, pero manda guardar al silencio”.

También hubo una mesa dedicada a los llamados “Justos de España”, es decir, los diplomáticos españoles que se jugaron la vida por salvar a muchos judíos de las garras del nazismo. Coordinó el debate Diego Caicedo, autor de una biografía del diplomático Luis Sanz Briz, que logró evitar la muerte segura de 5.000 personas desde la embajada de España en Budapest.

El seminario continúa hoy en Casa América con ponencias sobre memorias olvidadas, como la deportación de los judeo-españoles de Francia (a cargo de Jacobo Israel), y los testimonios de Mauricio Hazan, superviviente de Salónica salvado por una familia griega ortodoxa, y de Alain de Toledo, hijo de salvados por el cónsul español en París, Bernardo Rolland. Clausura el ciclo esta tarde Steven Katz, de la Universidad de Boston y asesor de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, a la que España se adhirió en 2008.

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