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Rajoy: “Merkel apoya nuestra política”

El presidente asegura a la canciller alemana que seguirá con sus duras reformas “Hollande no sabe cómo están los bancos españoles”, replica al mandatario francés Monti invita a Rajoy a una cita con Merkel y Hollande en junio en Roma

Merkel dialoga con Rajoy, junto a García-Margallo y Jorge Moragas, a bordo de un barco en Chicago. / FOTO: GUIDO BERGMANN (EFE)
Antonio Caño

El presidente Mariano Rajoy aseguró este domingo que la canciller alemana, Angela Merkel, apoya la política económica desarrollada por su Gobierno y comparte la necesidad de continuar con las reformas estructurales y el recorte del déficit presupuestario como la mejor plataforma para conseguir el crecimiento y la creación de empleo. “La apuesta sigue siendo el control del déficit público”, declaró Rajoy tras su reunión con la jefa del Gobierno alemán, que se celebró a bordo de uno de los barcos que transitan por el río que atraviesa la ciudad de Chicago.

“Vamos a seguir haciendo un esfuerzo para que en nuestro país las administraciones públicas no gasten más de lo que ingresan”, manifestó el presidente del Gobierno como resumen del mensaje que había transmitido a su colega alemana. “Vamos a continuar por ese camino para tratar de ser más competitivos y poder vender mejor nuestros productos afuera”, añadió.

Rajoy afirmó que Merkel se mostró “favorable a todas las reformas que se están haciendo en España, especialmente las que procuran la transparencia de nuestras entidades financieras”. Recordó que el Gobierno ha encargado dos auditorías independientes sobre el estado de la banca española y que en el plazo aproximado de un mes podrán conocerse los resultados y se podrá actuar con arreglo a la verdadera situación de los bancos. Rajoy recomendó medidas similares en otros países de la Unión Europea.

Desde su punto de vista, el debate actual entre austeridad o crecimiento “no tiene mucho sentido”, puesto que “para hablar de crecimiento es necesario primero contener el gasto”. “Control del gasto y reformas estructurales seguirán siendo la base de nuestra política”, dijo. “Eso nos llevará al crecimiento”, prometió.

El presidente del Gobierno anunció la celebración el próximo 6 de septiembre en España de una conferencia internacional de inversores, a la que asistirá Merkel, y en la que las autoridades españolas pretenden presentar los progresos hechos hasta la fecha y las oportunidades de negocio que se presentan en el futuro de nuestro país.

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Antes de dicha cita, Rajoy podría volver a encontrarse con Merkel el próximo mes de junio, dado que el primer ministro italiano, Mario Monti, lo invitó este domingo en Chicago a participar junto a la dirigente alemana y al presidente francés, François Hollande, en una cita que se celebrará en Roma para preparar un Consejo de Europa.

En su conversación con la canciller alemana, Rajoy defendió también, de acuerdo a sus propias palabras, la necesidad de “continuar a corto y medio plazo con el proceso de integración política y fiscal” en la Unión Europea, un objetivo que, según él, no se debería abandonar o postergar por las dificultades que en estos momentos atraviesan la mayor parte de los países europeos.

Horas antes del encuentro, Rajoy trató de rebajar las expectativas que este había despertado al manifestar que no tenía nada en particular que solicitarle a la canciller alemana y que la entrevista se había celebrado a petición de la propia Merkel. “Yo no voy a pedirle nada”, declaró el sábado. Su único propósito era, según dijo entonces, “reiterarle que España no va a gastar lo que no tiene” y que su Gobierno “tiene la voluntad de seguir haciendo las cosas bien y de seguir haciendo lo que España necesita”.

Puesto que, según la versión del Gobierno español, Merkel fue la promotora del encuentro, también fue ella quien eligió el marco: una paseo en barco por el río que cruza y une diferentes canales en la ciudad de Chicago. Aunque el recorrido está estos días suspendido para los turistas, por razones de seguridad, varios de los participantes en la cumbre de la OTAN han dedicado un rato a ese paseo para disfrutar mejor de las espectaculares vistas de esta hermosa ciudad.

Probablemente, los responsables alemanes entendieron que, en un momento de gran tensión sobre el futuro de Europa, especialmente en España, ese era el marco más adecuado para crear un clima de relajación e intimidad que permitiera una conversación más franca. Rajoy describió el paseo como “muy agradable”.

La conversación se produce, en todo caso, en un ambiente internacional más favorable. La cumbre del G-8 celebrada este mismo fin de semana en Camp David acordó que, en estos momentos, “es imperativo promover el crecimiento económico”. La austeridad no es ya la prioridad, de acuerdo a los dirigentes de las economías más desarrolladas del mundo.

Para que ese acuerdo fuera posible, fue necesario que Merkel suavizara considerablemente la posición que ha venido sosteniendo hasta ahora. La canciller alemana, tanto por razones internas como la presión de otros países, entre ellos Estados Unidos y Francia, parece ahora más inclinada a favorecer medidas de estímulo económico y menos exigente con la reducción drástica de los déficit presupuestarios.

Eso podría dejar un mayor espacio de maniobra a Rajoy para combinar las reformas que ha venido aplicando desde que llegó al Gobierno con iniciativas más visibles en el campo del crecimiento y la promoción de empleo. Aunque en su comparecencia de ayer, en la que no hubo lugar preguntas de los periodistas, descartó un cambio de orientación de su política, después de la reunión del G-8 dispone de mayores argumentos para hacerlo. Es previsible que el debate sostenido en Camp David se traslade, en alguna medida, al próximo Consejo europeo, que se celebrará el miércoles.

La de Merkel fue, además de la que tiene prevista con la primera ministra de Australia, Julia Gillard, la única entrevista bilateral de Rajoy durante su estancia en Chicago. El próximo lunes se reunirá en París, según anunció Rajoy, con el presidente francés, François Hollande, con quien el jefe del Gobierno español ha tenido un cruce de palabras sobre el futuro de la banca española.

Rajoy aseguró el sábado por la noche, al llegar a esta ciudad, que no sería necesaria la intervención del fondo de rescate europeo para salvar a las entidades financieras españolas, respondiendo al presidente francés, que un día antes había declarado lo contrario. “Hollande no sabe cómo están los bancos españoles”, manifestó el presidente del Gobierno.

El viernes, a una pregunta sobre su posición sobre la crisis bancaria española, Hollande había contestado a los periodistas: “Probablemente sería deseable tener una recapitalización, y probablemente sería necesario que esta recapitalización se hiciese a través de los mecanismos de solidaridad europea”.

El Gobierno español confía en que el informe de las auditorías solicitadas servirá para descartar esa posibilidad, así como realizar los cambios que sean precisos dentro del sistema financiero para reimpulsarlo con más firmeza.

Rajoy saludó ayer al presidente Obama en el inicio de la cumbre de la OTAN y dedicó el resto del día en Chicago a los debates en los que esta organización decide el final de la guerra de Afganistán, donde España contribuye con cerca de 1.600 soldados.

¿Monti y Hollande contra Merkel?

JUAN GÓMEZ | Berlín

El Gobierno alemán se prepara para una discusión complicada. La canciller Angela Merkel se reunirá en Roma antes de las legislativas francesas del 10 de junio con su homólogo italiano Mario Monti y con el presidente francés François Hollande. La invitación a Roma no se ha extendido al Gobierno español. El pulso estará servido ya antes, en la cumbre del crecimiento de este miércoles en Bruselas.

François Hollande anunció en Estados Unidos que insistirá en la emisión de deuda conjunta europea, los llamados eurobonos. Aseguró que no será “el único en proponerlos”. El primer ministro británico, David Cameron, también los defiende, pero se opone al impuesto a las transacciones financieras con el que Hollande y Merkel quieren recaudar fondos para combatir la crisis. La invitación a Roma se percibe en Alemania como un intento de Monti y Hollande para formar un contrapeso a la preponderancia de Angela Merkel en las negociaciones europeas.

Los medios hablan de un nuevo trío de cabeza europeo, Merkellonti. Se esperan sobresaltos en su gestación, porque el Gobierno alemán rechaza los eurobonos “en este punto de la crisis”. A juicio de sus dirigentes, será necesario ajustar antes las finanzas públicas y reducir las diferencias de competitividad entre los socios de la eurozona.

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