Mas anuncia un “enfrentamiento” por la Hacienda catalana

La consecución del pacto fiscal, o una financiación de Cataluña basada en el concierto económico, fue el gran reclamo electoral que llevó a Artur Mas a la presidencia de la Generalitat hace apenas un año y medio. Ese periodo de tiempo ha bastado para que tanto el presidente catalán como su partido, Convergència i Unió, lleguen a la conclusión de que no cabe esperar ningún acuerdo en ese sentido con el Gobierno de Mariano Rajoy. De ahí que Mas y su entorno estén trabajando ya en el próximo reclamo: la Hacienda propia de Cataluña, un organismo que recaudaría los impuestos de los catalanes sin pasar por la Agencia Tributaria.

Mas, que por ahora se niega a explicar cómo conseguirá implantar ese organismo, advirtió este miércoles en sede parlamentaria de que esa vía es “irrenunciable”. “Cataluña tendrá Hacienda propia por la vía del pacto o por la vía de la propia decisión”, dijo.

Mas admitió, en un intento de acercarse a Esquerra Republicana, que la suya es una vía rupturista, que en nada se parece a la política que había practicado históricamente Jordi Pujol al frente de la Generalitat. “Esto nunca se había planteado de esta manera por parte de ningún Gobierno de Cataluña. Será la primera vez que nos enfrentemos, que nos adentremos en un escenario desconocido. Habrá que hacer mucha piña dentro de Cataluña, dentro y fuera del Parlamento”, dijo, en un intento de llamar a rebato a todas las fuerzas nacionalistas.

Efectivamente, Convergència i Unió ya no confía en llegar a ningún acuerdo con el Gobierno central sobre una financiación de la Generalitat que implique sacar a Cataluña del grupo de autonomías de régimen común para acercarla al País Vasco o Navarra. Rajoy dejó claro esta misma semana que el pacto fiscal no es una opción en estos momentos, porque “solo repartiría miserias”.

Con todo, Artur Mas no desea ahora un enfrentamiento abierto con el Gobierno central, al menos mientras las finanzas de la Generalitat sigan en una situación tan dramática como la actual y continúe dependiendo de los anticipos y líneas de crédito que ofrece la Administración central. De hecho, Mas y Rajoy hablaron extensamente la semana pasada, durante la reunión del Banco Central Europeo en Barcelona, y podrían volver a reunirse en las próximas semanas para tratar de recortes y del pacto fiscal. Mas también tiene contactos regulares con la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, y ambos tienen programada una reunión formal para el 17 de mayo.

Mas también mantendrá el calendario previsto desde hace meses, en el que hay marcados dos momentos importantes. El primero, en julio, cuando el Parlamento catalán votará una propuesta de financiación catalana a la que Mas espera sumar al Partit dels Socialistes de Cataluya además de a Esquerra Republicana y a Iniciativa. Con esa propuesta en la mano, el presidente de la Generalitat espera reunirse con Rajoy para formalizar la petición. Eso sería en otoño. Sería en ese momento, si Rajoy rechazara formalmente el pacto fiscal, cuando entraría en juego la apuesta rupturista.

La duda de CiU en este punto sería si materializa su órdago y pone en marcha una agencia tributaria propia que recaude todos los impuestos o si opta por otra opción que ahora se adivina más probable: convocar elecciones anticipadas. La consecución de la Hacienda propia sería el principal reclamo de Mas en esos comicios, dado que difícilmente podría Convergència i Unió exhibir éxito alguno ni en el terreno económico ni en el social.