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Día Internacional de las Montañas
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Reconstruir un turismo más sostenible en las montañas para las personas y el planeta

Antes de la pandemia, el turismo de montaña representaba hasta una quinta parte del sector en todo el mundo. Para ayudar a que las regiones alpinas se recuperen de la crisis por la covid-19 es necesario adoptar nuevas medidas a corto y largo plazo

Edward, un guía de gorilas local y veterano del Departamento de Turismo de la Junta de Desarrollo de Ruanda en el Parque Nacional de los Volcanes, dando  instrucciones a los visitantes.
Edward, un guía de gorilas local y veterano del Departamento de Turismo de la Junta de Desarrollo de Ruanda en el Parque Nacional de los Volcanes, dando instrucciones a los visitantes.Steve Terrill / FAO

Las montañas del mundo llevan mucho tiempo atrayendo a visitantes por su belleza paisajística, sus oportunidades para la práctica deportiva y su rico patrimonio cultural. Para muchas comunidades de zonas rurales de altura, el turismo representa un salvavidas, ya que puede incrementar los ingresos familiares, mejorar las oportunidades de empleo y revitalizar las tradiciones locales. Esto reviste especial importancia si consideramos que uno de cada dos habitantes de zonas rurales de montaña en países en desarrollo está en riesgo de padecer hambre. Sin embargo, el turismo en zonas alpinas puede también suponer un costo.

Para muchas comunidades de zonas rurales de montaña, el turismo representa un salvavidas, ya que puede incrementar los ingresos familiares, mejorar las oportunidades de empleo y revitalizar las tradiciones locales

Si se gestiona mal, puede afectar negativamente a los frágiles ecosistemas montañosos, poner en peligro la biodiversidad, no garantizar que las poblaciones locales se beneficien de los ingresos o incluso amenazar la identidad de las propias comunidades.

La enfermedad por coronavirus ha afectado al sector turístico como un seísmo. Antes de la pandemia, el turismo de montaña representaba hasta una quinta parte del turismo en todo el planeta. En 2020, las cifras de visitantes internacionales disminuyeron un 74% a nivel mundial y los destinos de montaña que dependían de ellos sufrieron graves pérdidas económicas.

El estudio conjunto elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (OMT) y la Secretaría de la Alianza para las Montañas sugiere que la pandemia también nos ofrece la oportunidad de replantear este tipo de turismo. Para ayudar a que las regiones alpinas se recuperen de la crisis provocada por la covid-19 es necesario adoptar medidas a corto y más largo plazo que vayan más allá del sector turístico. Tenemos la responsabilidad urgente de restaurarlo de forma más sostenible y equitativa a fin de que este ofrezca beneficios futuros para sus habitantes y los de su entorno.

Las montañas tienen mucho más que ofrecer que deportes de nieve en invierno y senderismo en verano

Debemos actuar con prontitud. Numerosos gobiernos han respondido de manera rápida para apoyar la recuperación del turismo. La mayoría de los países han adoptado conjuntos de medidas de estímulo para toda la economía y de apoyo al empleo. Georgia, por ejemplo, anunció que se aplazaría el pago de los impuestos sobre la propiedad y la renta para las empresas del sector turístico y que los bancos reestructurarían las deudas de aquellas personas y empresas que trabajasen en dicho sector.

Asimismo, debemos transformar nuestros sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, mejoren los medios de vida y aseguren que las comunidades locales participen plenamente en el turismo de montaña y se beneficien de este. En particular, se debe innovar y diversificar los destinos para atraer nuevos mercados a medida que el sector va emergiendo de la sombra de la pandemia.

La creación de un destino turístico de montaña que se pueda disfrutar todo el año puede generar ingresos adicionales y resulta cada vez más esencial, pues los efectos de la crisis climática están reduciendo la duración de las temporadas de nieve. Las montañas tienen mucho más que ofrecer que deportes de nieve en invierno y senderismo en verano. Los emplazamientos arqueológicos, culturales y espirituales, los pueblos pintorescos, los baños termales, las especialidades y rutas gastronómicas y las especies poco comunes de animales y plantas representan oportunidades de diversificarlo.

La región de Cordillera en Filipinas es un buen ejemplo. El Ministerio de Turismo del país, la Secretaría de la Alianza para las Montañas y Slow Food pusieron en marcha un proyecto en la zona en 2018 para poner en contacto a proveedores de servicios turísticos con agricultores en pequeña escala, lo que ayudó a que los visitantes descubrieran productos de montaña de alta calidad como el arroz típico, aumentando a su vez los ingresos de dichas comunidades.

Al mismo tiempo, no podemos ignorar que probablemente el cambio climático aumente la frecuencia de las amenazas naturales como inundaciones y corrimientos de tierras. Fortalecer la capacidad de gestión de las crisis y las normas de salud y seguridad será fundamental para fomentar la resiliencia a largo plazo de las comunidades de las montañas y del sector turístico en estas zonas.

Además, en previsión del regreso de un gran número de visitantes a las montañas, se debe tener en consideración la reducción del impacto ambiental y la garantía de un turismo sostenible. Ello implica abordar el problema de la gran cantidad de plástico que genera el sector, lo cual perjudica a la salud de animales, seres humanos y ecosistemas. La reciente Mountain Waste Survey (Encuesta sobre residuos alpinos), apoyada por las Naciones Unidas, confirmó que se encuentran residuos de plásticos incluso en zonas remotas, como las cumbres del Himalaya. Es de suma importancia trabajar para eliminar los productos de plástico de un solo uso en el sector.

Por último, hemos de velar porque el turismo desempeñe una función clave en la valoración, el respeto y la protección del patrimonio natural y espiritual de las montañas así como de la diversidad cultural y las prácticas tradicionales de las comunidades de estos lugares. Tenemos la responsabilidad colectiva de elegir opciones de viaje éticas, esperar que los destinos de bienestar y empresas turísticas respeten el medio ambiente y exigirles responsabilidades si no lo hacen.

Tenemos la responsabilidad colectiva de elegir opciones de viaje éticas, esperar que los destinos de bienestar y empresas turísticas respeten el medio ambiente y exigirles responsabilidades si no lo hacen

El turismo de montaña sostenible es el tema del Día Internacional de las Montañas de este año, que se celebra anualmente el 11 de diciembre. Deberíamos conmemorarlo como recordatorio de que, para que este prospere, es necesario adoptar medidas urgentes que aseguren que nadie se queda atrás. Esto supone, más en concreto, apoyar a los grupos vulnerables, en particular mujeres, jóvenes y pueblos indígenas, que son los custodios de estos entornos majestuosos, pero frágiles, de los que todos nos beneficiamos.

La gestión sostenible de las montañas impulsará una mejor producción y nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos y contribuirá a la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

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