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Alcalde de Praia: “Es esencial para mi ciudad, mi país y para África que la gestión pública sea ética”

¿Qué supone ser responsable de una urbe africana? Francisco Carvalho, regidor de la capital de Cabo Verde, forma parte del Pacto de las Alcaldías subsaharianas, una red apoyada por la Cooperación Española y la Unión Europea a la que pertenecen casi 300 localidades para lidiar unidas contra el cambio climático

Francisco Carvalho, alcalde de Praia.
Francisco Carvalho, alcalde de Praia.Alfredo Caliz
Lola Huete Machado

El regidor de Praia, la capital de Cabo Verde y la ciudad más importante de la más grande de sus diez islas, Santiago, pertenece al llamado Pacto de las Alcaldías del África Subsahariana (CoM SSA). Esta es una red de urbes subsaharianas creada en 2015 y apoyada por la Unión Europea (UE) y las cooperaciones española y alemana, entre otros, que intenta impulsar la lucha contra el cambio climático y sus esfuerzos para garantizar el acceso a la energía limpia. A ella pertenecen actualmente casi 300 localidades del continente.

Y esa es la razón por las que se nos abren las puertas de la Cámara Municipal (el ayuntamiento) de Praia hasta llegar al despacho de su máximo representante, Francisco Carvalho (isla de Fogo, 51 años), en el barrio de Plateau, un edificio colonial de tonos soleados y atlánticos, matizado dentro por el blanco de las paredes y el azul nacional de la carpintería de puertas y ventanas. Se respira luz. Carvalho es un líder con ambiciones políticas (así lo asegura al final de la charla), con muchas posibilidades de llegar arriba, según unos, y un tanto aislado e incomprendido, según otros.

Él, afable, tranquilo, de charla gustosa, destila lucidez sobre la situación del mundo en general y de su país, en particular. Y deja caer cierta frustración ejecutiva, marcada quizá por su condición de profesor y sociólogo (“hasta durmiendo soy sociólogo”, dice) crecido en el exterior, en Portugal. “Yo soy investigador, veo la política de otra forma. La clase política debe estar cualificada, ser competente”.

Tareas no faltan. Cabo Verde, estado insular parte de la región de la Macaronesia, como Canarias o Azores, independizado de Portugal en 1975 y con democracia multipartidista desde 1991, no está libre de dificultades aunque solo sean las productivas (faltan alimentos), las medioambientales (no ha llovido en cuatro años), las logísticas o de transporte habituales, pero también de interrelaciones entre sus habitantes: el apenas medio millón de pobladores de Cabo Verde se distribuye en diez islas. A algunas solo se puede llegar por barco. Praia, con 150.000, es la ciudad más poblada.

España y Cabo Verde acaban de firmar en diciembre pasado un nuevo acuerdo de cooperación avanzada que abarca , hasta 2030, cuestiones como la igualdad de género, el crecimiento económico y la gestión sostenible del océano y profundiza y alarga en el tiempo una relación internacional que ya viene de años.

Praia, la capital de Cabo Verde.
Praia, la capital de Cabo Verde.Alfredo Cáliz

A Carvalho le preguntamos casi de sopetón que se defina con un ¿usted a qué partido pertenece y cuánto hace que es alcalde? Y él responde firme: “Yo soy de izquierdas, del PAICV. Un año y tres meses llevo aquí″. Luego la cuestión objetivo ¿en qué consiste el Pacto de Alcaldías y por qué es importante para Praia? “Creemos mucho en nuestra ciudad”, asegura sentado en la gran sala de reuniones del edificio, muy cercano a la residencia del presidente José María Pereira Neves. “Queremos que Praia esté incluida en las redes globales. No que esté aislada del mundo”. Para sus ciudadanos, asegura, representa una gran oportunidad para intercambiar experiencias y buenas prácticas con urbes de otros países. “Se dan dos dimensiones, el intercambio de conocimiento y la búsqueda de recursos humanos y financieros”, concreta.

Praia, cuenta, tiene los mismos grandes problemas que Cabo Verde en su conjunto: acceso a la vivienda, falta de agua corriente y de empleo, exceso de tráfico y polución o deterioro de la costa... “Estamos hablando de un país con muchos retos y Praia es parte del contexto. Problemas serios”. Y pasa a enumerarlos. Habitacional: hay quienes viven en barracas. De saneamiento: familias en las que la mujer es madre y padre al tiempo para sus hijos y no tiene cuarto de baño ni agua: “Una situación de indignidad humana”. Hay un enorme problema de sequía en Cabo Verde (”Estamos mejor gracias a las desalinizadoras como alternativa de consumo para las poblaciones”). De desempleo: jóvenes que ya han salido del sistema educativo, y no están realizando ninguna formación profesional ni superior y no trabajan: “Este grupo está creciendo”.

Eso en cuanto a lo social. Y luego está lo ambiental: “Aquí, en Praia, tenemos algún problema urbano en lo que se refiere al tráfico y otro muy grave de ocupación de la costa marítima, tenemos que encontrar el equilibrio entre la creación de infraestructuras en la costa y el cuidado de la naturaleza. No podemos pensar solamente en una cosa porque estamos hablando de desarrollo, de medio ambiente, y la perspectiva tiene que ser global”.

Pregunta: ¿Pero ocupación quiere decir que se está construyendo ilegalmente?

Respuesta: No, no ilegalmente [risas], legalmente. Es una decisión de la Administración. De vender toda el área. No tendría que poder ser porque la cornisa marítima es un bien público. La costa debe ser libre para todos. Pero eso está regulado por el Gobierno central. Y hay un instituto, el Instituto Marítimo Portuario que debería dialogar con la Cámara Municipal. Nosotros, antaño, éramos una ciudad más... hay una palabra caboverdiana, morabeza...

P. ... ¿hospitalidad? ¿Por qué lo dice?

R. Sí, porque es una hospitalidad profunda, significa tratar bien a quien llegue a tu casa, ciudad o país. Un ejemplo clásico: cuando llega un invitado, el dueño cede su propia cama. Comparte todo. Aquí en nuestro municipio y en Cabo Verde era así, pero comenzamos a perderlo, a haber inseguridad, robos... Es autóctono, hay que volver a tener morabeza. Lo conseguiremos al resolver los problemas mencionados.

¿Y desigualdad de género? No lo menciona. Pero en todo Cabo Verde hay solo una mujer alcaldesa, le decimos. Asiente. “Y ni siquiera fue elegida”, matiza. “Es en Santa Catalina, fue elegido un hombre para el cargo, pero falleció”. En el nivel municipal solo una mujer, pues, pero en el Parlamento hay nueve secretarias de Estado. Un gran desequilibrio en un país que cuenta con una Ley de Paridad y está mucho más avanzado que el común de los estados africanos. Y Carvalho explica que se respetó el máximo por sexos, 60%, y el mínimo, 40% en el proceso electoral. “Pero lo que la ley no dice es que las cabezas de lista también deban tener este equilibrio”. Y ahí se explica, sonríe.

Francisco Carvalho, alcalde de Praia, capital de Cabo Verde, en el salón de la Cámara Municipal.
Francisco Carvalho, alcalde de Praia, capital de Cabo Verde, en el salón de la Cámara Municipal. Alfredo Caliz

Praia ha crecido mucho en los últimos años. Hasta hace poco esta isla, Santiago, era la más desfavorecida, mientras otras, como Sal o Boa Vista, se desarrollaban impulsadas al calor del turismo y los grandes complejos hoteleros. Asegura Carvalho, que han puesto también, claro está, los ojos en el sector (y valores tiene Praia, especialmente con la cercanía de la histórica Cidade Velha) porque, con mayor número de habitantes, deben buscar múltiples opciones de desarrollo, diversificar, de lo contrario la gente marcha a la diáspora.

P. Cabo Verde tiene más población fuera que dentro...

R. Sí, hay grandes comunidades en Estados Unidos, y después Portugal, Francia, Holanda... También en África, en Senegal y en Angola, Santo Tomé y Príncipe, Guinea-Bissau

P. Se marchan por la falta de empleo y de opciones de educación... ? ¿Cuántas universidades hay en el país? ¿En Praia?

R. En este momento hay 11 universidades. Pero se ha de repensar el sistema porque 11 para un país tan pequeño y con una capacidad financiera tan escasa... Sería mejor concentrar y profundizar en calidad para ser relevantes. Creo que las universidades en Cabo Verde no participan en la vida pública, no tenemos críticos que salgan de ellas, que debatan, sean activos en los periódicos, que asuman un papel de intelectuales... Las universidades son solo un espacio para dar y recibir clases y eso está muy lejos de contribuir al desarrollo. Antes solo había una pública, la Universidad de Cabo Verde, en Praia, y ya está creada una segunda, que es la Universidad Técnica del Atlántico, en Mindelo, isla de San Vicente, para asuntos marítimos. Y va a haber un instituto para aviación y también turismo.

P. ¿Hay sintonía entre los partidos políticos para abordar los problemas del país, que son los que tiene Praia también o se pierde mucha energía en enfrentamientos?

R. Se pierde demasiada energía. Porque aquí hay un problema de calidad.

P. ¿De calidad?

R. Sí, de excelencia. La clase política caboverdiana tiene un gran desafío: mejorar su competencia y conocimiento científico como bases fundamentales de la toma de decisiones. Es esencial que los valores éticos y morales prevalezcan en la gestión pública, es fundamental. Para mi ciudad, mi país y para África en general. No podemos continuar con una clase política que decide sin coherencia, no podemos porque, si no, nunca seremos un país desarrollado.

P. ¿Quiere decir que hay cargos políticos sin formación?

R. Sin ninguna duda, no tengo ningún problema en decir esto, siempre fui muy crítico. Yo antes era profesor de enseñanza secundaria y después continué con mi formación en Portugal... Mi sueño era ser profesor universitario y lo alcancé en la universidad de Cabo Verde, pero el ambiente que encontré no era uno productor de conocimiento, todo lo contrario, un ambiente de silencio, de censura, sí. Por ejemplo, yo creía que no tenía sentido que, en una universidad pública, una cuestión básica como la de la diáspora no fuese un tema central. Entonces di la batalla para que lo fuera. Conseguí impulsar un Observatorio de las Migraciones. Luego me invitaron a ser asesor de un ministro en ese área y lo acepté. Continué como director general y en 2016 perdimos las elecciones. Pasé de 2016 a 2021 en lo que aquí llamamos prateleira.

P. ¿Cómo?

R. En la estantería. Me pasé cinco años sin hacer nada, quedé apartado.

Cambio de guardia en el palacio presidencial en la zona de Plateau, Praia, la capital de Cabo Verde.
Cambio de guardia en el palacio presidencial en la zona de Plateau, Praia, la capital de Cabo Verde.Alfredo Cáliz

P. ¿Hacia dónde miran los políticos de Cabo Verde? ¿A Francia, Portugal, Senegal..?

R. Creo que aquí no hay búsqueda de inspiración. Portugal está muy cerca de Cabo Verde, sí. Fuimos colonia, así que, históricamente, allí hay un gran comunidad caboverdiana, y además de un mismo idioma, hay mucha proximidad.

P. Y para usted, ¿dónde está la inspiración?

R. Yo busco la coherencia política, la transparencia en la gestión, la igualdad en el acceso, un tratamiento igualitario y un respeto por los bienes públicos, una buena gestión pública. Son valores universales que son válidos en todos los países y para el mundo.... La transparencia, la buena gestión y el ahorro. Los gobernantes no pueden gastar en un país pobre. Los políticos se tienen que adaptar a la realidad. No tiene sentido, por ejemplo, viajar en primera clase...

P. ¿Se presentará a las próximas elecciones?

R. Sí [risas]. Estamos trabajando en ello. En transparencia, sobre todo. Estamos creando estructuras aquí en la Cámara Municipal para tener una gestión transparente. Cuando llegamos fuimos a buscar a jóvenes técnicos de otras instituciones, con mucha experiencia para poder lograrlo. También pensamos en las áreas fundamentales: respuestas para el tema de la vivienda. Hay un proyecto que implantó el Gobierno del PAICV que es el proyecto “Casa para todos” y queremos tenerlo aquí. Queremos crear espacios verdes en la ciudad y plantar árboles frutales, apostar por energías renovables y limpias, tal como se recoge en el Pacto de Alcaldías.

P. ¿Aquí se aplica la Agenda 2030?

R. Cabo Verde siempre estuvo muy atento a las grandes líneas de orientación a nivel internacional, muy cerca de las Naciones Unidas. Cabo Verde creció de la cooperación internacional. Aquí, en la Cámara Municipal, tenemos que interiorizar la Agenda también para poder implantarla de la mejor manera posible, pero antes debíamos entender mejor la propia Cámara Municipal para poder dar esos pasos.

P. ¿Qué proyectos concretos hay de la cooperación internacional aquí en Praia?

R. Este Pacto de Alcaldías es un proyecto muy importante para poner en marcha iniciativas urbanas, como iluminar edificios públicos con energía solar. Tendremos una cartera de 40 proyectos en busca de financiación. Además, otro con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que comenzará en abril para apoyar a los inmigrantes en esta fase poscovid, en su recuperación económica. Y con España uno en el área de residuos sólidos y saneamiento. Un municipio español consiguió financiación en la Unión Europea para ayudar a Accra (Ghana) a mejorar el sistema de recogida de residuos y Praia entra como socio para compartir las buenas prácticas. Vamos a resolver el problema definitivamente, para dejar de tener los contenedores llenos de basura.

Escena de costa en Praia, la capital de Cabo Verde.
Escena de costa en Praia, la capital de Cabo Verde.Alfredo Cáliz

P. Se dice que el turismo es una gran vía de desarrollo, pero en algunas de las islas, Sal o Boa Vista, hay hoteles de miles de habitaciones. ¿Eso es sostenible?

R. No. el turismo en Cabo Verde comenzó mal. Las propuestas de construcción de complejos hoteleros se vieron como promesas de empleo. Pero se debería haber mirado lo sucedido en otras partes del mundo, otras experiencias e impactos del turismo en otros contextos.

P. Por ejemplo, en España…

R. ¡Canarias! Todo el mundo conoce el ejemplo de las Canarias. En aquel momento fue una mala decisión. Hoy en día es fácil verlo así, claro. Es fácil mirar al pasado y criticar. Yo no querría haberla tomado. ¿Por qué? Porque suele tratarse de grandes hoteles con bajos salarios. Y esto no reduce la pobreza. Los salarios bajos perpetúan el círculo de la pobreza. Eran castillos en el aire. No es sostenible y sería fundamental que fuésemos conscientes y comenzásemos a apostar por otro tipo de turismo... Hay un proyecto para un hotel grande en Praia también. En Palmarés. Y otros para construirlos dentro del mar, se prolonga el espigón y se edifica... (una empresa china lo ha hecho para instalar uno con casino, de momento, parado)

P. Pero, eso es bueno para Praia, ¿no?

R. Sí, pero mi opinión es que debe hacerse de una forma equilibrada, ambiental y social. La idea de que es mejor tener un empleo mal pagado que no tenerlo no tiene sentido, porque a largo plazo provoca efectos sociales desastrosos. Los salarios bajos funcionan como una bomba de relojería con el tiempo. Entre todos, lo privado, lo público, lo académico, el activismo..., tenemos que ser capaces de construir una sociedad mejor.

P. Cabo Verde carece de infraestructuras sanitarias, hay un único hospital público, ¿cómo funcionó el sistema de salud en Praia con la pandemia de la covid-19?

R. Aguantó, gracias a Dios. Hay factores que influyeron en la evolución de la pandemia en África que los científicos aún no explicaron ... y que contribuyeron, creo, a que la situación no fuera tan grave. Nuestra capacidad de respuesta sanitaria es muy frágil, sí, pero aquí la gente está vacunada de malaria, tuberculosis, fiebre amarilla... Tienen esas vacunas y se adaptan en términos inmunológicos, pero también hasta psicológicos, porque la vida del caboverdiano es dura todos los días. Hay un poeta, Ovídio Martins que afirma: “Las cabras nos enseñaron a comer piedras para no perecer”. Falta de agua, falta de lluvia, falta de todo todo el tiempo. Esto acaba por marcarte. De ahí ese sueño de salir del país, migrar para ir en busca de mejores condiciones de vida.

El alcalde de Praia, Francisco Carvalho, posa con su equipo.
El alcalde de Praia, Francisco Carvalho, posa con su equipo.Alfredo Caliz

P. ¿Tiene aspiraciones políticas más allá de la alcaldía?

R. [Sonríe] Siento que tengo que asumir mis responsabilidades históricas. Tengo ese deber, porque tengo una idea clara de lo que debe ser el comportamiento del político en estos tiempos y en este país y en esta sociedad. Creo en una nueva forma de hacer política, con seriedad, con transparencia, con rigor, con honestidad, con igualdad de oportunidades. No estoy contento con algunas cosas. Y quiero cambiarlas. Yo estudié con una beca del Gobierno, con dinero público, tengo el deber de retribuirlo.

P. ¿Es optimista respecto al futuro de Cabo Verde?

R. Muy optimista.

P. ¿Y respecto al futuro de África?

R. Muy optimista. Porque en este momento estamos desarrollando relaciones fuertes entre países africanos. Por ejemplo, en octubre tendremos, aquí en Praia, la Cumbre Empresarial de África. Hace ya nueve años que se celebra en África del Sur. Nunca había salido de allí y ahora viene aquí por tres años. Es una señal de cambio, con Camerún, Ghana, Senegal, Costa de Marfil y Angola vamos a tender puentes y a establecer alianzas de negocios con capitales de esos países. Vamos a apostar de forma muy contundente por el continente africano.

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Sobre la firma

Lola Huete Machado
Jefa de Sección de Planeta Futuro/EL PAÍS, la sección sobre desarrollo humano, pobreza y desigualdad creada en 2014. Reportera del diario desde 1993, desarrolló su carrera en Tentaciones y El País Semanal, con foco siempre en temas sociales. En 2011 funda su blog África no es un país. Fue profesora de reportajes del Máster de Periodismo UAM/El País

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