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Cartas al Director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Cuando comprar un yogur se convierte en un lujo

Los lectores y las lectoras escriben sobre el encarecimiento de la cesta de la compra, enseñar el franquismo en las aulas, y la distinción del Toisón de Oro

Cesta de la compra

Me he dado cuenta de que últimamente no hago la compra según lo que necesito o me apetece comer ese día. Si quiero kétchup, lo compro, claro. Pero me refiero a los ingredientes de verdad, los que forman los platos. Y la razón es sencilla, aunque un poco inquietante: solo, o casi solo, compro productos rebajados por fecha de caducidad próxima. Y claro, yo no decido qué cosas y cuándo se ponen malas. Hoy me ha dado un pequeño golpe de realidad cuando he visto que toda mi compra llevaba la pegatina amarilla del 50%. Ese momento en el que entiendes que el supermercado decide por ti si quieres llegar al final de mes con tus 1.300 euros de sueldo y 25 años. Que sí, que compro el kéfir a 1,07 euros rebajado y luego me casco cuatro vermuts el domingo a 3,50 euros. Me da igual. Cada uno con sus vicios. Pero me hace gracia —y un poco de rabia— tener que ir al céntimo en la compra para poder permitirnos nuestros pequeños “caprichos”. Cuidado, un yogur. Y luego están los trucos de supervivencia al comprar que son otro rollo: la frutería cerca de la oficina, que rota entre calabacines, berenjenas o acelgas a 0,99 euros el kilo. Pequeñas estrategias para estirar el dinero. Porque sobrevivir a base de descuentos no es solo una estrategia económica, sino un síntoma de época.

Mar Barranco Clemente. Madrid

Contar nuestra historia por el final

Cuando Franco murió yo tenía siete años. No me acuerdo ni de aquel día ni de los anteriores. Pero sí me acuerdo de no haber estudiado nunca en el colegio y tampoco en el instituto, (nunca daba tiempo, lamentaban los profesores), ni su figura, ni su régimen criminal. En cambio, sí recuerdo, casi con detalle, haber profundizado en otros periodos históricos, no digo que menos relevantes, pero sí de menor interés para unos jóvenes en ebullición recién entrados en la libertad y sin ninguna gana de volver a perderla. No digo que no debamos conocer nuestros orígenes más remotos, pero escarbar más en las cuevas de Altamira que en la caverna reciente me parece un agravio desproporcionado y un error colosal. Lo impresionante es que, pasados 50 años de aquella etapa oscura, el apoyo a la extrema derecha crece entre nuestros jóvenes. Y siento miedo, rabia y pena, porque tal inclinación solo puede responder a una ignorancia supina e imperdonable que espero no nos haga tropezar en el fascismo de antaño. ¿Cómo evitarlo? Empezar a contar nuestra historia por el final quizás ayudara a nuestros jóvenes a ser más conscientes del privilegio de vivir en libertad.

Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño

El Toisón de Oro

Recientemente, se ha concedido el Toisón de Oro a distintas personalidades, entre las que se encuentran la Reina Sofía, o los padres de la Constitución. Creo que se debería retirar esta distinción cuando una de las personas que lo haya recibido cometa un delito doloso. Entre ellos, se encuentra el rey emérito y el expresidente francés Nicolas Sarkozy. El primero no ha podido ser juzgado, pero parece claro que su conducta no ha sido ejemplar y por eso vive en la isla privada de Nurai, en Abu Dabi, donde tiene su residencia fiscal. El segundo ha sido condenado y encarcelado. ¿Se les va a retirar esta distinción para mantener el prestigio de la misma?

Alejandro Fernández Fernández. Madrid

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