_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

En defensa de Ayuso

Critico y criticaré a la presidenta madrileña, pero no por su físico. Exactamente igual que a Lalachus. Esto no va de ser facha o progre; va de no escarnecer el cuerpo de las mujeres

Ayuso, el día 6 en el Congreso durante el acto institucional por el Día de la Constitución.
Ayuso, el día 6 en el Congreso durante el acto institucional por el Día de la Constitución.EDUARDO PARRA (Europa Press)
Luz Sánchez-Mellado

Fui una niña regordeta, con cara de torta, cintura de barrilete y muslos siameses. De año en año, cuando íbamos a la feria del pueblo de mi padre, mis tías abuelas me hacían corro y piaban a la pollita: “Ay, hermosa, cuánto has crecío, da gusto lo lustrosa que te crías”, y yo no sabía si quería morirme o asesinarlas, o si me mortificaba más lo de lustrosa o lo de hermosa o ese crecío que sonaba tan cateto a mis soberbios oídos de niñata empollona. Luego crecí y adelgacé y engordé y pasaron por mí dietas, embarazos, subibajas en el ánimo y en la báscula hasta derivar en la penúltima de mis debacles: la de la menopausia. Pues bien: en todas esas etapas, siempre hubo algún alma caritativa interesada en señalarme mis sobras y mis faltas, como si una no tuviera espejo en casa. Cuento esto que, seguro, le ha pasado al 99% de mis congéneres para ilustrar la inseguridad que puede producir la opinión no solicitada de los demás sobre nuestros cuerpos y, también, para que se entienda este manifiesto.

La irrupción de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, en el homenaje a la Constitución con un ceñido vestido de seda rojo que ponía de relieve sus formas provocó el otro día que hombres, y, sobre todo, mujeres autodenominadas feministas de izquierdas que ni eran sus tías abuelas ni le tocaban nada, la pusieran a parir en las redes a costa de su físico.

Sin ser santa de mi devoción, tengo que salir en defensa de Ayuso. Hay docenas de motivos por los que criticarla implacablemente. Por su política de desmantelamiento de lo público. Por su prepotencia y su falta de compasión con el prójimo. Por su victimismo de virgen y mártir mientras crucifica al adversario. Por su afán de ser la niña en el bautizo, la novia en la boda y la viuda en el entierro. Por todo eso y, sí, también por lo apropiado o inapropiado de su atuendo, critico y criticaré a Ayuso. Pero no por su cuerpo. Exactamente igual que a la cómica Lalachus, por cierto, lapidada por su físico por los mismos que defienden que no se haga con Ayuso, y viceversa. No. Esto no va de ser facha o progre, de izquierdas o derechas, de Motos o Broncano. Va de no hacer escarnio con el cuerpo de las mujeres. Ya sé que algunos hombres, como David Bustamante o Ibai Llanos, también han sido carne de cañón sobre sus hechuras, bien que lo siento. Bienvenidos al club, queridos, pero idos poniendo a la cola. En eso, como en tantos otros agravios, las señoras os llevamos dos milenios de desventaja.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_