_
_
_
_
editorial
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cambio de guardia en la OTAN

El holandés Mark Rutte deberá emplear su liderazgo en la Alianza Atlántica para garantizar la cohesión interna

El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, participa en una rueda de prensa junto al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este jueves en Kiev.
El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, participa en una rueda de prensa junto al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este jueves en Kiev.Valentyn Ogirenko (REUTERS)
El País

Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos durante 13 años, ha empezado esta semana su mandato como secretario general de la OTAN, cargo que hasta ahora ocupaba el noruego Jens Stoltenberg. Y lo ha hecho en un momento de máxima tensión en Europa y Oriente Próximo, y en plena ebullición de la Alianza tras la incorporación de las hasta ahora neutrales Finlandia y Suecia, a las que pronto podría sumarse Ucrania.

Conservador en seguridad y partidario del rigor presupuestario pero liberal en cuestiones sociales, Rutte es ante todo un político flexible y hábil en la creación de consensos, como es propio en la tradición de un país de parlamento históricamente fragmentado. Estas habilidades deberán servirle ahora para mantener la cohesión entre socios atlánticos muy distanciados respecto a cuestiones clave como la ayuda a Kiev o a la guerra desplegada por Israel en el Mediterráneo Oriental.

El principal desafío que se le presenta al nuevo secretario general radica en reforzar el lazo transatlántico, la relación fundacional entre los aliados sobre la que Donald Trump ha expresado dudas preocupantes. Como jefe de gobierno neerlandés, Rutte ha sabido entenderse bien con el expresidente estadounidense, a quien elogió en su primera conferencia de prensa a cuenta de dos ideas sobre la OTAN: su demanda de mayor aportación financiera por parte de los socios y la atención al peligro que significa China.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Como en todos los europeos, a excepción del húngaro Viktor Orbán, hay pocas dudas sobre su sintonía con Kamala Harris, pero Rutte sabe que el republicano puede ser también el interlocutor con el que habrá que tratar si gana las elecciones dentro de un mes. Sus demandas de mayor gasto de defensa, sin embargo, no van precisamente en la dirección deseada por Trump, que contempla la OTAN como un acuerdo transaccional en el que los europeos deben pagar los servicios de seguridad prestados por la primera superpotencia, a riesgo si no lo hacen de verse entregados a las ambiciones expansionistas de su vecino más beligerante: Rusia.

Las primeras declaraciones de Rutte han servido para reclamar mayores inversiones en defensa con capacidades de producción de munición, interoperatividad de los ejércitos, desaparición de las duplicidades y una distribución equitativa de las cargas, además de una buena coordinación con una Unión Europea dotada de mayores capacidades militares. No en vano acaba de dotarse por vez primera de la figura de un comisario de Defensa.

Respecto a la guerra de Ucrania, la OTAN no cambiará en su apuesta. Para Rutte, la solidaridad con Kiev “es una inversión en la propia seguridad”, hasta el punto de que, con razón, sostiene que los costes que hay que arrostrar ahora serán siempre menores a los que supondría que Putin consiguiera salirse con la suya.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_