La urgencia de no podar los árboles
Los lectores escriben sobre la importancia de cuidar el arbolado urbano, las condiciones de los investigadores, la sequía, la canción que llevará España a Eurovisión y el uso de la palabra “terrorismo”
Cuanto mayor es la copa de un árbol, y mayor su densidad de hojas, más bajan las temperaturas a su alrededor. Desgraciadamente, los ayuntamientos de nuestro país han sentido una gran afición a la poda excesiva e innecesaria de los árboles. ¡Qué pocos ejemplares han dejado crecer en paz, qué pocos son los lugares donde gozar de una buena sombra! En una situación climática casi apocalíptica para el planeta y sus habitantes, batiendo récords de temperaturas, ha llegado el momento de que nuestros gobernantes conozcan que el único aparato capaz de filtrar el CO2 que envenena el aire y refrigerar nuestras calles tórridas son las vilipendiadas hojas durante la fotosíntesis. Es urgente una ley que proteja las copas de nuestro escaso arbolado, de lo contrario moriremos abrasados sobre el asfalto.
Lola Arpa Vilallonga. Peratallada (Girona)
¡Ay, la ciencia!
Resulta que los investigadores jóvenes presentamos, según un artículo que publicó Nature, seis veces más de probabilidades de tener ansiedad o depresión que la población general y unas jornadas que pueden llegar a las 60 horas semanales no remuneradas. Pero claro, no nos podemos quejar: los huesos duros de roer nos dirán que somos la generación de cristal y que la ciencia es una vocación. Si en otros trabajos nos atrevemos a llamarlo explotación laboral, ¿por qué no en la ciencia? ¿Cambiaremos este paradigma, o simplemente la abandonaremos con las ilusiones minadas?
Álvaro Ruiz García. Madrid
¡Que viene el lobo!
La Junta de Andalucía ha avisado de que si la situación no mejora (y todo parece indicar que no lo hará) se traerá agua a la Costa del Sol en barcos desde Murcia. El lobo ya asoma su hocico: comienzan las restricciones de consumo de agua. El eslogan Costa del Sol-Costa del Golf será difícil de mantener. Las medidas de restricción afectan a los 109 campos de golf de Andalucía, la mayoría de ellos en la provincia de Málaga.
Francisco Javier Pérez Ortega. Torremolinos (Málaga)
La canción ‘Zorra’
A mí, de la música, siempre me ha importado la música. Ahora, con Zorra, oscilo entre la satisfacción de constatar que la gente hace y dice lo que quiere, y el desconcierto que me produce que haya quienes necesiten incorporar la palabra zorra al vocabulario cotidiano como si tuviéramos que mirarnos en el espejo de los otros, los que quieren insultar y censurar, para saber quiénes somos. Yo, desde luego, reivindico otras palabras para afirmar mi dignidad y mi fuerza: libre, independiente, dueña, festiva, capaz, crítica…
Marta Blanco Martínez. Las Palmas de Gran Canaria
Los límites de la palabra terrorismo
Hasta hace poco sabía, o creía saber, qué era y qué no era terrorismo. Pero de un tiempo a esta parte ando algo y confuso y ya no sé si el bloqueo del puerto de Málaga por parte de 200 tractoristas o la paralización de las carreteras por centenares de ellos cabe o no dentro de esa figura criminal. ¡Qué sabe nadie!
Juan José Romera López. Pizarra (Málaga)
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