Un guiño a la profesión del doblaje
Los lectores escriben sobre el homenaje de Sigourney Weaver en los Goya a la actriz que la dobla en español, la muerte de una niña palestina mientras pedía ayuda, las agresiones a varias mujeres en Barcelona, la última columna de Muñoz Molina y el fanatismo en política
Ver a Sigourney Weaver agradecer a la actriz española María Luísa Solá por haberle prestado su voz durante 30 años, ha sido para mí de los momentos más bonitos de los Goya y un guiño a la profesión del doblaje español, llena de actores y actrices magníficos. Vale la pena resaltar que, siendo muchas veces minusvalorados, los dobladores han acercado el cine internacional a muchísimas personas, que siempre estarán en deuda con ellos. Esto debería hacernos reflexionar sobre la creación de una categoría específica en los Goya para estos profesionales. Aprovecho para transmitir mi agradecimiento a todos ellos.
Demetrio Carriedo González. Getafe (Madrid)
Horror
Sí, un horror indescriptible me ha producido la noticia de este domingo en EL PAÍS, no por novedosa, sí por las circunstancias que la envuelven, dramáticas como todas las que provienen de esa guerra, si se puede llamar guerra a la masacre indiscriminada del pueblo palestino. Una niña de cinco años llamando por el móvil desde un coche, que ha sido ametrallado, rodeada de toda su familia muerta, pidiendo desesperadamente ayuda, que por desgracia no pudo llegar a tiempo... Pueden ustedes imaginar a alguien de su familia, una hija, una nieta, en semejantes circunstancias. Un escalofrío me ha recorrido el cuerpo tratando de entender en nombre de qué Dios se puede atribuir la justicia a tales actos.
José María Berzal Gallego. Madrid
Intolerante
La serie de agresiones selectivas contra mujeres en el metro de Barcelona es atroz e indignante. La premeditación y brutalidad del atacante, quien golpeó sin piedad a varias víctimas inocentes, refleja un desprecio flagrante hacia la seguridad y dignidad de las mujeres. Aunque el agresor tiene antecedentes delictivos, fue liberado tras el ataque: una afrenta a la justicia y a la protección de las víctimas que fue reparada con su posterior detención. Es imperativo que la sociedad y las autoridades denuncien y castiguen estos actos de odio y violencia de género de manera contundente. La impunidad no puede ser tolerada.
Arnau Saez Vila. Barcelona
Sociedad desahuciada
Cuando la injusticia es tan palmaria, quedan pocas salidas. Chillar de impotencia o mirar para otro lado. Pero para eso se inventó el arte, para dar cauce a las emociones. Por ello le agradezco tanto a Antonio Muñoz Molina que escriba lo que tantos sentimos y ponga el foco de su palabra exacta en la más inhumana realidad: los hechos que exhiben en carne viva la desigualdad social que soportamos con indiferencia y resignación. El desahucio de una anciana por deber 88 euros, frente a los beneficios desorbitados de la banca.
Luis de Luxán Meléndez. Porrúa (Llanes)
Fanáticos
Solemos considerar fanáticos a los terroristas que, mal entendida su religión, combaten a los “infieles”. Pero también los hay en la política. Si uno no es un fanático de unas ideas concretas significa ser, hasta cierto punto y de alguna manera, un traidor a ojos del fanático. Con lo que la convivencia se resume en callar, o se hace imposible.
María Jesús Pisón Zanetti. Madrid
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