Oportunismo político y salud

En las decisiones sobre salud deberían prevalecer únicamente criterios técnicos basados en la evidencia científica. Cuando intervienen elementos de oportunismo político, se genera una distorsión que puede ser muy peligrosa. Eso es lo que ocurre desde hace tiempo en el Consejo Interterritorial de Salud, donde cada vez resulta más difícil alcanzar acuerdos incluso cuando, como ocurre ahora, existe un amplio consenso científico sobre las medidas a tomar. El Ministerio de Sanidad propuso este lunes extender a toda España la obligatoriedad de las mascarillas que ya han adoptado seis comunidades gobernadas por distintos partidos (Valencia, Cataluña, Murcia, Aragón, Canarias y Asturias). El objetivo es frenar la propagación de la gripe y otros virus que están saturando desde finales de diciembre los centros sanitarios. Pero un importante número de comunidades, en su mayoría gobernadas por el PP, rechazó la idea de que la medida se aplique de forma homogénea en toda España. Es un despropósito que algo que no tiene coste para el sistema, y cuyos beneficios son incuestionables, no haya podido prosperar por acuerdo. Finalmente, Sanidad lo impondrá.

Como ya se demostró en la pandemia de la covid-19, la mascarilla es una herramienta eficaz para frenar la expansión de los virus y evitar contagios. Rechazar la obligatoriedad de usarla en centros sanitarios, sin que se hayan esgrimido razones convincentes de carácter sanitario, solo puede obedecer a un intento de boicotear al ministerio en su labor de coordinación de la respuesta ante las crisis sanitarias. Los términos en los que la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha opuesto a las medidas propuestas por Sanidad son claramente ideológicos y responden a un oportunismo político que no duda en utilizar todos los resortes posibles para actuar como oposición al Gobierno central, en lugar de atender a los intereses de los ciudadanos de Madrid.

Los contagios por gripe aumentaron un 75% la última semana del año y se espera que alcancen el pico a mediados de enero para descender durante las cuatro semanas siguientes. Eso significa que la sobrecarga asistencial se prolongará durante más de un mes. La vacuna administrada este año resulta altamente eficaz frente a la mayoría de los subtipos gripales que circulan, pero hay un 20% de los casos provocados por la cepa A(H3N2), frente a la cual la vacuna resulta menos eficaz y presenta un riesgo elevado de causar complicaciones en personas mayores. Las proyecciones epidemiológicas estiman que la gripe causará más de 4.000 muertes hasta finales de febrero. No se trata, por tanto, de un problema menor.