Buen camino
Los lectores escriben sobre los viajes que hacemos para desconectar del día a día, la paralización de un juicio relacionado con el ‘procés’ por la futura ley de amnistía, la sequía y la mala educación
Muchos se desplazan a lugares remotos para comenzar un viaje interior hacia lo más profundo de uno mismo. A veces se recorren miles de kilómetros para alcanzar destinos que bien encajen con la idea de un nuevo despertar espiritual, que les proporcionen los ingredientes necesarios para alcanzar la iluminación o el enlightenment, que se diría en estos tiempos de startups o networking. A veces es necesario hacer un break. Sin embargo, lo que se lleva en el camino son las etapas de una distancia determinada por el caminante. Se marcan objetivos a corto plazo, lo importante es avanzar. Los motivos que han llevado al caminante a la peregrinación pueden ser muy diversos. En la antigüedad peregrinar era la solución para blanquear los pecados. Caminar durante horas entre bosques de frondosos castaños, robles e imponentes eucaliptos es lo más parecido a levitar durante pocos segundos, se trata del nuevo Nirvana, el paraíso en la tierra. La verdadera desconexión solo para aquellos que buscan aprovechar bien la experiencia. Sin filtros. Sin hashtags.
Miguel Baixauli. Valencia
Juicio del ‘procés’ paralizado
Y dijo el labrador: no voy al campo a trabajar porque va a llover. No fue a trabajar, pero tampoco llovió. Algo parecido ha ocurrido en los juzgados de Girona que han suspendido un juicio relacionado con el procés porque, según los jueces, su resolución quedaría anulada al aprobarse la ley de amnistía dando ya por hecho que se va a aprobar. A mi entender, esta es una clarísima dejación de funciones que debería ser objeto de, al menos, una buena reprimenda. Vamos, que ponen el carro delante de los bueyes. El problema vendrá si no se aprueba la dichosa ley. O sea, si no llueve. La calidad democrática de un país está en relación directa con la calidad de su justicia. Y en España, esta calidad deja mucho que desear cuando se conocen hechos como este.
Félix Moreno Quevedo. Almansa (Albacete)
Ya es un secarral
Me entristece ver cómo el pantano de Sau, donde iba a bañarme y a hacer kayak con mis amigos, ya no es más que un secarral. Si seguimos así, todas aquellas actividades que nos mantienen en contacto con el agua serán imposibles. La Tierra nos está avisando. Somos nosotros los que tenemos que tomar medidas.
Gabriela Bencomo Arrufí. Sant Cugat del Vallès (Barcelona)
Mala educación
Me dedico a la enseñanza y cada día me descorazona presenciar tanta mala educación. Gritos para hablar, burlas, comentarios desafiantes... Los docentes luchamos quijotescamente, llevamos la aquiescencia como máscara ante la exigencia constante. He leído que hay estudios que evidencian el dolor social que genera esta mala educación. No seré la única a la que este problema genera estrés diario, una sensación de vivir todos los días a la defensiva y, por qué no decirlo, un sufrimiento inmenso porque al llegar a mi puesto de trabajo he de imponerme como persona que merece ser respetada.
Cristina Benimeli Sánchez. Medina de Pomar (Burgos)
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