Aceptar la democracia
Los lectores escriben sobre las protestas durante la sesión de investidura de Pedro Sánchez, la ley de amnistía y el intercambio dialéctico en el Congreso
Hay policías en las calles habitualmente cuando se celebran partidos de fútbol de alto riesgo y esta semana, policías en las calles para blindar el Congreso. Que hubiera 1.600 agentes para proteger la Cámara baja durante el debate de investidura de Pedro Sánchez demuestra que en este país aún no han calado bien las reglas de la democracia. Se acusa a Sánchez de corrupto, de traidor, de mentiroso, de presidente trampa y de no sé cuántas cosas más, pero todo eso es falso. Ha cambiado de opinión en lo que respecta a la amnistía, pero ¿qué político no ha cambiado alguna vez de opinión por su interés o por el interés del país? Sánchez recibió del Rey el encargo de formar Gobierno y ha cumplido con su misión. PP y Vox, por sus ansias de poder, piden de nuevo elecciones. Feijóo no supera la decepción de haber fracasado en el debate de su investidura y pretende ganar en la calle lo que perdió en el Congreso. No aceptar la derrota es otra lacra que mancha la democracia. ¿Por qué no se dan cuenta?
Antonio Nadal Pería. Zaragoza
Ley de amnistía para el “bien común”
Creo en las medidas de gracia, en la desjudicialización del conflicto político y en el encaje constitucional de la ley. Lo indignante es que los máximos responsables de su articulado son los que parecen no creer en ella. Hasta la misma noche electoral, el PSOE no la había defendido en campaña ni durante la legislatura y negaba incluso su constitucionalidad. En cuanto a Junts, a juzgar por su actitud y sus declaraciones, no parece creer en solución alguna que no pase por la imposición total de su ideario, postulados y exigencias. Y es este mutuo y clamoroso descreimiento de las partes lo verdaderamente censurable, pues resulta que esta ley se ha llevado al Parlamento no por la convicción de que venga a mejorar las cosas, sino por pura y simple conveniencia. Con todo, quizá lo más irritante sea la desfachatez de intentar presentárnosla como una elección moral en busca del bien común.
David Barbas García. Pamplona
Triste país
Viendo el debate de investidura en el Congreso, a uno solo le queda la pena de constatar que así no es posible coger el carro de un nuevo mundo en donde el entendimiento político es básico para hacer los cambios profundos derivados de la tecnología y la globalización. Es triste ver una derecha sin ninguna idea que ofrecer más que la palabra España. Es penoso que a tanta gente que cobra el SMI le valga esa palabra para enfrentarse a una realidad que nada tiene que ver con ello.
César Moya Villasante. Madrid
Versos útiles
Leer a Antonio Machado siempre resulta revelador. No leerlo, también, como vimos a propósito del “Hoy es siempre todavía” erróneamente rectificado el miércoles por Alberto Núñez Feijóo. Aunque, metidos afortunadamente en harina poética, yo me fijaría en otro proverbio machadiano, que dice así “Busca a tu complementario / que marcha siempre contigo / y suele ser tu contrario”. Quizá por ahí podamos vislumbrar algún indicio sobre el cambio de criterio del recién elegido presidente Sánchez en esos asuntos políticos tan de actualidad y sobre las contradicciones y dificultades que tal cambio conlleva.
Julio Flórez García. Gijón
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