Solucionar los problemas políticos

Han pasado 45 años desde el inicio de la Transición, o sea, mi vida entera y un poco más, y a alguno que otro todavía le parece poco. España se rompe por enésima vez, hemos sufrido un golpe de Estado, avanzamos hacia un régimen totalitario y asistimos en directo a la abolición del Estado de derecho. Un líder político de la oposición azuza a huestes de ultras a manifestarse para defender nuestra españolidad brazo en alto y con un adoquín en el otro. El líder del Partido Popular hace de la igualdad entre españoles su mantra, precisamente desde Madrid, que practica sin rubor dumping fiscal. Y, a la vez, el Consejo General del Poder Judicial, de manera inédita, se pronuncia sobre una ley de amnistía todavía inexistente. Todo esto hemos visto, oído y sufrido estos días. Y a pesar de la presión, el sentido común se impone y los políticos han acordado, por fin, una solución política para un problema político. La Transición ha muerto, ¡viva la democracia!

Carmen Vallejo Pérez. Redondela (Pontevedra)

¿Es una dictadura?

Las asociaciones de jueces ponen el grito en el cielo a causa de ese extraño concepto del lawfare, pero no lo hacen ante el hecho, humillante para el país, de que algunos colegas lleven ¡cinco años! ocupando ilegítimamente los sillones del Consejo General del Poder Judicial. Desde la derecha se habla de dictadura y golpe a la democracia y al Estado de derecho. ¿Dictadura? ¿Qué dictadura permitiría que un partido de la oposición secuestre ¡durante cinco años! el Poder Judicial? No hay mayor atropello democrático ni conculcación del Estado de derecho en la política actual española que el PP lleve años negándose a renovar el CGPJ en contra del mandato constitucional. Si esto lo hacen en la oposición, ¿qué nos puede esperar si gobiernan?

Antonio Rivas Cabezuelo. Madrid

Perjudicar a España

Si de verdad les importase España a Pedro Sánchez y a Alberto Núñez Feijóo, lo que dudo seriamente, ellos dos habrían llegado a un acuerdo de gobernabilidad. Sánchez para no dejarse robar el poder (como ha hecho) y Feijóo para abrir una ventanita hacia el progreso y la convivencia. Pero no, cualquiera de las dos alternativas que nos imponen, PP y Vox, o PSOE, Sumar e independentistas, en mi opinión, perjudica a lo que ellos dicen defender: España.

Juan Miguel Velázquez López. Madrid

¿Necesidad o capricho?

El Black Friday ha ganado popularidad en los últimos años, es importante reconocer que a menudo nos dejamos llevar por la emoción de comprar productos a precios reducidos. Aun así, debemos reflexionar sobre nuestras elecciones de compra. ¿Realmente necesitamos esos productos o estamos comprando porque las ofertas son atractivas? Además, las grandes cadenas pueden ofrecer descuentos significativos, lo que dificulta a las empresas más pequeñas que compitan. El Black Friday a menudo viene acompañado de presión social y publicidad agresiva, lo que puede generar estrés y ansiedad a personas que sienten la obligación de participar en las compras. ¿Estamos reflexionando sobre el impacto de esta celebración del descuento extremo?

Andrea Duran Tena. Sabadell (Barcelona)