Una democracia perfectible
Los lectores escriben sobre la importancia de participar en política y los consensos, la falta de fisioterapeutas y la política fiscal del Partido Popular
Nací en 1958. Por edad, no pude refrendar la ley de reforma política, ni elegir las Cortes constituyentes, pero sí voté en el referéndum de 1978, y en los referéndums y las elecciones celebradas después en todos los ámbitos de representación política. Poder elegir a mis representantes, en el ejercicio de mi soberanía, me parece cada vez más necesario. Muchos españoles hemos asumido y defendemos que todas las decisiones políticas y económicas de cierta trascendencia, que se tomen desde el Gobierno de turno sean previamente debatidas, enriquecidas y hasta consensuadas, si esto último fuese posible, en el Congreso y en el Senado. Y esta es una suerte, ganada y bien merecida, por un pueblo dialogante como somos los españoles. Creo que cualquier referéndum, consulta o acuerdo que se haga deberá tener toda la legitimación democrática ya consolidada, y nunca otra más artificiosa y creada ad hoc; la democracia española puede ser mejorada y, sin duda, lo será, pero no es menos cierto que ha servido, hasta ahora, para que un buen número de españoles demócratas y patriotas nos sintamos plenamente protagonistas de nuestro proyecto común y diverso de nación.
Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas de Madrid (Madrid)
Tiempo de descuento
Somos los que pasamos unos 20 minutos al día con tu abuela afectada de alzhéimer y con tu padre enfermo de párkinson. Cuando tu madre se fracturó la cadera, nos veíamos tres veces por semana, esperando la dichosa ambulancia que tantas horas tardaba en llegar. Cuando te dolía la espalda y te operaron, solamente te acompañamos 10 minutos, el cupo estaba lleno aun superando ratios. ¿Te parece poco tiempo? Te rehabilitamos después del ictus que te dio hace seis meses, pero empezaste a venir ayer porque había mucha lista de espera. El servicio concertado está saturado y los fisioterapeutas también lo estamos.
Eri García del Pino. Las Palmas de Gran Canaria
Tres años sin Jesús Mota
Se cumplen ahora tres años de la muerte del añorado periodista económico Jesús Mota y viene a cuento recordar sus sistemáticas críticas a la “malsana fobia fiscal” de partidos como el PP. Fobia comprobable una vez más en las comunidades autónomas donde los conservadores han alcanzado el poder, mayormente en coalición con Vox, al eliminar, o casi, el impuesto de Sucesiones y Donaciones. Los mayores beneficiarios serán los receptores de herencias superiores a la ya respetable cantidad de 800.000 euros por persona. Un movimiento, por cierto, contrario a lo recomendado por la OCDE, que propone reorganizar esta figura impositiva, excluyendo de la misma a las herencias modestas y medianas (el caso de España, porque aquí las herencias de padres a hijos son, por lo general, inferiores a dicha cantidad y apenas tributan) pero no las elevadas, a las que —por razones redistributivas— sugiere aplicar incluso una tarifa progresiva.
Javier Díaz Malledo. Santa Cruz de Tenerife
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