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Cartas a la Directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿La amnistía como solución?

Los lectores escriben sobre la petición de los independentistas catalanes para apoyar la investidura de Sánchez, el alzhéimer, la conducción de los noveles y el estado de la docencia

Carles Puigdemont Juez Llarena
Carles Puigdemont, durante una rueda de prensa en Bruselas, a inicios de septiembre.Europa Press

El independentismo catalán sigue enrocado en su idea de buenos y malos. De maltratados y maltratadores. De verdades y mentiras. Ante un problema tan complejo, no se puede acudir a una negociación con una única solución. En ella la pausa, la escasez de líneas rojas, el no imponer solo una parte las condiciones, las concesiones mutuas, son imprescindibles para un resultado justo y duradero. Pretender una ley de amnistía por la vía rápida a cambio de unos votos para la reelección de Sánchez no es la solución del conflicto. Es adormecerlo, enmascararlo. No es solo un problema político. También lo es legal. Sin respeto a las leyes y a las decisiones de los jueces, no hay democracia sino tiranía. En aspectos tan trascendentales para el funcionamiento del país y el bienestar de todos los ciudadanos hay que medir mucho, por ambas partes, todos los pasos a dar; todas las concesiones. Seguir insistiendo en que lograrán sus objetivos por las buenas o por las malas, no ayuda a resolver el problema.

Manolo Romasanta Touza. Sigüeiro (A Coruña)

Alzhéimer

Aún recuerdo cuando con apenas 10 años, el Alzhéimer me abofeteó el día que fui a ver a mi abuelo Rafael y no me reconoció. También recuerdo el llanto desconsolado de mi padre, cuando semanas más tarde, no podía creerse que mi abuelo no se acordase de su hijo. Una enfermedad que acaba con la memoria, pero deja unos recuerdos que duelen. El Alzhéimer, la enfermedad que padece el paciente y sufren los familiares. Quien lo ha sufrido de cerca, lo sabe.

Juan Antonio Pavón Carreño. Dos Hermanas (Sevilla)

Respeto al conducir

Soy una conductora novel y sí, a veces me cuesta entrar en las rotondas cuando hay mucho tráfico. Además, me gusta estar en el carril derecho antes de salir de ellas. Pero ni lo primero es justificación para recibir reiterados pitidos de claxon, ni lo segundo lo es para que otros conductores que quieran salir, erróneamente, desde el carril interno se enfaden y la tomen conmigo. A los conductores noveles se nos debe comprensión. Rousseau decía que el ser humano era bueno por naturaleza, que la empatía le era intrínseca. Pero salta a la vista que el coche y la conducción no tardan mucho en corromperlo. Una prueba más de que del deber ser al ser hay un salto y muchos no están dispuestos a saltarlo.

Ainara Quirós Castro. Madrid

Ya está: abandono la docencia

Me han vencido. Impartí inglés durante 10 años con metodologías novedosas, siempre nos divertíamos. Volveré cuando la Administración nos respete y apoye en ratios y recursos; cuando, si me apuntan con una pistola de plástico, dirección me apoye y no diga que no es para tanto; cuando se acaben las sonrisas socarronas por parte del alumnado mientras cuestionan derechos básicos blandiendo argumentos de youtubers reaccionarios; cuando no te digan “mucho texto” por pedir que lean tres párrafos; cuando vuelvan a emocionarse por algo ajeno al móvil; cuando no vuelva a casa pensando “¿cómo voy a recuperar mi autoestima después de este día?”. En definitiva, cuando se acabe esta anomia social. Los docentes intentamos combatirla, pero solos no podemos.

Esther Villardón Grande. Madrid

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