Enfermera catalanófoba
Los lectores escriben sobre el desprecio a las lenguas cooficiales, la actitud de muchos turistas ante el arte, la paridad y los verbos “ver” y “mirar”
Ha corrido como la pólvora el vídeo de TikTok en el que una enfermera andaluza se burla del requisito lingüístico para presentarse a las oposiciones de la rama sanitaria en Cataluña. De momento, ya se le ha abierto un expediente por sus insolentes declaraciones, impropias de una funcionaria pública. Si yo fuera el conseller de Salud, la habría expulsado de la bolsa inmediatamente por dos razones: porque la ley es muy clara y exige que los profesionales de la sanidad catalana conozcan las dos lenguas oficiales, y porque no quisiera tener dentro del sistema a personas que no respetan los derechos e intereses de los pacientes, que desprecian gratuitamente la lengua catalana y, por tanto, faltan el respeto a toda una cultura. Su objetivo como enfermera es atender a los enfermos, y si fuera una buena profesional, hablaría suajili o chino mandarín si hiciera falta para comunicarse con ellos y atenderles como merecen. ¡Paremos ya las humillaciones contra nuestra lengua! ¡Basta ya de anticatalanismo!
Òscar Banegas Garrido. Alicante
La actitud ante el arte
La obra más famosa del mundo permanece expectante. Lisa Gherardini se pregunta por qué le hacen fotos en lugar de observarla detenidamente e intentar entenderla. Los turistas se recorren el gran Museo del Louvre para verla y, sin embargo, cuando llegan a estar enfrente de La Gioconda, cara a cara, le hacen una foto y siguen su camino ignorando la importancia de lo que tienen delante. No comprenden lo que es el sfumato, no entienden la relevancia de la obra de Leonardo da Vinci. En primer plano, sin embargo, una persona que sí aprecia el cuadro y lo observa con detenimiento, interrumpida por los turistas con banales intenciones. No puede disfrutar plenamente de la pintura. Nos pasamos la vida haciendo fotos para recordarlo todo y finalmente nos perdemos el todo.
Teresa Aguado. Madrid
Paridad
A quienes critican las políticas de paridad con el argumento de que “ninguna discriminación es positiva”, cabría decirles que el tratamiento habitual de la ambliopía (ojo vago), pasa por colocar un parche sobre el ojo desarrollado, obligando al cerebro a abandonar su tendencia inconsciente a favorecerle y mostrándole al córtex que el ojo ambliope es igualmente funcional. Los beneficios de esta reeducación no repercuten únicamente en el ojo tratado, sino que, al ser la visión un proceso sinérgico, se mejora el conjunto logrando, por ejemplo, una correcta coordinación de ambos ojos. Del mismo modo, resulta imprescindible reeducar a una sociedad que relega a las mujeres en el escalafón. Favoreciendo la incorporación de la mujer en calidad de igual y siendo las relaciones sociales asimismo sinérgicas, esta discriminación positiva no beneficia únicamente al colectivo femenino sino a la sociedad en su conjunto, haciéndola, entre otras cosas, mejor y más justa.
David Barbas García. Pamplona
Ver o mirar
Hablar y escuchar hasta entender, y preguntar, y estar presente, y reconocer, y valorar, y agradecer, y darle tiempo y espacio (de calidad). Pero antes, y sobre todo, mirar. No ver, sino mirar. Miremos más.
Pablo García-Torres Gómez. Tres Cantos (Madrid)
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