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ANATOMÍA DE TWITTER
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Lo de Ofiuco, el nuevo signo del zodiaco

Una cuenta con unos 18.000 seguidores logra más de 30 millones de visualizaciones con el supuesto y modificado calendario astrológico de este año

La constelación de la Serpiente, en una imagen del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés).
La constelación de la Serpiente, en una imagen del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés).EFE
Manuel Viejo

2023 ya no es lo que era. El usuario FRCHO puso patas arriba Twitter a las 16.55 del pasado día 5. Con poco más de 18.000 seguidores este lunes, esta cuenta, dedicada exclusivamente al mundo del cómic, ha conseguido un eco ensordecedor en la red social del pajarito. Unos 35 millones de personas han visto ya su publicación desde entonces, que ha generado más de 65.000 comentarios, miles de compartidos, envíos a grupos de WhatsApp y de Facebook, historias de Instagram, vídeos en TikTok, decenas de noticias, artículos de opinión... Ansiedad, vamos. Ojo al mensaje: “A partir del 1 de enero entró en vigor el nuevo calendario oficial para los signos zodiacales. No olviden actualizar su carta astral y revisar sus proyecciones para 2023, si es que cambió su signo”. Tal fue la crisis, que en semejante desaguisado zodiaquil intervino hasta la mismísima Esperanza Gracia, astróloga y autora de horóscopos, la voz de los astros sobre la Tierra. Bueno, y también un poco la NASA. Poca broma con el asunto.

FRCHO, muy sibilino, publicó su mensaje justo antes de la cabalgata de Reyes. Sorpresa, sorpresa, una noche más. ¿Los astros son los padres? A saber. FRCHO volcó en su perfil tuitero un cuadro en blanco y negro con todos los signos del zodiaco. Fecha a fecha. Mes a mes. Día a día. Pero —hay muchos peros en las cartas astrales— incluyó uno supuestamente nuevo: Ofiuco. ¿Cómo? Ofiuco. ¿Qué? Ofiuco. Efectivamente, hubo quienes comenzaron a leer el cuadro siendo Leo y se enteraron de que, en realidad, son Cáncer. Hay matrimonios pidiendo la hora con semejante cuadro en casa. Ofiuco, sí, es el decimotercero signo del sistema zodiacal. Entre Escorpio y Sagitario, abarca del 30 de noviembre al 17 de diciembre: desbarajustes por doquier. Por llevarse, Ofiuco se lleva hasta el macropuente de la Constitución y la Inmaculada. Adiós, Sagitario; hola, desplazados. ¿Afectados? Casi todos.

Ofiuco ha centrado una catarata de búsquedas en Google en las últimas horas. Está en la cima del rastreo patrio desde el día 7. Los más nerviosos hasta la fecha, según la aplicación de tendencias internas de la lupa mundial, han sido y por este orden: cántabros —no, Miguel Ángel Revilla no es Ofiuco aunque lo parezca—, murcianos, asturianos, castellanomanchegos y madrileños. Hay mucho ofiuco suelto por España. Tanto, que estas son las cuatro preguntas más rastreadas estas fechas en Google: “¿Cuál es la fecha de Ofiuco?”; “¿qué es ser un ofiuco?”; “¿por qué sacaron ahora a Ofiuco?”, y la mejor de todas: “¿Qué pasa si soy ofiuco?”. Muchas cosas pasan.

Primero, lo que dice FRCHO esconde una mentirijilla. Ofiuco es el río Guadiana de los astros. Aparece y desaparece año tras año. Planteado ya en enero de 1995, por lo que sea nadie le hace ni puñetero caso. Ese año, Jacqueline Mitton, de la Real Sociedad de Astronomía británica, anunció en una serie de divulgación de la BBC que los 12 signos del zodíaco de toda la vida no solo están erróneamente adelantados, sino que en realidad son 13. La periodista y escritora Carmen del Puerto Varela, quien entre 2008 y 2014 dirigió el Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife, explicó en este periódico en marzo de 2016 que la eclíptica (el aparente recorrido anual del Sol por los cielos) atraviesa también una decimotercera constelación: Ofiuco, cuyo nombre deriva del griego y significa “el que sostiene a la serpiente”. Pertenece al elemento del agua. Dicen de los ofiucos que suelen ser apasionados y curiosos. Ahora bien, hasta aquí la gracia. Hace 48 horas, habló Esperanza Gracia: “Estoy muy harta de Ofiuco. No hagáis caso”.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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