_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El valor de hacer oposición

Pablo Casado no da pruebas de disponer de un proyecto coherente que pueda resultar reconocible y políticamente fiable para sus votantes

Pablo Casado
Pablo Casado en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados el 28 de diciembre.Eduardo Parra - Europa Press (Europa Press)
Mariola Urrea Corres

La tarea de hacer oposición es tan relevante para el buen funcionamiento de un sistema político como la propia acción de gobierno. Se trata de una verdad difícil de cuestionar en un modelo democrático apoyado precisamente en la lógica de que son los ciudadanos quienes eligen cada cuatro años entre una pluralidad de opciones igualmente legítimas. Pues bien, la visualización de un gobierno alternativo toma forma precisamente en los años de ejercicio de oposición. De ahí que resulte tan interesante observar qué se dice y qué se propone para mejorar la vida de las personas; qué se acuerda y en qué se discrepa con el Gobierno; quién forma parte del equipo que te acompaña o cómo se lidera la organización política a la que se pertenece… Todo ello ofrece evidencias suficientes que permiten anticipar con cierta solvencia las auténticas capacidades de quien dice querer presidir el país; más aún, si no se ha tenido la oportunidad de demostrarlo con experiencia previa en asuntos de gobierno.

Desde esta aproximación, resulta difícil imaginarse al actual líder del Partido Popular como un presidente mínimamente solvente. De hecho, su desempeño al frente del principal partido de la oposición saca a la luz algunas carencias que solo sirven para incrementar las dudas de propios y ajenos. Tampoco le ayuda esa manera grotesca que adopta al ejercer como diputado en Cortes. Más allá de lo expuesto, hay dos aspectos recientes que resultan particularmente preocupantes y que ilustran la afirmación vertida. El primero tiene que ver con una pertinaz obsesión encaminada a desacreditar, dentro y fuera de España, la acción del Gobierno de coalición con iniciativas extravagantes, cuando no simplemente ridículas. El segundo aspecto conecta con esa necia negativa a considerar cualquier espacio de acuerdo posible con el Gobierno. No importa si se trata de la pandemia, de las condiciones para impulsar la transformación de país o de aquellos aspectos del mercado laboral en los que ya se han puesto de acuerdo todos los agentes sociales.

Pablo Casado no da pruebas de disponer de un proyecto coherente que pueda resultar reconocible y políticamente fiable para sus votantes, además de atractivo para aquellos otros electores que podrían ver en la oposición una alternativa. La debilidad política de la que da prueba Pablo Casado, también dentro de su partido, se traduce en una cascada de medidas cada vez más desconcertantes. Con todo, la precariedad del liderazgo de Pablo Casado ni siquiera está en el hecho de que pierda sistemáticamente elecciones, esto es algo más bien circunstancial. El auténtico problema es de raíz y se percibe en el escaso valor que hasta la fecha ha sido capaz de aportar como líder de la oposición. Su poca talla política hace expresa una ausencia de capacidades para la gestión del país verdaderamente inquietante. Ahora la cuestión es determinar cuántos en su partido ya lo saben.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Mariola Urrea Corres
Doctora en Derecho, PDD en Economía y Finanzas Sostenibles. Profesora de Derecho Internacional y de la Unión Europea en la Universidad de La Rioja, con experiencia en gestión universitaria. Ha recibido el Premio García Goyena y el Premio Landaburu por trabajos de investigación. Es analista en Hoy por hoy (Cadena SER) y columnista en EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_