_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El poder y la buena reputación

Algunos sostienen que Twitter es demasiado grande como para considerarla solo una empresa privada; otros se preguntan quién debería regular: un gobierno, docenas de gobiernos

Daniel Gascón
Una imagen de la cuenta de Donald Trump en Twitter.
Una imagen de la cuenta de Donald Trump en Twitter.JOSHUA ROBERTS (Reuters)

El sueño ilustrado era que si todo el mundo tenía acceso a la información y posibilidad de expresarse el debate sería racional y productivo. Tenemos Twitter y una turba que asalta un Parlamento y cuenta entre sus filas con un tipo disfrazado de bisonte que solo acepta alimentarse con productos orgánicos y dice que la tele y la radio emiten ondas inaudibles que modifican el cerebro.

Los políticos utilizan los recursos del momento y los demagogos mejor que los demás. A veces es un viaje del entusiasmo a la desconfianza: las redes sociales se presentaron como instrumento de emancipación y ahora pensamos en bulos, una bronca incesante y un anuncio interminable donde nosotros somos el producto. Ya no creemos que los gigantes de Internet sean buenos y por eso están empeñados en demostrar que lo son.

Twitter y Facebook han suspendido permanentemente la cuenta de Donald Trump. Trump ha utilizado Twitter para mentir, atacar a rivales y azuzar a seguidores. Stuart Mill decía que la opinión de que los comerciantes de grano matan de hambre a los pobres “debería circular sin problemas en la prensa”, pero puede “merecer un castigo cuando se pronuncia delante de una masa excitada ante la casa de un comerciante de grano”: Twitter, señala The Economist, permitía a Trump colocarse frente a esta masa excitada. Su fundador sostiene que la decisión es correcta pero establece un precedente peligroso. Aunque los tuits que motivaron la expulsión no eran peores que otros suyos, puede defenderse la expulsión: sabíamos lo que podían causar. La acusación de hipocresía es pertinente. Hay otras incitaciones a la violencia y la plataforma se ha beneficiado del tráfico tóxico. Algunos sostienen que Twitter es demasiado grande como para considerarla solo una empresa privada; otros se preguntan quién debería regular: un Gobierno, docenas de Gobiernos.

Trump y muchos seguidores anunciaron que se irían a la plataforma Parler, lo que ampararía la idea de que puedes irte a hablar a otro sitio. Pero Apple y Amazon bloquearon los servidores para acceder a esa app. Luigi Zingales ha escrito que uno de los efectos de los actos sediciosos de Trump ha sido mostrar el poder de algunas empresas (Twitter, Amazon, Google, Apple, Facebook). Todos los medios dependen de ellas y algunos son de su propiedad. Según Zingales, “todo el mundo, pero especialmente la gente de izquierdas, debería preocuparse: pronto, este poder se usará en su contra”. @gascondaniel

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Daniel Gascón
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica. Es editor responsable de Letras Libres España. Ha publicado el ensayo 'El golpe posmoderno' (Debate) y las novelas 'Un hipster en la España vacía' y 'La muerte del hipster' (Literatura Random House).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_