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Columna
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Para qué sirve la Guerra Civil

Por diseño o por conveniencia, se utiliza la tragedia para impulsar un relato maniqueo que puede erosionar nuestro marco de convivencia

Daniel Gascón
GRAF5183. MADRID, 16/09/2020.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante su intervención en la sesión de control al Gobierno que se celebra este miércoles en el Congreso. EFE/ J.J. Guillén
GRAF5183. MADRID, 16/09/2020.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante su intervención en la sesión de control al Gobierno que se celebra este miércoles en el Congreso. EFE/ J.J. GuillénJ.J. Guillén (EFE)

Esta semana hemos sabido que el exceso de muertes registradas este año en nuestro país supera los 50.000 fallecidos: hay más de un 25% muertos de lo normal. Son las peores cifras de Occidente. Mientras tanto, Funcas augura una caída del PIB del 13%. Naturalmente, el Gobierno ha decidido hablar de la Guerra Civil y la dictadura.

La democracia española no se podía permitir un día más, ha dicho la vicepresidenta sobre un anteproyecto de ley: la democracia española significa la conveniencia del Gobierno. Se invocan los objetivos más elevados para los intereses más estrechos. Lo más importante siempre han sido los cadáveres en las cunetas: algo que no resolvió la ley de Zapatero y que la derecha debería haber corregido. Tampoco fue lo primero que intentó hacer el presidente Sánchez: la exhumación del dictador era más vistosa.

El Gobierno, incapaz de recoger datos fiables de la pandemia, de gestionar una respuesta educativa y sanitaria en lo estatal, incapaz de sacar adelante su ley de la libertad sexual y de ejecutar medidas aprobadas como el ingreso mínimo vital, dice que hará una lista de empresas que se beneficiaron del trabajo esclavo. Recopilará los datos, luego ya verá lo que hace.

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Es discutible que la política deba resolver algunos aspectos que cubre el anteproyecto, pero gran parte del asunto es pirotecnia. Otra es más inquietante y paradójica. Catedráticos dicen que no se estudia el franquismo, aunque han formado a generaciones de historiadores y coordinado temarios de selectividad en los que se preguntaba por esos asuntos: son ellos los que vienen a hablarnos de la verdad. Se teoriza sobre un silencio o un problema con el pasado: la producción historiográfica ha sido espectacular, se han escrito novelas y rodado películas. La contienda y la dictadura son nuestra primera industria y guerra cultural.

El franquismo es un almacén infinito útil para golpear a la derecha, pero no se queda ahí. El PSOE, un partido central en la democracia española, parece aceptar a ratos la idea de una anomalía en nuestro país: una visión común en parte de la extrema izquierda. La reactivación política de la Guerra Civil y la dictadura no ataca la Guerra Civil y la dictadura, sino sobre todo la transición y la idea de un pacto donde hubo transacciones: por diseño o por conveniencia, se utiliza la tragedia para impulsar un relato maniqueo que puede erosionar nuestro marco de convivencia. @gascondaniel

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Sobre la firma

Daniel Gascón
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica. Es editor responsable de Letras Libres España. Ha publicado el ensayo 'El golpe posmoderno' (Debate) y las novelas 'Un hipster en la España vacía' y 'La muerte del hipster' (Literatura Random House).

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