![Gelbes Hertz (corazón amarillo), 1967-1968, con el que el grupo Haus-Rucker-Co creó un espacio habitable, desmontable y transportable que se inflaba de forma rítmica, como los latidos de un corazón. La estética pop, la euforia del progreso y la conquista del espacio supuso un caldo de cultivo para arquitecturas que se fundían con la ciencia ficción. |](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZIU4ICY2KXPDWGBXSF6BMJZNOY.jpg?auth=8c03a274b136ffc036a1add0bf1ae4fc0cd4985063d9222fb80de152c9c0ea59&width=414&height=233&smart=true)
Futurismo: cuando los arquitectos radicales imaginaron un mundo de cápsulas, nomadismo y plástico
En los sesenta y setenta una generación de arquitectos radicales proyectaron un futuro de ciencia ficción con el que, además, criticaban los estándares sociales. Hoy algunas de sus ideas son necesidad