El Pirineo oscense, para entrar a vivir
En el norte de Sobrarbe, donde se despliega el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se ubica al final de una carretera el parador de Bielsa, punto y aparte e inicio de otra vida, la que marca una mole calcárea de 3.355 metros que primero sobrecoge y luego acoge a visitantes en busca de una calma activa