Ocho razones a favor y ocho en contra de que tu hijo refuerce el inglés fuera del cole
Es mucho más fácil aprender idiomas cuando los niños son pequeños y tienen el cerebro con ganas de absorber estímulos, pero con todas las aplicaciones que evolucionan de manera veloz, cuando sean mayores ya habrá tecnología de traducción digna de ‘Star Trek’


Si creciste en los ochenta o los noventa, seguramente pensaste que lo de estudiar inglés en el cole era una pérdida de tiempo. En esa época, viajar en avión era insólito y carísimo, así que lo de visitar tierras extranjeras les tocaba a muy pocos y, en esos casos, ya se preocuparían de hablar los adultos. No podíamos ni imaginar que internet nos relacionaría con todo el planeta y que el inglés nos serviría de comodín universal. Quizá tus padres tuvieron que adaptarse a estudiar inglés de mayores por necesidades laborales y les costó muchísimo. Y quizá como efecto colateral de todo esto, te obligaron a ti estudiar inglés desde EGB —sistema educativo español hasta 1990—, porque “es el futuro”. Y tú, por supuesto, lo veías tan poco práctico como tocar el piano o el violín.
Pero pasan unas décadas, y de repente el mundo se vuelve global, nuestras ciudades se llenan de turistas, nosotros llenamos otras ciudades como turistas, y nuestros negocios y amistades se amplían a todo el planeta. Y por mucho que el castellano tenga millones de hablantes, el inglés sigue siendo el comodín para la mayoría (al menos en la cultura de ocio y trabajo general).
Y claro, como padre, ahora te toca a ti tomar la misma decisión con la que quizá se debatieron tus progenitores hace años. ¿Tus hijos necesitan aprender inglés desde pequeños, especialmente en una academia de idiomas especializada? ¿O con lo que aprenden en el cole y con los traductores online ya van más que servidos? Antes de decidirte por una opción, hay que ver lo que se busca de verdad:
- Una extraescolar en la que ganar una hora más al día para poder trabajar tú y poder conciliar.
- Un sitio donde aprendan nociones básicas de un nuevo idioma y así les suene más cuando lo estudien en el cole.
- Que tus hijos tengan un nivel brutal tanto hablado como escrito, por si en el futuro quieres que estudien en el extranjero.
- Todo a la vez.
Por si te ayuda, aquí tienes varias ideas que te ayudarán a matizar o reconsiderar tus dudas o a consolidar tu posición si tienes que valorar el tema.
A favor de estudiar en una academia de idiomas
- Los idiomas no son una asignatura más, que luego te puedes pasar la vida sin aplicarla en nada. Saber idiomas es indispensable en un mundo globalizado donde nuestros hijos pueden acabar viviendo y trabajando a muchos países de distancia de donde han nacido.
- Es mucho más fácil aprender idiomas cuando los niños son pequeños y tienen el cerebro con ganas de absorber estímulos. Por eso, hay que aprovechar el momento con profesores especializados.
- Los niños, en general, son más lanzados y lúdicos que los adultos, así que pueden animarse a practicar la conversación en otros idiomas sin la presión de la vergüenza de los adultos.
- Sabiendo inglés desde pequeños pueden descifrar el universo cultural que les rodea.
- Es una realidad que quien tiene más oportunidades económicas paga más extraescolares y sus hijos tienen en principio mejor nivel que los que “solo” tienen las horas lectivas del colegio. En un panorama donde estas desigualdades no cambiarán, prepararse es básico para no perder oportunidades laborales.
- Si tus chavales estudian inglés en una academia fuera de su centro escolar, conocerán nuevas realidades y perspectivas y podrán hacer nuevos amigos fuera de cole.
- En según qué barrios y niveles sociales, está de moda, y si tu hijo no va a academia, se puede sentir “menos” que sus compañeros.
- Sin generalizar, en según qué cursos y qué centros, ponen a dar inglés a alguien que no destaca precisamente ni por su formación ni por su acento nativo. Y esto con una extraescolar se puede compensar.

En contra de la necesidad de la academia de idiomas
- Con todas las aplicaciones y trastos electrónicos que evolucionan de manera veloz, cuando tus hijos sean mayores ya habrá tecnología de traducción digna de Star Trek y no necesitarás para nada haberlos condicionado a hacer más horas de lengua extranjera.
- Si obligas a tus hijos a estudiar más horas de las que tienen en su planificación escolar, puede ser que le pillen manía al idioma.
- Si tienes varios hijos, inglés es la típica extraescolar que debe aplicarse a todos. No es que a uno le guste baloncesto y a otro dibujo o danza. Si crees que los idiomas son vitales para un hijo, lo son para todos… y eso implica pagar varias academias.
- Si los profesores de inglés son demasiado estrictos, vamos mal. Y si son demasiado flexibles, tampoco sirve de mucho.
- Una buena academia con un número de horas significativas al mes tiene un coste considerable.
- Como en todas las materias, el resultado depende mucho del profesor. Por muy nativos que sean algunos, si no saben enseñar bien, no podrán trasmitir la suficiente pasión por el idioma.
- Títulos, diplomas y máster quedan muy bien en el CV, pero al final, lo que importa es la capacidad de trabajo y el carisma personal de los que quieren un puesto laboral. Así que si fomentas la autoestima de tu hijo, que es gratis, le puede ir igual de bien que los que tienen el Proficiency desde pequeños.
- Si el castellano tiene tanta importancia global, a tu hijo seguro que le entenderán en muchas partes.
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