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Clara Pérez, portera de hockey hierba: “Los padres deben motivar y no presionar, así sus hijos verán el deporte como diversión y no como obligación”

La deportista de la selección española que obtuvo un diploma olímpico en los Juegos de París sostiene que los menores que practican alguna disciplina deportiva aprenden a colaborar, a respetar las reglas y a valorar las aportaciones de los demás

La portera de España Clara Pérez durante su participación en los  Juegos Olímpicos de París 2024.
La portera de España Clara Pérez durante su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024.SASHENKA GUTIERREZ (EFE)

El deporte fomenta un desarrollo equilibrado durante la infancia y la adolescencia: una mayor resistencia física, una mejor coordinación y un buen equilibrio. Además, tiene el poder de enseñar valores esenciales para la vida y desempeña un papel clave en el desarrollo de una persona y en la formación de su personalidad, especialmente en la infancia y la adolescencia. Una práctica que proporciona también el marco universal para el aprendizaje de valores como disciplina, perseverancia, respeto, compañerismo, superación personal y la aceptación de la derrota.

Valores que representa Clara Pérez Calderón (Terrassa, 23 años), portera de la selección española de hockey hierba que obtuvo un diploma olímpico en los pasados Juegos de París 2024 tras su derrota en los cuartos de final contra Bélgica. La actual jugadora del Atlètic Terrassa HC es una deportista que transmite calma y confianza bajo la portería, que sabe bien que los retos se consiguen con mucho trabajo y determinación.

PREGUNTA. ¿Qué lleva a una niña de tan solo 6 años a jugar como portera en un deporte minoritario?

RESPUESTA. El amor por el deporte. Es algo que, tanto mi hermano como yo, hemos heredado de mi madre. Ella siempre nos inculcó el amor y la pasión, aunque nunca me he parado a pensar si eran disciplinas minoritarias o no. Jugar de portera fue pura casualidad porque sustituí en un partido a una compañera que no quería continuar jugando en esa posición. Me pareció divertido y quise seguir aprendiendo.

P. Dicen que el deporte estimula emociones e impulsa sueños y deseos…

R. El deporte es maravilloso. Mi sueño siempre ha sido jugar en lo más alto que se pueda y a que se mire con mejores ojos la posición de portera en el hockey hierba. Por el momento, he cumplido ambos sueños. Mi reto ahora es seguir aprendiendo y disfrutando de este deporte y lograr dedicarme profesionalmente a ello.

P. El deporte también tiene su cara amarga, ¿verdad?

R. El deporte, y aún más en la élite, es más que amargo. Días fuera de casa, perderte cómo avanza la vida de los tuyos, aunque sea por momentos, no estar presente físicamente en días señalados en los que te gustaría, sufrir lesiones… A todo esto, considero que tengo suerte de conocer su lado más amable, aunque claro que me ha tocado pasar por situaciones incómodas, pero ha sido pocas veces.

P. Echando la vista atrás, el deporte le ha ayudado a…

R. Le debo muchas cosas, la primera de todas a ser quien soy. Los valores del deporte, en este caso del trabajo en equipo, son parte fundamental de mí. El respetarse entre compañeras y cuerpo técnico, ser disciplinada, humilde… Además, a mí me ha ayudado a aprender a tomar decisiones y asimilar sus posibles consecuencias.

P. Qué le diría a una familia que duda si apuntar a su hijo o hija a practicar un deporte.

R. Les diría que no tuviesen duda alguna y que, a ser posible, fomentasen que practicara más de uno. El deporte tiene muchos valores que aportarnos como personas, aparte de mejorar nuestra salud física y mental. Pero también es cierto que cada deporte aporta unos valores específicos. A mí, personalmente, me ha encantado poder aprender varios y seguir haciéndolo. El deporte es mi vía de escape de este mundo corrupto y así se lo haría ver.

P. El respeto, la resiliencia, la constancia, el esfuerzo... ¿son valores que aporta el deporte?

R. El respeto es fundamental para mí. Y más, después de haber vivido una infancia en la que llevar el pelo corto y jugar al fútbol en el patio del colegio me propició adjetivos como marimacho. Ser niña, apasionada del deporte y no cumplir físicamente con los estándares de feminidad estipulados por la sociedad no fue nada fácil. Sumarle jugar de portera cuando ninguna niña quería, tampoco. Por suerte, he recibido una educación impecable por parte de mis padres que me han apoyado en todo momento y no han permitido que cayese al suelo por comentarios o situaciones hirientes.

P. ¿El deporte como estilo de vida también puede ayudar al bienestar emocional?

R. Sin duda alguna, no solo beneficia el cuerpo, sino también la mente. En mi caso me ayuda a liberar tensiones y reducir los niveles de estrés. Además, mejora el estado de ánimo, lo que promueve una sensación de bienestar y satisfacción personal. Es un espacio donde puedo desconectar y concentrarme en el presente, lo que me ayuda a mejorar mi salud mental.

P. Los niños y adolescentes que practican deporte de forma regular son más sociables y posen una mejor autoestima.

R. Efectivamente, el deporte fomenta el trabajo en equipo, lo que facilita la interacción social desde edades tempranas. Los niños y niñas aprenden a colaborar, a respetar las reglas y a valorar las aportaciones de los demás, lo que fortalece la confianza en sí mismos. Al sentirse parte de un grupo, también desarrollan habilidades de comunicación y mejoran su autoestima, ya que ven reflejados sus esfuerzos en los resultados, sean grandes o pequeños.

P. ¿Cómo puede animar una familia a un niño o adolescente a hacer deporte si no muestra interés por ello?

R. Para mí es fundamental que los padres busquen actividades que despierten curiosidad y disfrute en sus hijos e hijas, en lugar de imponerles disciplinas deportivas. También es importante dar ejemplo: si ellos practican deporte es más probable que los hijos quieran imitarles. Por último, pero no menos relevante, es imprescindible el apoyo emocional y la motivación positiva en lugar de la presión, ayudarán a que sus hijos/hijas vean el deporte como una oportunidad de divertirse y no como una obligación.

P. ¿Un buen consejo para un niño que sueña con llegar algún día a participar en unos Juegos Olímpicos?

R. Que disfrute del camino. Para mí no sirve de nada llegar a la meta si no has disfrutado del camino para llegar hasta ella. Obviamente, habrá momentos de todo. Algunos más agradables que otros, por supuesto. Hay una frase que me encanta para estos casos que es: “No hay derrotas, hay momentos de aprendizaje que te hacen mejor persona y deportista”.

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