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¿Niño ‘gourmet’ en casa? Seis consejos para conseguir que coma de todo

Alrededor del 15 % de los casos de menores muy selectivos con la comida, tiene menos de seis años y suele ser más frecuente entre las niñas

Un padre comparte un sandwich de jamón y queso con su hija.
Un padre comparte un sandwich de jamón y queso con su hija.

Los franceses los llaman gourmets; los anglosajones picky eater. En España, se les conoce como tiquismiquis con la comida. Se trata de niños muy selectivos con la alimentación, tanto, que su dieta puede estar compuesta tan solo de, entre cinco y 10 tipos de alimentos. Frente a esta actitud tan restrictiva de los niños con la comida, los padres pueden inquietarse y alarmarse. Sin embargo, “en la mayoría de los casos, suele ser una etapa más en el desarrollo y no tenemos por qué preocuparnos, ya que los niños pueden regular su apetito con bastante facilidad. Se rigen por tiempos y cantidades diferentes a las de los adultos, ya que están fuera de los convencionalismos sociales con respecto a las cuestiones alimentarias. Por tanto, conviene respetar las apetencias de los niños, sin ningún agobio, a menos que se detecten otras causas por las que tenga esa particularidad a la hora de comer, como problemas digestivos”, explica Laura Llorente, dietista, nutricionista y psicóloga especialista en trastornos de conducta alimentaria.

Hay diversas circunstancias que pueden influir para que un niño sea muy selectivo y restrictivo con respecto a su dieta. “Se ha determinado una asociación entre los alimentos que no les gustan a los padres con los del niño. Por eso, es importante dar ejemplo y sentarse a la mesa todos juntos para crear una buena conducta alimentaria. En niños, de entre 2 y 4 años, suele influir en la aparición de conductas selectivas con la comida el hecho de que los padres gestionen de manera incorrecta el proceso de desarrollo de la autonomía del niño. También, hay estudios que asocian un período de lactancia materna reducida y la introducción temprana de alimentos complementarios con el hecho de que los niños sean selectivos con la comida, así como que se les fuerce a que acepten la comida, ya que provocará el efecto contrario”, comenta Llorente.

¿Hasta cuándo un niño puede ser demasiado selectivo con la comida?

Los niños denominados picky eater pueden mantener su rechazo a probar nuevos alimentos hasta “la adolescencia o edad adulta. En este sentido, contamos con escasos estudios. Se estima que, alrededor del 15 % de los casos se produce entre los niños menores de 6 años y suele ser más frecuente entre las niñas. En caso de que el problema persista o aparezcan complicaciones asociadas, como a nivel físico, psicológico o familiar, se puede acudir a una unidad especializada en conducta alimentaria”, aclara Santos Solano, Doctor en Psicología Clínica y de la Salud, especialista en trastorno de la conducta alimentaria y obesidad en el centro ITEM de Madrid, que ofrece varios consejos para prevenir que los niños sean excesivamente selectivos con la alimentación y estén receptivos a ampliar su dieta, como:

  1. Dedicar tiempo y atención a la alimentación. Evitar realizar otras actividades en la mesa, como ver la televisión, leer o estar pendiente del teléfono.
  2. Mantener una dieta familiar variada. Todos los miembros de la familia deben comer de todo.
  3. Estimular la curiosidad con respecto a la exploración de nuevos sabores y texturas. Cocinar de diferentes formas, como a la plancha, al vapor o al horno e introducir nuevas recetas con regularidad.
  4. Evitar aplicar con los alimentos una dinámica de premio o castigo, con expresiones como, Si te portas bien, repites postre o no te mueves de la mesa, hasta que te comas las lentejas. Este tipo de frases generan que el niño se acostumbre a conseguir lo que quiere con un determinado comportamiento y se encapriche o se enfade si no obtiene lo que desea.
  5. Establecer una adecuada jerarquía familiar. En general, los niños de entre 2 y 3 años suelen mostrar una conducta de oposición hacia los adultos para poner a prueba la jerarquía de la familia y resulta fundamental reafirmarla en ese momento.
  6. Evitar cambiar los hábitos alimentarios establecidos en casa cuando el niño come fuera del hogar o con otras personas. Conviene que incorpore el hábito de tomar lo que le pongan en el plato como forma de aprendizaje personal.

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