Los aeropuertos de EE UU afectados por el cierre del Gobierno de Trump recuperarán la normalidad antes de Acción de Gracias
La Administración estadounidense vuelve a la normalidad tras el fin del bloqueo presupuestario. Los museos y parques nacionales reabrirán de forma escalonada


“Con mi firma, el gobierno federal reanudará sus operaciones normales”. Las palabras del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ponen fin a casi 43 días de cierre del Gobierno por falta de recursos, el más largo de la historia, por el enconamiento de republicanos y demócratas para prorrogar el presupuesto. Miles de funcionarios se han incorporado este miércoles al trabajo después de seis semanas sin cobrar. Otros habían seguido en sus puestos, aunque tampoco han percibido un salario por ello. Se estima que unos 600.000 funcionarios han seguido con sus empleos pese a no ingresar la nómina. Y otros tantos fueron enviados a casa hasta el fin del shutdown, como se conoce en inglés al cierre.
Decenas de agencias federales han estado suspendidas u operando a medio gas por falta de presupuesto. Museos, parques nacionales, oficinas administrativas y otros servicios estatales colgaron durante 43 días el cartel de cerrado. La reapertura está siendo escalonada y, en algunos servicios, más lenta de lo esperado.
El bloqueo administrativo está afectando a los aeropuertos. La semana pasada, el secretario de Transportes, Sean Duffy, ordenó restringir el tráfico aéreo en 40 de los principales aeropuertos del país desde el viernes por la situación de tensión que sufría el sistema ante la escasez de personal.
Miles de controladores aéreos y personal de los aeropuertos han estado ausentándose de sus puestos de trabajo o han pedido bajas médicas durante las seis semanas que ha durado el cierre. La administración federal no les podía abonar sus salarios debido al bloqueo. Así que muchos han tenido que buscar otros empleos para poder pagar la hipoteca de su casa, el colegio de los hijos, la letra del coche o simplemente la comida. En Estados Unidos hay un alto porcentaje de familias que viven al día.
El pasado viernes, más de 4.000 vuelos se vieron afectados entre retrasos y cancelaciones. Alrededor de 100.000 viajeros sufrieron algún tipo de incidencia con sus vuelos debido al recorte del tránsito aéreo. Entre el viernes y el pasado miércoles se han visto colas, retrasos y se han cancelado más de 10.000 vuelos con cientos de miles de personas afectadas.
Este jueves, sin embargo, tras la reapertura del Gobierno, las cancelaciones de vuelos se han reducido respecto al lunes. Según el gestor de datos de vuelos FlightAware, este jueves se habían cancelado 1.032 vuelos de aeropuertos de Estados Unidos y otros 3.895 han sufrido retrasos.
El portal de control aéreo prevé que este viernes se cancelen 608 vuelos. Aunque a lo largo de la jornada, la cifra puede sufrir modificaciones. De confirmarse, se trataría de la jornada con menos incidencias desde que se decretó la limitación del espacio aéreo el pasado viernes. Se espera que antes de Acción de Gracias, el próximo 27 de noviembre, el festivo más popular en Estados Unidos, cuando se produce el mayor movimiento de personas para pasar la noche con sus familiares, se restablezca el tráfico aéreo casi al 100%,
La Administración de Aviación Federal (FAA) sigue manteniendo oficialmente una reducción del 6% en 40 de los aeropuertos más transitados del país, pero los funcionarios federales congelaron el miércoles los planes para ampliar esas restricciones. Está previsto que durante las próximas horas se autorice a las aerolíneas a restablecer sus horarios de vuelo completos una vez que sea seguro hacerlo, según adelanta The New York Times.
“Si el equipo de seguridad de la FAA determina que las tendencias van en la dirección correcta, presentaremos un plan para reanudar las operaciones normales”, aseguró el secretario de Transportes, Sean Duffy, esta semana.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado a los controladores que se ausentaron de su puesto durante el cierre gubernamental. Y ha propuesto conceder un bono extraordinario de 10.000 dólares para aquellos que siguieron trabajando, sin faltar un solo turno, a pesar de no cobrar su sueldo.
El sistema aéreo estadounidense ya estaba sometido a mucho estrés antes del cierre gubernamental. Un elevado porcentaje de los 13.000 controladores aéreos estaban de baja. Además, había vacantes pendientes de cubrir para 3.000 plazas. El cierre administrativo ha agravado una situación que no se resolverá en unas semanas.
Más allá de las incidencias en los aeropuertos, este jueves se esperaba que funcionarios de decenas de agencias federales volvieran a la oficina y los tribunales federales, museos, oficinas y otros servicios federales restablecieran su actividad. El regreso a la actividad ha sido paulatino en algunas agencias.
Recuperar la normalidad total llevará tiempo. Aunque muchos trabajadores federales han regresado a sus centros de trabajo y se han reencontrado con sus compañeros, muchos otros servicios federales seguían cerrados. Es el caso de algunos de los museos más importantes del país.
El Instituto Smithsonian, el complejo museístico, educativo y de investigación más grande del mundo con 21 museos, anunció una apertura escalonada de sus instalaciones. Tres de sus museos reabrirán sus puertas este viernes. Se trata del Museo Nacional de Historia Estadounidense, el Museo Nacional del Aire y el Espacio y el Centro Steven F. Udvar-Hazy. Otros museos e instalaciones de la red Smithsonian reabrirán antes del lunes, según el sitio web del organismo.
También se espera que en las próximas horas la red de parques nacionales recupere su actividad normal. Aunque la mayoría de los 63 parques nacionales mantuvieron las puertas abiertas, muchos de ellos estuvieron a medio gas y con servicios limitados debido a la falta de personal.
El mayor cierre del gobierno de la historia ha dejado una muesca en la economía. El director del Consejo Económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, aseguró este jueves que el cierre del gobierno ha costado 14.000 millones de dólares, una cantidad equivalente al 1,5% del PIB, según recoge el Times. El golpe para la economía ha sido especialmente sensible en la capital y los estados limítrofes como Virginia y Maryland. Hassett calcula que se han perdido cerca de 60.000 puestos de trabajo privados por el impacto del cerrojazo presupuestario. “Lo que sucede es que, debido a la ralentización de las aerolíneas y demás, el Consejo de Asesores Económicos (CEA) estima ahora que se han perdido unos 60.000 empleos estadounidenses, no solo de empleados públicos, sino simplemente debido a la reducción de la producción”, dijo Hassett.
La Administración Trump aprovechó el cierre gubernamental para despedir a miles de funcionarios, bajo el pretexto de hacer más eficiente los servicios públicos. La medida causó una gran conmoción porque no estaba justificada. La Oficina de Administración de Personal ha emitido un comunicado informando de que se anulará los despidos de los trabajadores federales que perdieron el empleo durante el bloqueo.
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