Última hora del acuerdo en Gaza, en directo | Qatar confirma el inicio de la negociación de la segunda fase del plan de Trump para Gaza
Los cuatro cadáveres de rehenes entregados por Hamás llegan al Instituto Nacional de Medicina Forense de Israel para ser identificados


EL PAÍS ofrece de forma gratuita la última hora del conflicto árabe-israelí. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscríbete.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, ha confirmado este martes que la negociación de la segunda fase del plan de Donald Trump para Gaza ha comenzado, después de que ayer lunes Hamás entregara los últimos 20 rehenes israelíes vivos a cambio de casi 2.000 presos palestinos. Solo falta que la milicia entregue los restos de los 24 cautivos muertos que siguen en el territorio palestino. “Han comenzado las difíciles discusiones sobre cómo será [la fase 2] para dar seguridad a Gaza, administrarla y garantizar que no haya otra guerra”, ha dicho Al Ansari en declaraciones a la cadena conservadora estadounidense Fox News. La segunda fase incluye cláusulas en las que las posturas de las partes siguen muy alejadas, como el desarme o la futura administración de Gaza. Por otro lado, los cuatro cadáveres de rehenes entregados por Hamás han llegado al Instituto Nacional de Medicina Forense de Israel para ser identificados.
Al menos cuatro muertos en un ataque israelí con drones en el norte de Gaza
Al menos cuatro personas han muerto este martes en Ciudad de Gaza, en el norte del enclave, por un ataque con drones del ejército israelí, pese al alto el fuego, según informa la agencia palestina de noticias Wafa.
Por otro lado, el ejército israelí ha informado de la muerte de tres “sospechosos” que se habían acercado a las tropas en el norte del enclave.
Según recoge la agencia, el dron disparó a estas tres personas mientras inspeccionaba su casa, en el este de la capital.

Qatar confirma el inicio de la negociación de la segunda fase del plan de Trump para Gaza
El plan de Trump para Gaza superó prácticamente este lunes su primera fase tras el canje de los 20 rehenes israelíes vivos a cambio de casi 2.000 presos palestinos, solo a falta de que Hamás entregue los restos de los 24 cautivos muertos que siguen en el territorio palestino. Ese requisito es difícil de cumplir por la probable dispersión de los restos, los desplazamientos masivos y la destrucción.
Ahora, el plan que ha permitido el alto el fuego en la Franja que entró en vigor el viernes, afronta un nuevo y probablemente más complicado reto: negociar su segunda fase, que incluye cláusulas en las que las posturas de las partes siguen muy alejadas.
Esa negociación ya ha comenzado, ha informado este martes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar, Majed al-Ansari, en declaraciones a la cadena conservadora estadounidense Fox News.
Al Ansari confirmó lo que ya se suponía, es decir, que la discusión de varios de esos aspectos peliagudos, como el desarme o la futura administración de Gaza, se ha aplazado hasta ahora “para asegurar que la primera fase [especialmente el canje de rehenes por prisioneros palestinos] se llevara a cabo”.
“Han comenzado las difíciles discusiones sobre cómo será [la fase 2] para dar seguridad a Gaza, administrarla y garantizar que no haya otra guerra” ha añadido.
Además del desarme de Hamás, que Israel pretende completo y la milicia, parcial, en esta segunda ronda negociadora se abordará la creación de una autoridad “tecnocrática y apolítica” de palestinos y expertos internacionales que gestione el día a día de la Franja, en la que no estará representado Hamás. El grupo se opone a que esa autoridad tecnocrática sea sometida a la tutela de la bautizada como “Junta de la Paz”, un organismo internacional que presidiría el propio Trump y en la que tendría un papel predominante el ex primer ministro británico Tony Blair, una figura muy impopular para los palestinos.
Por primera vez, las imágenes de personas llorando que llegaron ayer desde Oriente Próximo tenían un significado diametralmente opuesto a las que desgraciadamente el mundo ha estado observando a diario en los últimos dos años. Desde Ramallah o Rafah, en Palestina, o Tel Aviv, en Israel, madres, hermanos y amigos festejaban emocionados el retorno de sus seres queridos tras años sin verlos. Los 20 rehenes que quedaban vivos en Gaza de los 251 que Hamás secuestró el 7 de octubre de 2023 fueron entregados a sus familias. Israel puso en libertad a unos 2.000 presos palestinos, algunos de los cuales llevaban décadas en cárceles israelíes. Los camiones de ayuda humanitaria entraron en Gaza.
Como dice algún experto en Oriente Próximo, si Trump consigue realmente acabar con el conflicto de Gaza, no merecerá en años venideros el Nobel de la Paz, sino también el de Física y el de Química. De momento, ha triunfado donde su más conciliador antecesor en la Casa Blanca, Joe Biden, y la más conciliadora UE fracasaron: la aprobación de un acuerdo de paz.
“Castilla con Palestina”, reivindica la pintura blanca sobre un muro de ladrillo de barrio Belén de Valladolid. Varios carteles informan de una manifestación pasada contra el genocidio israelí sobre Gaza. Allí hubo niños con la bandera blanca, negra, verde y roja, cantando: “Que viva la lucha del pueblo palestino”. Fayad Abumuaileq se emociona al recordar esa conexión entre Valladolid, su hogar, y Palestina, su cuna, donde sufren sus familiares y compatriotas bajo la invasión de Israel. El gazatí, de 35 años, lleva los últimos dos pendiente de malas noticias en casa mientras intenta que el Ministerio de Exteriores agilice que sus parientes, con estatus de protección internacional y que ya han estado antes en España, escapen del horror. La compleja diplomacia frustra los ánimos de Abumuaileq, receloso del acuerdo de paz de su tierra, por si se traicionara el pacto. “Estoy orgulloso de vivir en un país que apoya a Gaza, ojalá haya otras 100 Flotillas llevando ayuda y que lleguen sanas”, desea.
En un artículo titulado La tristeza del alto el fuego, publicado en EL PAÍS el pasado día 9, el filósofo Santiago Gerchunoff sugiere que quienes no aplauden con entusiasmo la tregua en Gaza son unos egoístas incapaces de alegrarse por la paz y prefieren su causa a la felicidad ajena. Se trata de occidentales expuestos a una súbita pérdida de sentido. “Lo que podría extinguirse con el alto el fuego” —escribe Gerchunoff— “es la urgencia de su causa”. Permítaseme, con el debido respeto, el gusto de discrepar.
Trump defiende la reconstrucción de Gaza pero elude el reconocimiento de un Estado palestino
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se negó este lunes a abordar directamente si apoya el reconocimiento de un Estado palestino después de que él y varios líderes mundiales firmaran un acuerdo de alto el fuego en Gaza durante una cumbre en Egipto y acudieran a una reunión sobre el futuro y la reconstrucción de Gaza.
“No voy a hablar de un solo Estado ni a un doble Estado ni a dos Estados; nos referimos a la reconstrucción de Gaza”, declaró Trump a la prensa a bordo del Air Force One durante su vuelo de regreso a Washington desde Oriente Próximo. El mandatario reconoció que “mucha gente”, como el caso de la mayoría de líderes árabes, demanda una solución al conflicto palestino-israelí con dos Estados y qué él no tiene una posición. “Habrá que ver. No he comentado nada al respecto”, añadió.
No obstante, el mes pasado, durante un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el líder estadounidense se refirió al impulso de la solución de dos Estados como una “recompensa” para Hamás.
La Casa Blanca publicó este lunes la declaración firmada por los países mediadores entre Israel y Hamás —Estados Unidos, Egipto, Qatar y Turquía— sobre el acuerdo de paz en la Franja de Gaza, donde las cuatro naciones se comprometen a implementar el pacto para asegurar la estabilidad en la región tanto para palestinos como para israelíes. Del mismo modo, Trump reconoció que no puede garantizar que la paz en Gaza vaya a mantenerse después de su presidencia, pero saldrá “a luchar” para que se mantenga “con quien haga falta”. (Efe)
“Finalmente estáis de vuelta en casa”, decía la pancarta que Korin Cohen Ben Yakar sujetaba este lunes sobre las piernas en su silla de ruedas en la plaza de los Rehenes y Desaparecidos de Tel Aviv. En ese lugar que ha visto tantas lágrimas en los dos años transcurridos desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, esas lágrimas eran el lunes, sin embargo, de alegría, de “felicidad”, decía esta mujer de 57 años y quienes, a su lado, no podían contener tampoco el llanto. Una pantalla gigante mostraba al mismo tiempo cómo los coches que transportaban a los primeros rehenes israelíes liberados en Gaza ―siete de los últimos 20 aún vivos― circulaban ya por una carretera israelí. Poco antes, Hamás los había entregado a la Cruz Roja y esta, al ejército israelí.
Ibtisam y Raed Imram están hechos polvo. Nada calma su llanto. Ni los abrazos, ni las bienintencionadas frases de consuelo. Hace tres días, su hermano Muhammad aparecía en el listado inicial de los 100 (de un total de 2.000) presos palestinos que serían excarcelados este lunes en su Cisjordania natal, en el marco del canje con Hamás por los últimos 20 rehenes israelíes vivos. En el listado definitivo, publicado la misma mañana de la liberación, figuraba ya, sin embargo, entre los 154 expulsados a Egipto, a consecuencia de los opacos cambios que las autoridades israelíes introdujeron a última hora, aprovechando su posición de fuerza y que el presidente de EE UU, Donald Trump, volaba ya hacia Israel para exhibir su éxito ante el Parlamento. “Esperaba ver hoy a Muhammad. Pensaba que quizás la lista estuviese equivocada… pero por desgracia no ha venido”, aseguraba Ibtisam en el Palacio Cultural de la ciudad cisjordana de Ramala, mientras otras familias trataban de animarlos con expresiones como “Todo está en manos de Dios” u “Ojalá aún aparezca”, o corrían a su lado para recibir a los suyos. Nunca llegó. El último autobús con reclusos arrancó vacío y sus dos hermanos regresaron cabizbajos al coche en el que habían viajado dos días antes desde la zona de Hebrón con la convicción de que volverían a abrazarlo este lunes.
Buenos días. Arrancamos la narración en directo de la última hora de la guerra de Israel en Gaza y el plan de paz, en este martes 14 de octubre, un día después de que Hamás entregara a los últimos 20 rehenes israelíes con vida y que se celebrara una conferencia de paz en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, con la presencia de una veintena de líderes mundiales. Israel, además, puso en libertad a unos 250 (de un total de 2.000) presos palestinos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.