Trump intenta arrancar concesiones económicas a México y Canadá en su mes de gracia con los aranceles
El presidente de Estados Unidos justifica los gravámenes por el fentanilo y la inmigración, pero su retórica señala continuamente al déficit comercial y a la UE como el próximo objetivo
Donald Trump tiene un doble discurso sobre los aranceles. Por un lado, los justifica formalmente en sus decretos aludiendo al tráfico de drogas y al fentanilo; en el caso mexicano añade la inmigración ilegal. Por otro, deja claro en sus intervenciones que lo que le molesta más es el déficit que tiene con sus principales socios comerciales. El presidente de Estados Unidos retrasó el lunes la entrada en vigor de los aranceles del 25% a México y Canadá hasta el 4 de marzo, un mes más tarde de lo previsto. Intentará aprovechar ese mes de plazo para arrancar a su dos vecinos concesiones económicas, mientras pone la diana en la Unión Europea como siguiente objetivo.
En teoría, la pausa de un mes en la aplicación de tarifas arancelarias responde a las concesiones hechas por México y Canadá en relación con el narcotráfico y la inmigración. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ofrecieron destinar más medios a blindar las fronteras, además de asumir otros compromisos. Pero lo que Trump quiere enjugar es el déficit comercial con esos países y para eso negociará el próximo mes.
A Trump le preguntaron el domingo qué podían hacer Canadá y México para evitar los aranceles. “Tienen que equilibrar su comercio, número uno”, contestó, antes de citar los otros pretextos. De hecho, el presidente de Estados Unidos reconoció que en su conversación con Trudeau habló de las dificultades regulatorias que encuentran los bancos estadounidenses para operar en Canadá, algo que nada tiene que ver con el fentanilo.
Trump ha encargado liderar las negociaciones sobre aranceles al secretario de Estado, Marco Rubio; al de Comercio, Howard Lutnick, y al del Tesoro, Scott Bessent, no a los responsables de salud pública o inmigración.
Tras referirse a las medidas de México para blindar la frontera, el presidente dijo este lunes en la Casa Blanca: “Hemos acordado hablar y considerar otras cosas. Todavía no hemos acordado los aranceles, y tal vez lo hagamos, tal vez no”. “Vamos a tener una gran negociación con México. Yo también estaré involucrado, y la presidenta Sheinbaum estará involucrada para ver si podemos o no llegar a un acuerdo sobre los aranceles”, insistió.
“No nos tratan bien en Canadá”
Pero con quien se despachó con más saña fue con su vecino del norte. “No nos tratan bien en Canadá, y tienen que tratarnos bien. ¿Sabías que a los bancos estadounidenses no se les permite hacer negocios en Canadá? ¿Puedes creerlo? Y esa es una de las muchas cosas de las que hablamos, y creo que ganaremos en la mayoría de los temas”, dijo. “Es muy difícil hacer negocios con ellos, y no podemos dejar que se aprovechen de Estados Unidos. En su mayor parte, no compran nuestros productos agrícolas. No compran nuestros coches. Fabrican coches, pero básicamente no compran nuestros coches”, continuó, con temas que no tienen nada que ver con los carteles del narcotráfico.
“No los necesitamos para fabricar nuestros coches. No los necesitamos para que nos den madera. No los necesitamos para los productos agrícolas, porque tenemos toda la agricultura que necesitamos. No compran nuestros productos agrícolas, en su mayor parte, nuestra leche, productos lácteos, etcétera. Un poco sí, pero no mucho. Nosotros compramos los suyos. Y en lo que respecta a los coches, tienen un gran porcentaje, casi el 19% del mercado. Me gustaría fabricar nuestros coches en Estados Unidos. Así que tenemos un problema ahí. No necesitamos a Canadá para fabricar nuestros coches”, insistió, dejando clara que la preocupación no es tanto por la frontera como de índole económica.
Desequilibrio comercial
De enero a noviembre de 2024, Estados Unidos importó bienes de México por valor de 466.600 millones de dólares, compró a Canadá mercancía por 337.200 millones e importó de China productos por 401.400 millones. El mayor déficit comercial en ese periodo fue con China, por importe de 270.400 millones, seguido por México (157.200 millones) y Canadá (55.000 millones). Trump ha exagerado esos números una y otra vez y los ha presentado falsamente como subvenciones.
La Casa Blanca subraya que el comercio representa el 67% del producto interior bruto de Canadá, el 73% del PIB de México y el 37% del PIB de China, pero solo supone el 24 % del PIB de Estados Unidos. En 2023, el déficit comercial de bienes de Estados Unidos fue el mayor del mundo, con más de un billón de dólares. Son las cifras que Trump quiere corregir con su agresiva diplomacia del chantaje.
“Tenemos grandes déficits con Canadá, como con todos los países. Quiero decir, cuando miro algunos de los acuerdos que se han hecho, me digo: ‘¿Quién demonios ha hecho esto?’. Estos acuerdos son muy malos”, dijo Trump. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC o USMCA) que regula las relaciones comerciales entre los tres países fue negociado por Trump en su anterior mandato. La presión sobre los dos vecinos puede llevar a una revisión del acuerdo o a un reequilibrio de la relación comercial por la vía de los hechos.
El presidente reiteró que le gustaría que Canadá se convirtiera en el Estado número 51 de Estados Unidos, aunque reconoció que mucha gente le dice que es muy difícil. Él subrayó que, de unirse al país, no tendrían aranceles, su palabra mágica para todo.
La UE, en la diana
Trump ha empezado a usar contra la Unión Europea la misma retórica que emplea contra su vecino del norte. “Tenemos déficits masivos con la Unión Europea, masivos como 350.000 millones de dólares, si te lo puedes creer. No compran nuestros productos agrícolas, no compran nuestros coches. No compran casi nada. Pero nosotros compramos sus coches. Tenemos millones de coches que vienen, BMW, Mercedes Benz y Volkswagen y tantos coches diferentes, y no hacemos nada al respecto, y no les cobramos aranceles. Hacen imposible vender coches en la Unión Europea. Hacen que vender un producto agrícola sea muy difícil. En realidad, no lo aceptan. Y tienen muchas excusas. Algunas de ellas son los pesticidas y los diferentes productos químicos utilizados. Pero lo usan como excusa para no comprar nuestro producto”, atacó este lunes.
“Se lo pregunté a un par de líderes. No quiero usar nombres, pero ¿cuántos Chevrolet o Ford ves en el centro de Múnich? La respuesta es ninguno, porque no aceptan ningún coche. No aceptan nada. Así que Europa ha abusado de Estados Unidos durante años, y no pueden hacer eso, y quieren llegar a un acuerdo”, aseguró.
Trump está convencido de poder mejorar su balanza comercial por la vía de la presión arancelaria. “No hay nadie que no quiera llegar a acuerdos. Han sido abusadores y quieren llegar a acuerdos. Así que ya veremos, pero creo que tendremos algunos muy justos. Todo lo que queremos es un trato justo”, argumentó, subrayando los aranceles y trabas comerciales que ponen otros países a los productos estadounidenses
“Hay una palabra: recíproco. Yo impondría ahora mismo aranceles recíprocos para todos, porque muchos de los países a los que parece tan horribles la forma en que Trump los trata y dices: ‘Oh, el presidente Trump es tan terrible con ellos’, pues ellos nos cobran aranceles. En la Unión Europea es un IVA, que está por las nubes, es algo similar a un arancel. Y en Canadá, ya hablé de los bancos y la gente no lo dice. No les gusta decirlo”, continuó su diatriba.
“Nos están estafando mucho, y Estados Unidos está cansado de que le estafen y punto. Y por eso tenemos una deuda de 36 billones de dólares. La tenemos por una razón, porque hacemos malos tratos con todo el mundo, y no lo permitiremos más”, agregó. “Al final, o bien van a pagar aranceles muy, muy sustanciales, o van a llegar a algún tipo de acuerdo”, concluyó
“Los aranceles son muy poderosos, tanto económicamente como para conseguir todo lo demás que quieres”, indicó, señalando el ejemplo de las deportaciones a Colombia. “Cuando eres la gallina de los huevos de oro, los aranceles son muy buenos, son muy poderosos, y van a hacer que nuestro país sea muy rico”
La Casa Blanca sostiene que “el acceso al mercado estadounidense es un privilegio”. Y Trump está dispuesto a hacer pagar por él.
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