Von der Leyen lanza en Davos la respuesta europea a Trump: más cooperación con otros países y más integración de la UE
La presidenta de la Comisión Europea sostiene que Bruselas está lista para negociar con Washington, pero que no renunciará a sus principios
Un día después de la toma de posesión de Donald Trump en Estados Unidos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha esbozado en el Foro de Davos la respuesta europea al desafío de la nueva época trumpista. La líder comunitaria manifestó este martes la disposición europea a negociar con la nueva Administración de EE UU sin renunciar a sus principios, pero esbozó los contornos de una estrategia europea para capear el nuevo oleaje: un fuerte empuje a la cooperación internacional con otros socios, aunque sean autoritarios, allá donde haya intereses mutuos, y un gran salto en la integración comunitaria.
En un tiempo que se prevé de deterioro de las relaciones con EE UU, el mensaje de Von der Leyen fue claro: “Este nuevo compromiso con los países de todo el mundo no es solo una necesidad económica, sino también un mensaje para el mundo. Queremos más cooperación con todos los que estén abiertos a ello. Nuestros valores no cambian. Pero para defender estos valores en un mundo cambiante, debemos cambiar nuestra forma de actuar. Debemos buscar nuevas oportunidades dondequiera que surjan. Este es el momento de comprometerse más allá de los bloques y los tabúes. Y Europa está lista para el cambio”.
La presidenta señaló que el primer viaje de su nueva Comisión será a la India, y manifestó explícitamente la voluntad de: “profundizar nuestra relación con China y, cuando sea posible, incluso ampliar nuestros lazos comerciales y de inversión”, a la vez que se busca reducir los riesgos de dependencia. “Nuestro mensaje es simple: si hay beneficios mutuos a la vista, estamos listos para cooperar”, dijo.
Von der Leyen esgrimió los recientes acuerdos comerciales con Mercosur, México y Suiza como pruebas de una estrategia que tiene sentido y recorrido a la vista de los cambios geopolíticos, y reiteró el apego europeo al Acuerdo del clima de París tras la espantada de Trump.
La otra pata en la que debe basarse la estrategia europea en esta época de turbulento cambio, según la presidenta de la Comisión, es un salto en la integración comunitaria. Von der Leyen señaló tres áreas específicas.
La primera, la construcción de un auténtico mercado común de capitales, que permita canalizar adecuadamente el gran ahorro de los europeos —alrededor de 1,4 billones de euros frente a los 800.000 millones de los estadounidenses, según sus datos— hacia inversiones en sectores estratégicos.
La segunda es la creación de un entorno legislativo y burocrático más propicio para la innovación. Para ello subrayó la idea de crear una suerte de Estado legal número 28 de la Unión que facilite a las empresas innovadoras operar en todo el mercado común con un único conjunto de normas de referencia. Fuentes del sector de la inteligencia artificial consultadas en el Foro de Davos observan con mucha esperanza estos pasos adelante y la toma de conciencia de que esta carrera tecnológica es un reto que requiere una respuesta unitaria.
La tercera es completar la unión energética, un asunto fundamental para garantizar la competitividad europea y contribuir a mantener los costes bajos para los ciudadanos. Von der Leyen anunció que la Comisión presentará en febrero un plan con ese propósito.
Después de Von der Leyen, intervino en el Foro de Davos Ding Xuexiang, viceprimer ministro chino. El representante del gigante asiático lanzó, sin mencionar a Trump, andanadas contra los impulsos proteccionistas y trató de seguir cultivando el mensaje que busca posicionar a Pekín como una fuerza estabilizadora en las turbulentas aguas globales. Ding expresó la voluntad china de sostener una “globalización económica inclusiva”, alegando que la única manera de corregir las distorsiones creadas por el proceso de integración económica mundial es a través del desarrollo de ese modelo, no revirtiéndolo.
Ding también subrayó la aspiración de China a mantener un sistema de gobierno global de carácter multilateral en tiempos de creciente fragmentación y polarización. Preguntado acerca del papel de China en este periodo, Ding citó un proverbio chino según el cual hay que juzgar a las personas tanto por lo que dicen como por lo que hacen. En este segundo aspecto, cabe recordar que China, por ejemplo, no respetó una sentencia de un tribunal internacional en materia de derecho del mar, claro emblema del sistema multilateral que dice defender.
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