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Trump deroga las sanciones a colonos violentos de Israel y se muestra pesimista sobre el alto el fuego en Gaza

“No es nuestra guerra, es su guerra, pero creo que están muy débiles en el otro bando”, dice sobre Hamás el presidente de EE UU, en un guiño a los ministros más radicales del Gobierno de Netanyahu

Donald Trump
Donald Trump saluda a familiares de rehenes israelíes en Gaza, este lunes en Washington.Associated Press/LaPresse Evan Vucci (APN)
Antonio Pita

La batería de decretos y declaraciones del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su primer día de vuelta en la Casa Blanca ha sepultado varios pronunciamientos sobre Oriente Próximo que cobrarán particular importancia en las próximas semanas, unas ideas que han alegrado a los ministros más radicales de la coalición que lidera Benjamín Netanyahu.

La principal decisión que afecta al conflicto de Oriente Próximo adoptada por Trump es la derogación del régimen de sanciones contra colonos violentos que el presidente Joe Biden puso en marcha en febrero de 2024 y que suponía una medida inédita contra ciudadanos israelíes por parte de su principal aliado, EE UU.

Se trata de una mezcla de medidas contra empresas y particulares por su implicación en ataques contra civiles palestinos en Cisjordania, que suelen tomar forma de agresiones físicas, hostigamiento o quema de sus casas y vehículos. Es una de las 78 órdenes ejecutivas de Biden que el presidente republicano ha revocado en su primer día en la Casa Blanca. La ha firmado justo mientras decenas de colonos radicales incendiaban viviendas y vehículos en el poblado cisjordano de Al Funduq.

Además de esta medida, Trump ha opinado sobre el alto el fuego entre Israel y Hamás que entró en vigor el domingo y cuyo equipo ayudó a forjar, junto con la Administración saliente de Biden. EE UU no solo medió en el acuerdo, sino que es también su garante, junto con Egipto y Qatar y, en la práctica, lo que decida Trump a partir de ahora determinará casi toda su suerte.

La tregua tiene tres fases, con vocación de convertirse en permanente. Los socios ultranacionalistas de Netanyahu aseguran que este les ha prometido reanudar los combates cuando acabe la primera, dentro de mes y medio, con la entrega por Hamás de 33 de los 98 rehenes, las próximas cuatro este sábado. Este lunes, a preguntas de una periodista sobre si confía en que aguante el alto el fuego, Trump respondió: “No estoy seguro. Esa no es nuestra guerra, es su guerra, pero creo que están muy débiles en el otro bando [Hamás]”.

Un palestino pasa entre edificios destrozados por los bombardeos israelíes, este martes en Rafah, en el sur de Gaza.
Un palestino pasa entre edificios destrozados por los bombardeos israelíes, este martes en Rafah, en el sur de Gaza.Mohammed Salem (REUTERS)

Luego, inició uno de sus habituales discursos inconexos, que recordó a las palabras que su yerno, Jared Kushner, pronunció en febrero de 2024, ya con Gaza llena de escombros. Kushner —que como asesor de Trump en su primera legislatura propuso un acuerdo de paz tan parcial hacia Israel que acabó en un cajón y promovió el histórico traslado de la Embajada de Tel Aviv a Jerusalén— dijo en una entrevista: “La propiedad en el litoral de Gaza puede tener mucho valor [...] si la gente se centrase en construirse una vida”.

Las palabras de Trump este lunes han sido: “He visto una foto de Gaza. Es como un lugar de demolición masiva. Tiene que ser reconstruido de una forma distinta. Gaza es interesante. Tiene una ubicación estupenda. Está junto al mar. Con el mejor clima. Todo es bueno. Se pueden hacer cosas fantásticas en Gaza”.

La periodista le preguntó si EE UU contribuirá a la reconstrucción (“Puede ser”, respondió) y cómo ve el futuro del enclave palestino. “Desde luego no puedes tener a la gente que estaba allí”, señaló en referencia al Gobierno de Hamás desde 2007, porque “la mayoría está muerta” y “no lo gobernó precisamente bien”.

Ni ocupación ni asentamientos

Trump hizo un discurso aislacionista y subrayó que quiere ser recordado como un “pacificador”, pero ha nombrado en puestos clave a personas con posiciones muy cercanas a la derecha israelí más extrema. Su próximo embajador en Jerusalén, Mike Huckabee, defiende que “no existe” Cisjordania (insiste en usar el término bíblico y oficial en Israel de Judea y Samaria), ni el pueblo palestino, ni la ocupación militar israelí desde 1967 (tras la Guerra de los Seis Días), ni los asentamientos judíos construidos desde entonces en Cisjordania y Jerusalén Este, sino “comunidades, barrios, localidades…”. El actual acuerdo de coalición de Netanyahu defiende el derecho “único y exclusivo” del pueblo judío a toda la Tierra de Israel, el concepto bíblico que engloba las actuales Israel y Palestina, y promete promover la colonización judía.

Netanyahu, que ya alabó el “histórico regreso” de Trump cuando ganó las elecciones, el pasado noviembre, lo ha felicitado ahora por su investidura con similar entusiasmo: “Creo que trabajando juntos de nuevo, llevaremos la alianza entre Estados Unidos e Israel a niveles aún mayores” y “completaremos la derrota del eje del terrorismo de Irán y marcaremos el inicio de una nueva era de paz y prosperidad para nuestra región”.

Un palestino mira un lugar atacado por colonos israelíes, en el pueblo de Yinsafut, en Cisjordania, este martes.
Un palestino mira un lugar atacado por colonos israelíes, en el pueblo de Yinsafut, en Cisjordania, este martes.Majdi Mohammed (AP)

Netanyahu lamentó en su momento la aprobación de las sanciones a los colonos israelíes, argumentando que su país “actúa contra todos aquellos que vulneran la ley en cualquier lugar” (los colonos violentos disfrutan en realidad de un clima de impunidad) y recordando que muchos habitantes de los asentamientos estaban luchando aquellos días “como fuerzas regulares o reservistas en la defensa de Israel”, en referencia a la invasión de Gaza.

Este martes, Netanyahu no se ha pronunciado sobre la revocación de las sanciones, pero sí los líderes de sus socios ultraderechistas de coalición, que residen en asentamientos y vienen promoviendo la colonización desde su llegada al poder a finales de 2022. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha agradecido al nuevo presidente de EE UU su “apoyo inquebrantable e inflexible al Estado de Israel”. “Muestra su profunda conexión con el pueblo judío y nuestro derecho histórico a nuestra tierra”, ha añadido. El titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha aplaudido la corrección del “gran error” que cometió una Administración “sesgada” en favor de los palestinos.

Munición sin restricciones

El embajador saliente de EE UU, Mike Herzog, señaló este lunes que espera que Trump restablezca el suministro sin restricción alguna de bombas de una tonelada de fabricación estadounidense. Es un tipo de munición que mata a quien se encuentre a decenas de metros y ha producido algunas de las mayores matanzas en Gaza, incluidas familias enteras.

En realidad, Biden proporcionó la cifra récord de 18.000 millones de dólares en armamento y munición y bloqueó toda condena en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de una de las campañas de bombardeos más intensas desde la II Guerra Mundial. Solo retuvo un envío de bombas de una tonelada, en mayo de 2024, para evitar su uso en la zona de Rafah, a la que habían escapado cientos de miles de desplazados. Biden había marcado la invasión como línea roja, pero luego rechazó condenarla, al considerarla “limitada”. Acabó siendo total y dejando barrios enteros en ruinas.

La decisión sobre las bombas de una tonelada generó una crisis entre los gobiernos de ambos aliados férreos y críticas de la comunidad judía estadounidense, mayoritariamente demócrata, que Netanyahu aprovechó para movilizar a los republicanos contra Biden.

El desde este lunes mandatario de EE UU ha restablecido, además, las sanciones que Biden suspendió contra el Tribunal Penal Internacional, cuyo fiscal jefe, Karim Khan, emitió hace dos meses órdenes de arresto contra Netanyahu y Yoav Gallant (su ministro de Defensa durante gran parte de la invasión de Gaza) por la presunta comisión de crímenes de guerra y contra la humanidad.

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Sobre la firma

Antonio Pita
Corresponsal para Oriente Próximo, tras cubrir la información de los Balcanes en la sección de Internacional en Madrid. De vuelta a Jerusalén, donde ya trabajó durante siete años (2007-2013) para la Agencia Efe. Licenciado en Periodismo y Máster de Relaciones Internacionales y Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid.
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