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El alcalde de Nueva York, en el punto de mira por presuntas donaciones de Turquía a su campaña en 2021

Una investigación federal desencadena una redada del FBI en el domicilio de una estrecha colaboradora del regidor encargada de recaudar fondos

María Antonia Sánchez-Vallejo
Eric Adams
Eric Adams, alcalde de Nueva York, el 20 de diciembre de 2022 en un acto público.Ted Shaffrey (AP)

Poco después de que el senador demócrata Robert Menendez, que preside el Comité de Exteriores de la Cámara alta, fuese acusado de recibir dinero de Egipto, el alcalde de Nueva York, el también demócrata Eric Adams, se ve salpicado por los presuntos vínculos de su campaña con donaciones procedentes de Turquía. La investigación federal sobre el origen de modestas aportaciones de una desconocida universidad turca en Washington al capital de Adams ha caído como una bomba en vísperas de las elecciones locales, que se celebran este martes, y empañan las expectativas del regidor para ser reelegido en 2025. Una redada del FBI en la residencia de una de las principales recaudadoras de fondos de Adams, Brianna Suggs, de 25 años, destapó la caja de Pandora el pasado jueves.

Los indicios establecen que menos de dos meses antes de las elecciones municipales de 2021, la campaña de Adams recibió cinco donaciones de 2.000 dólares cada una de personas que figuraban como empleados de la Bay Atlantic University, una pequeña institución de titularidad turca con sede en Washington. Estas contribuciones están siendo analizadas en el marco de la investigación federal. La campaña devolvió todas las donaciones en cuestión de semanas porque, según un portavoz del alcalde, “tenía más dinero del que podía gastar”.

Además de la casa en Brooklyn de Suggs, que pese a su juventud colabora con el alcalde desde que este presidía ese condado, la investigación federal también apunta a KSK Construction, una empresa de construcción propiedad de un ciudadano de origen turco que también hizo más de una docena de donaciones a la campaña del alcalde para 2021. KSK, que está especializada en edificios residenciales y hoteles, tiene una discreta sede en Brooklyn y su fachada, al menos la semana pasada, no daba muestras de actividad, pese a que, según los registros municipales, tiene a 33 empleados en activo en obras en Brooklyn, Manhattan, Queens y el Bronx.

Según la documentación a la que ha tenido acceso el diario digital The City, uno de los numerosos, y excelentes, medios online de información local, años antes de que se hiciera pública la implicación de KSK en la supuesta trama en torno al alcalde, el director general de la empresa, Erden Arkan, dirigía otra empresa llamada Kiska Construction. La compañía estuvo relacionada con dos escándalos de corrupción consecutivos vinculados con sobornos a trabajadores municipales en grandes proyectos de obras públicas en 2007 y 2008.

La cuestión es si la campaña de Adams conspiró con la universidad y la empresa constructora para canalizar ilegalmente dinero extranjero a las arcas de la campaña. Según la ley federal, es ilegal que cualquier campaña federal o local acepte dinero de ciudadanos extranjeros porque de lo contrario los implicados, como recuerda la imputación de Menendez, son acusados de ser “agentes extranjeros”. Según una orden federal obtenida por el diario The New York Times, los investigadores están estudiando una posible connivencia entre la campaña y el Gobierno turco, entre otras actividades ilegales. La redada se produce meses después de que la fiscalía de Manhattan acusara a seis personas de coordinar presuntamente donaciones ilegales a la campaña del alcalde para 2021.

Adams, que visitó la sede de la universidad en Turquía en 2015, ha respondido mediante un comunicado publicado el viernes que está “indignado y furioso si alguien intentó utilizar la campaña para manipular nuestra democracia y engañarnos”. El regidor afirma no tener conocimiento de actividades indebidas de recaudación de fondos ni de la implicación de dinero extranjero. No es el primer escándalo que le acecha, pero sí el más grave; tanto, que el jueves le obligó a cancelar sobre la marcha una visita programada desde hace meses a la Casa Blanca y regresar a la ciudad a la carrera. Su reelección, en 2025, parece hoy más dudosa, pese a que un alcalde demócrata en Nueva York resulta casi imposible de batir. Su maquinaria de recaudación de fondos funciona a pleno rendimiento, disuadiendo a cualquier competidor potencial, pero las acusadas diferencias de Adams con el ala izquierda de su partido, que pueden ahondarse en este caso, más las dos investigaciones penales, federal y local, sobre su maquinaria de recaudar fondos, han dado alas a sus enemigos políticos, que critican especialmente su gestión de la crisis migratoria.

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