El primer ministro de Perú: “Tenemos que avanzar hacia un proceso de reconciliación nacional”
Alberto Otárola visita Europa para explicar la política de la presidenta Dina Boluarte seis meses después de unas protestas sociales que acabaron con la muerte de 60 personas
“Perú está de vuelta”. Con esta frase saluda Alberto Otárola (Huaraz, 56 años), presidente del consejo de ministros de Perú, que realiza estos días una visita a Madrid y París. “Queremos explicar el proceso político reciente y nuestra decisión de trabajar arduamente en la agenda social. Debemos cerrar la brecha”, afirma el premier. Abogado, experto en derechos humanos y en dos ocasiones ministro de Defensa, Otárola es una de las caras más visibles y relevantes del Ejecutivo de la presidenta peruana, Dina Boluarte. La primera mujer en el cargo en el país andino juró hace seis meses, tras la destitución de Pedro Castillo, acusado de organizar un autogolpe de Estado el 7 de diciembre. El mandato de la presidenta arrancó con protestas sin precedentes que paralizaron el país, bloquearon carreteras y aeropuertos y acabaron con 60 personas muertas. Organizaciones de derechos humanos lamentaron un “uso ilegítimo de la violencia” por parte de las fuerzas de seguridad del Estado y, según denunció Amnistía Internacional, “ejecuciones extrajudiciales”.
Pregunta. ¿Qué opina de esas declaraciones de Amnistía Internacional?
Respuesta. Creo que esas conclusiones las tendrá que decir un juez y no Amnistía Internacional. Hemos invitado a los relatores de Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y abierto las puertas de las instituciones para que hagan su trabajo. Valoramos esos informes, pero vamos a esperar a la investigación y a los jueces, que es lo que nos toca hacer como demócratas. Hoy mismo [por el martes], la presidenta Boluarte ―con su talante de profundo respeto por las instituciones y por el derecho a la verdad del país― está declarando ante la Fiscalía por estos hechos. No se ha acogido a su derecho al silencio para que empecemos a saber la verdad. Una de las cosas que deberían investigar estos organismos es, por ejemplo, cuánto daño han hecho estas protestas violentas al turismo y a la economía. Antes de la pandemia, nos visitaban cuatro millones de turistas. El año pasado, fueron 1,9 y el presente ejercicio esperamos superar los 2,2 millones. Considero que es un buen avance. Pero no nos vamos a quedar ahí: tenemos que dar impulso. Tenemos que avanzar hacia un proceso de reconciliación nacional.
P. ¿Cómo está ahora Perú?
R. Precisamente, mañana [por este miércoles] se cumplen seis meses del golpe de Estado perpetrado por el expresidente Castillo. Han sido momentos muy duros, sobre todo los primeros meses, cuando tuvimos que enfrentar esas manifestaciones. Actualmente, no existe esa protesta, no hay carreteras bloqueadas y hemos conseguido que el Estado proteja el derecho a la paz y la tranquilidad de los peruanos. Hemos retomado el camino del crecimiento económico, hemos empezado a recuperar el turismo, generar confianza y, sobre todo, a trabajar en una agenda social. Como dice la presidenta Boluarte, a cerrar la brecha [social]. Esa es la agenda que ahora hemos venido a contar.
P. ¿Cómo han conseguido avanzar en ese proceso de apaciguamiento?
R. El factor decisivo ha sido establecer un diálogo con los actores sociales, con los gobernadores regionales, con los alcaldes… Y hemos encontrado mucha empatía. Hemos trazado una agenda de desarrollo: hemos encontrado más de 2.600 proyectos trabados, con asignación presupuestaria, pero paralizados por la incompetencia del Gobierno. De ahí que se entienda que la protesta social vivida haya sido legítima en el sentido de discutir o cuestionar la demagogia que venía desde el Estado. Pero también hubo un grupo pequeño, organizado y violento, que trató de soliviantar el Estado de derecho. Entonces, se produjo ese enfrentamiento, con cerca de 60 muertos que nosotros lamentamos y que hemos llorado. Esos fallecidos son del señor Castillo: él ha propiciado esa violencia desde prisión.
P. ¿Qué pasó el 7 de diciembre de 2022?
R. Ese día confluyó el nerviosismo por las investigaciones de corrupción contra Castillo y el apresuramiento. Tenían el Gobierno, pero buscaban el poder e implementar un Estado autoritario. No tengo duda de que este golpe había sido preparado con anticipación. Castillo no está preso por el golpe, que se lo merecería, sino por corrupto. Justamente, una de las luchas de la presidenta Boluarte es contra la corrupción.
P. Podríamos decir que es un problema endémico del país.
R. En Perú tenemos un modelo mixto presidencial-parlamentario que se relaciona con la crisis democrática que hemos vivido. Los parlamentarios no se pueden reelegir, lo que me parece un error. Y deberíamos tener dos Cámaras, porque sacamos leyes muy rápidas y malas. Además, hay sectores del país que no están bien representados. Tenemos una reforma política frustrada, pendiente; ahora tenemos una oportunidad. Ojalá este Congreso pueda realizarla.
P. La valoración de la presidenta Boluarte ha estado en mínimos entre los peruanos, ¿ha mejorado?
R. Dina Boluarte está mejorando Perú, como muestran los indicadores de confianza. Tenemos a la primera presidenta mujer, por primera vez en la historia; un gabinete paritario; y unos ministros a los que se les puede cuestionar, pero nunca por su falta de idoneidad. Tener un ministro que no robe en el Perú ya es una revolución. La inflación es la más baja de América Latina y pese a los problemas, vamos a crecer al 3%; hemos ejecutado un 25% más de presupuesto con respecto al Gobierno anterior; la inversión minera ha crecido un 7%... Queremos retornar al crecimiento económico, cerrando la brecha social. Ese es el mensaje de la presidenta. Los peruanos valoran que resolvamos los problemas del día a día: la seguridad ciudadana, la sanidad, o la educación. Aunque considero que tenemos que comunicarlo mejor.
P. ¿Qué implica ese aumento de la inversión minera?
R. El Perú es un país minero. Lo que nos interesa es la minería responsable. Tenemos grandes inversiones: proyectos para los próximos diez años. Uno de esos es el litio, que está en Puno. Desde el Gobierno impulsamos una política no para la extracción y exportación, sino para generar una industria del litio en el país y que, por ejemplo, se puedan fabricar baterías aquí. El litio va a ser una gran oportunidad.
P. Una de las quejas en Perú es que las decisiones de Lima no llegan ni a la sierra ni a la selva.
R. No voy a negar que hay profundas diferencias económicas: con el señor Castillo se elevó la pobreza dos puntos y eso no tiene perdón de Dios. Si hay una política pública que ha estado funcionando en Perú, independientemente del gobierno de turno, ha sido la reducción sistemática de la pobreza. A nosotros nos han caído las siete plagas: el huracán Yaku, el Niño costero, el dengue… Cada problema tiene su solución y su tiempo. El pueblo peruano tiene mucha resiliencia. Queremos crear espacios donde los peruanos, que son muy emprendedores, puedan desarrollarse y estar tranquilos. Por eso, hemos lanzado el programa económico Con Punche Perú, con una inversión de 9.000 millones de soles (unos 2.290 millones de euros), para desatascar proyectos locales. Así, la presidenta va a destrabar en los próximos dos años 57 hospitales y otros muchos proyectos de inversión pública. Por otro lado, estamos avanzando el puerto de Chancay, que será uno de los más grandes del mundo, que va a poner en valor el océano Pacífico y va a ser un hub en América Latina.
P. ¿Qué le parecen los buenos resultados de Keiko Fujimori, hija del dictador, en las últimas elecciones presidenciales?
R. Me parece que no la desmerece ser hija del dictador; ella ha construido su propio liderazgo. Eso sí, tiene problemas judiciales. Ahora, hay que hablar del Gobierno actual: en este momento somos una coalición de partidos democráticos que ha decidido dar gobernabilidad al país y sentar las bases de progreso. Somos un Gobierno sin partido, sin bancada en el Congreso. Cuando tengo que negociar con la Cámara lo planteo como un diálogo franco y abierto. Hay que recobrar los modales democráticos, así es como yo me formé en política. Hemos evitado el salvajismo que ha existido en otros momentos y tenemos más tiempo para hacer más gestión pública. El 28 de julio será la primera rendición de cuentas de la presidenta.
P. ¿Cómo valora las relaciones con España y la UE?
R. La relación con España deber ser horizontal, pragmática y, sobre todo, valorando que somos socios históricos que buscamos una identidad común. España es el segundo inversionista de Perú. Necesitamos una oleada de inversores con un nuevo enfoque de respeto a los derechos laborales, al medio ambiente, a nuestro sistema de justicia y también que estén dispuestos a competir con otro fenómeno reciente: China, que es muy fuerte y que ha venido para quedarse en América Latina. Sentimos que, tras años de cierto distanciamiento, la Unión Europea, especialmente España, ha vuelto a mirarnos: España es nuestra bisagra en Europa.
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