Zelenski escenifica el éxito de la liberación de Jersón con una visita por sorpresa a la ciudad
El presidente acusa a los rusos de haber cometido 400 crímenes de guerra en la región y afirma que el apoyo de la OTAN y otros aliados “ha marcado la diferencia”
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha escenificado el último gran éxito del avance de su ejército con una visita sorpresa a mediodía de este lunes a la ciudad clave de Jersón, en el sudeste del país, recuperada por la contraofensiva de Kiev la semana pasada después de meses de ocupación rusa. “Estamos avanzando”, ha dicho el mandatario a las tropas, según un testigo citado por la agencia Reuters. “Estamos preparados para la paz, paz para todo el país”, ha añadido. Con la mano en el pecho, Zelenski ha asistido al izado de una bandera ucrania frente a la sede de la Administración regional, mientras se interpretaba el himno del país.
Zelenski ha realizado su expedición más arriesgada fuera de Kiev en esta guerra, al acercarse en su visita a Jersón a tan solo dos kilómetros de las posiciones rusas. El estruendo de la artillería de ambos ejércitos acompañó en todo momento los 30 minutos en los que el presidente estuvo en la ciudad.
El mandatario ucranio también ha agradecido a la OTAN y a otros aliados su apoyo en la guerra contra Rusia y ha asegurado que los sistemas lanzamisiles estadounidenses Himars han marcado la diferencia. Las tropas ucranias llegaron al centro de Jersón el viernes después de que Rusia abandonara la única capital de provincia que había ocupado desde marzo, en las primeras semanas de la invasión que comenzó el 24 de febrero.
Zelenski había afirmado previamente que las investigaciones preliminares han documentado más de 400 crímenes de guerra en la provincia. “Se están encontrando los cuerpos de los asesinados, tanto civiles como militares”, aseguró el presidente. “El ejército ruso dejó tras de sí en la provincia de Jersón el mismo rastro de atrocidades que ha dejado en otras regiones del país donde ha podido entrar”, explicó. Los testimonios recogidos por los medios convocados en la ciudad, entre ellos EL PAÍS, describieron una vida bajo ocupación rusa marcada por el pánico a acciones violentas y detenciones aleatorias por parte de las tropas invasoras.
El presidente de Ucrania se ha encontrado este lunes un ambiente festivo de miles de vecinos que tras la liberación de Jersón han salido a las calles, tras más de ocho meses, por primera vez a pasear y sociabilizar. Zelenski se ha permitido bromear al decir que había viajado a la ciudad para comer sandía, la fruta por la que es conocida esta región en el resto del país.
Los suministros básicos de la ciudad, como la telefonía, la electricidad y el agua, están fuera de servicio por el sabotaje ruso durante su retirada, y Zelenski ha reiterado la prioridad de su administración en recuperar estas infraestructuras básicas.
Este lunes, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha calificado la retirada de las tropas rusas de Jersón como un “punto de inflexión”. Borrell ha efectuado estas declaraciones al llegar a la cumbre de los ministros de Exteriores de los Veintisiete que se celebra en Bruselas. “El ejército ruso se está retirando. Esto son muy buenas noticias para los ucranios y muestra que la estrategia de apoyar militarmente a Ucrania debe seguir”, ha afirmado.
También ha subrayado Borrell que la decisión sobre cuándo empezar las negociaciones con Rusia corresponde a Ucrania. “Ucrania decidirá qué hacer. Nuestro deber es apoyarlos”, ha aclarado para salir al paso de las especulaciones que han circulado en los últimos días sobre el hecho de que Occidente podría presionar a Kiev para que inicie conversaciones con Moscú. Las Fuerzas Armadas ucranias han informado de que su voluntad es proseguir con la ofensiva para liberar el resto de la provincia de Jersón, aunque este objetivo requerirá de la proeza de desembarcar a sus tropas al otro lado del río Dniéper.
Júbilo de la población
En medio de este caos energético y logístico, en Jersón prevalece desde el viernes el júbilo entre los habitantes. Los vecinos se abrazaban a los soldados de Kiev, les ofrecían obsequios y pedían fotografiarse con ellos entre cánticos a favor de las Fuerzas Armadas. Se formaban colas frente a los puestos de distribución de alimentos y de ayuda de emergencia, mientras muchos adultos y niños se paseaban por las calles envueltos en banderas azules y amarillas.
Cientos de vecinos acuden cada día a la plaza principal de la ciudad, con el objetivo de comunicarse con sus seres queridos a través del servicio de internet telefónico instalado de emergencia y también a través de un receptor de satélite Starlink, propiedad del dueño de Tesla y Twitter, el magnate Elon Musk. El servicio funcionaba a duras penas por la cantidad de personas que requerían su uso tras semanas sin mantener contacto con sus familiares en otras regiones de Ucrania o refugiados en la Unión Europea.
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