Jacinda Ardern defiende que el resultado de la cumbre de la OTAN no debe ser el rearme sino “la desescalada”
La primera ministra de Nueva Zelanda acuerda con Pedro Sánchez la creación de la Asociación de Valores Globales, una alianza para fortalecer las democracias
La cumbre de la OTAN que se celebra esta semana en Madrid no debe concluir, según la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, en una “mayor escalada y proliferación de armas nucleares”. Pese a las inversiones previstas por los miembros de la Alianza Atlántica para fortalecer el flanco este de Europa ante la amenaza de Rusia, la mandataria ha señalado que los acuerdos alcanzados no deben derivar en “una mayor destrucción, sino más bien en una mayor desescalada, paz y estabilización del orden mundial y el derecho internacional”. La “perspectiva” de Nueva Zelanda será promover la destrucción de armas, ha añadido durante las jornadas Tech4Democracy (Tecnología para la democracia) celebradas este martes en Madrid en la IE University.
“Nueva Zelanda no es miembro de la OTAN, pero debemos apoyar a Ucrania”, ha afirmado la mandataria, cuyo país participa en la cumbre como miembro del grupo de cuatro países socios de la OTAN en Asia-Pacífico. “La guerra en Europa” provocada por “un mal actor que está trastornando el orden global por la fuerza”, en alusión al presidente ruso, Vladímir Putin, “tiene unas ramificaciones muy profundas” y es “un desafío para todas las naciones porque afecta a la paz mundial”.
La primera ministra ha asegurado que su país continuará con el apoyo a Ucrania a través del envío de ayuda humanitaria y entrenamiento militar. Wellington, según anunció en marzo, también está proporcionando a Kiev armas no letales, combustible para los vehículos militares, botiquines o raciones para los soldados. “Cuando el orden internacional está en peligro, nos pone en peligro a todos”, ha añadido. Incluso, ha reiterado, también a Nueva Zelanda, aunque se encuentre “en la otra punta del mundo”.
Ardern ha subrayado que la invasión de Ucrania orquestada por Putin ha demostrado cómo “ha cambiado la naturaleza de los conflictos”. “La guerra en Ucrania no solo se lleva a cabo con tanques y misiles, sino que también hay una guerra de la información”. “Si hay un debate entre lo que es realidad y lo que es ficción, entonces es increíblemente difícil como líder generar suficiente consenso para gobernar”, ha protestado la primera ministra, que considera que un uso perverso de las tecnologías puede llegar a “socavar la democracia”, como ha ocurrido con las campañas de desinformación sobre la pandemia de coronavirus o la crisis del cambio climático.
Entre los peligros generados por la tecnología que Ardern considera preciso combatir ha señalado el uso de las redes para fomentar la radicalización ideológica o religiosa. Nueva Zelanda, según ha recordado la mandataria, es un ejemplo de cómo Internet amplifica los conflictos y ha aludido al atentado terrorista que sufrió el país el pasado septiembre, cuando un simpatizante del Estado Islámico causó varios heridos en un ataque contra un supermercado. No obstante, y pese a que la “tecnología puede ser usada para el mal” es también, según Ardern, “una fuente de esperanza para las generaciones futuras y una parte integral del tejido social” que puede ayudar a fortalecer las comunidades.
La primera ministra, conocida por su activismo feminista, se ha pronunciado también sobre la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de suspender el derecho constitucional al aborto. “Existe en política internacional un acuerdo no oficial de no inmiscuirse en la política interior de otros países, pero el aborto no es una cuestión de política interior, sino un derecho básico de las mujeres”, ha exaltado Ardern. El Parlamento neozelandés aprobó en 2020 una reforma legal que despenalizaba la interrupción voluntaria del embarazo en las primeras 20 semanas de gestación sin necesidad de argumentar ningún tipo de razón.
Alianza para fortalecer democracias
En la víspera de la cumbre de la OTAN, Jacinda Ardern se ha reunido con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el palacio de La Moncloa, donde han lanzado oficialmente la Asociación de Valores Globales, una iniciativa que busca avanzar hacia “sociedades inclusivas y más igualitarias, una economía más verde y sostenible y una democracia vibrante y resiliente”.
En un comunicado conjunto tras el encuentro, los dos Gobiernos han recogido esta iniciativa, “fruto de la visión compartida entre España y Nueva Zelanda para el mundo que desean conformar juntos”. Según el documento, Madrid y Wellington se comprometen “a coordinar más estrechamente sus esfuerzos para abordar los retos globales y avanzar hacia una agenda de un multilateralismo reforzado basado en normas en la que la Organización de Naciones Unidas ocupa un lugar central”.
Además, entre otros acuerdos, se han comprometido a estrechar la colaboración en otras iniciativas como la red de líderes Juntos por un multilateralismo reforzado y han apostado por facilitar la residencia y el trabajo de jóvenes españoles en Nueva Zelanda y viceversa.
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