Fico Gutiérrez y la estrategia de apostar por una derecha moderada
El exalcalde de Medellín avanza en las encuestas para la carrera presidencial gracias a la alianza con partidos de distintas corrientes y a no reconocerse como la apuesta del uribismo
Federico Fico Gutiérrez sabe que no tiene que posar junto a Álvaro Uribe para conseguir los votos del uribismo. Lo supo desde que ganó la alcaldía de Medellín, en 2015, y recibió el apoyo de ese colectivo sin ser el candidato oficial del partido político del expresidente, el Centro Democrático. Esta vez, en su campaña hacia la presidencia tampoco necesita un respaldo abierto de Uribe y sus seguidores. A Fico le basta con ser la antítesis de Gustavo Petro —el peor temor de la derecha— para confiar en que esos votos ya son suyos. Lo que tiene por delante, en cambio, es hacerse conocido en todo el país, desvirtuar la idea de que su presidencia será la continuidad del cuestionado Gobierno actual y seguir buscando electorado en el centro. Fico crece en las encuestas, lo separan 11 puntos del que ha sido el protagonista de esta campaña electoral, Gustavo Petro, y toma distancia frente a los demás candidatos. Su apuesta ahora no es ganar en primera vuelta, sino alcanzar la segunda y convertirse en el principal rival del líder de izquierdas.
“A Federico Gutiérrez le está funcionando no ser asociado al uribismo. No creo que logre tener una imagen de centro, pero sí de una derecha sin Uribe y eso le permite conseguir apoyos que no tenía garantizados”, señala el analista Yann Basset, para quien el reto que enfrenta el exalcalde de Medellín es hacerse conocido en todo el país. “No es una figura nacional y por eso su campaña es en clave regional. En plazas importantes, como la Costa Caribe y Bogotá”. El Caribe es una de las regiones más apetecidas por los candidatos, y aunque Petro lleva allí la delantera, Fico ha sabido sacar provecho del apoyo del exalcalde de Barranquilla, Alex Char, quien unas horas después de las primarias que le dieron a Gutiérrez la candidatura de la derecha, se puso a su disposición para conseguir votos. Nada difícil para un hombre como él, miembro de una poderosa familia que lleva el poder de la región desde hace más de una década.
Fico también cuenta con el respaldo de David Barguil, del partido Conservador, y una figura destacada en su región, también la Costa Caribe. Ambos, Char y Barguil, eran dos de los precandidatos presidenciales que se disputaban con Gutiérrez la candidatura oficial de la derecha. Tras las primarias del pasado 13 de marzo, en las que resultó vencedor Federico Gutiérrez, se unieron para convertirlo en el principal rival de Petro y así asegurar su paso a la segunda vuelta.
Para Mónica Pachón, doctora en Ciencia Política y profesora de la Universidad de los Andes, “la consulta interpartidista le dio una gran plataforma a Federico Gutiérrez por la votación que logró su coalición”. Fue la segunda más votada [en las primarias del pasado 13 de marzo] y ese resultado permitió visibilizar su candidatura. “La unificación en el discurso de la derecha alrededor de Fico lo catapultó, lo convirtió en el candidato viable contra Petro”, añade. El crecimiento de Fico en las encuestas ha sido el más notable en las últimas semanas. Va de segundo, detrás de Petro, con un 24%. La campaña del líder de la derecha ha logrado, de momento, su principal objetivo, que era dejar a los otros candidatos para ser el oponente principal del candidato de la izquierda.
“El Equipo por Colombia [la coalición de derecha] ha sido el más sensato con lo que busca y es evitar que Petro, a quien ven como lo peor que le podría pasar a este país, llegue al poder, y por eso se han unido para posicionar a Fico. Es una estrategia más clara que la del centro y que funciona para cumplir con la necesidad del sistema de darle viabilidad a un candidato que pueda competir contra Gustavo Petro, sobre quien gira esta campaña”, señala Pachón.
Fico ha intentado mostrarse como la antítesis del líder de izquierda con un discurso de derecha moderada, aunque algunas de sus ideas parecen sacadas de lo más profundo del uribismo. Apoya la fumigación aérea con glifosato, se opone a la reciente despenalización del aborto, rechaza que parejas del mismo sexo puedan adoptar niños, se opone a restablecer relaciones con Venezuela y reacciona con suavidad ante hechos tan delicados como la masacre perpetrada por el Ejército en el Putumayo. “Las Fuerzas Armadas tienen y seguirán teniendo como norte el respeto riguroso a los DDHH. Serán fundamentales en el fortalecimiento de la seguridad y el mejor aliado de la comunidad. Pido a las autoridades investigar con urgencia las denuncias sobre lo ocurrido en el Putumayo”, escribió en Twitter. Fue el último de los tres candidatos con más opciones en pronunciarse sobre la muerte de 11 civiles a manos de uniformados. Como también fue el último en destapar su carta a la vicepresidencia, con una elección que sorprendió y que le suma en su deseo de querer parecer un candidato moderado.
Rodrigo Lara Sánchez, un médico y exalcalde de Neiva, una pequeña ciudad al sur del país, se ha convertido en un argumento que le ha permitido a Fico presentarse como un candidato que no hace cálculos políticos. Lara Sánchez es prácticamente un desconocido en el país, no tiene escándalos, no tiene vínculos con el poder, ni está amarrado a ningún partido político. “Federico ha sido muy hábil en su estrategia, acertó en su elección vicepresidencial, y ha sabido aprovechar que son la novedad en la campaña. A pesar de que hay otros candidatos con mayor preparación, como Sergio Fajardo, la ventaja de Federico es que es la primera vez que se lanza a una candidatura nacional y ha logrado adquirir fuerza rápidamente”, opina la profesora Pachón.
La prensa le ha ayudado al exalcalde de Medellín a posicionarse y mostrar una imagen cercana. “Fico se cortó el pelo”; “Fico fue a misa”; “Una mujer se tomó una foto con una valla de Fico” han sido titulares de medios que ayudan a posicionarlo como el único candidato que le puede hacer contrapeso a la izquierda. “El establecimiento necesitaba un candidato viable, ante el temor que les despierta Petro, y con Fico se encontró el hambre con las ganas de comer”, apunta Pachón. O como ha escrito el columnista Álvaro Forero Tascón en El Espectador: “Federico Gutiérrez es fruto de una estrategia de camuflaje de Uribe ante la nueva realidad de que se desfondó su influencia por el fin de las FARC y la decepción de quienes le creyeron que Duque era el presidente adecuado para atajar a Petro”. La derecha se aferra ahora a Fico como su única apuesta para frenar a la izquierda, que nunca ha ocupado el poder en Colombia.
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