Preguntas y respuestas sobre los crímenes de guerra, contra la humanidad y el genocidio
Ucrania denuncia que Rusia ha perpetrado atrocidades en su territorio y el Tribunal Penal Internacional está investigando y recogiendo pruebas sobre el terreno
La retirada del Ejército ruso de Bucha, una localidad a las afueras Kiev, la capital ucrania, ha dejado escenas atroces de civiles muertos y cadáveres tirados en las calles. El Gobierno de Ucrania acusa a Rusia de perpetrar una “matanza deliberada”. Desde Moscú, por el contrario, las imágenes se califican de “montaje” y “provocación”. Más allá del intercambio de acusaciones, la guerra tiene también sus reglas, plasmadas en el derecho internacional humanitario, que describe los crímenes de guerra y contra la humanidad, además del genocidio. Los dos primeros han sido denunciados por Ucrania casi desde el principio de la invasión rusa. El genocidio, que es el crimen de los crímenes y el más difícil de demostrar, lo ha mencionado el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en unas declaraciones a la cadena estadounidense CBS. Ha alegado: “No queremos someternos a la Federación Rusa y estamos siendo destruidos y exterminados”. El lenguaje de la justicia internacional ha permeado discursos y comentarios en el último mes, pero a la vista del desarrollo del conflicto, ¿qué crímenes pueden estar cometiéndose en Ucrania?
¿Qué son las leyes de la guerra y dónde están recogidas?
Llamadas formalmente derecho internacional humanitario, se trata del conjunto de normas jurídicas que fijan lo que se puede hacer —y lo que no se puede— en un conflicto armado. En esencia, regulan cómo se libra una guerra para tratar de limitar la barbarie y son universales: figuran en los Convenios de Ginebra (1949) y sus protocolos adicionales (1977). Los primeros han sido ratificados por todos los países miembros de Naciones Unidas, no así los segundos. Deben ser respetadas tanto por las fuerzas gubernamentales como por grupos armados no estatales, y su violación conlleva la búsqueda y el enjuiciamiento de los autores. Los ataques demostrados contra la población civil constituyen un crimen de guerra, de ahí que Ucrania haya apelado al Tribunal Penal Internacional (TPI). Este tribunal es la única instancia permanente para juzgar tanto los crímenes de guerra y contra la humanidad como el genocidio, y un equipo de su Fiscalía está recogiendo pruebas sobre el terreno. Su posterior análisis deberá aclarar la naturaleza de los posibles delitos perpetrados por ambas partes.
¿Qué es un crimen de guerra?
Deben tener lugar siempre en el contexto de un conflicto armado, sea o no de carácter internacional, y la responsabilidad penal es individual. Incluyen violaciones de los Convenios de Ginebra y de otras leyes y costumbres aplicables a un conflicto. El TPI los ha clasificado en el Estatuto de Roma (1998), su texto fundacional. Señala los siguientes: homicidio intencional; tortura; trato inhumano; someter a experimentos biológicos y causar deliberadamente grandes sufrimientos o mutilaciones. En una larga relación, aparece también la destrucción y apropiación de bienes; obligar a servir en fuerzas enemigas; denegación de un juicio justo; deportación o traslado ilegales; detención ilegal y toma de rehenes. Se contemplan a su vez ataques contra la población civil y objetivos de carácter civil (edificios históricos, religiosos, de viviendas, escuelas, hospitales).
Figura asimismo el saqueo; ataques contra personal de una misión de paz o asistencia humanitaria; causar muertes, lesiones o daños excesivos; atacar lugares no defendidos; causar la muerte o lesiones a una persona que esté fuera de combate. Más adelante, aparece utilizar de modo indebido una bandera blanca, o una bandera, insignia o uniforme enemigo, o de Naciones Unidas, así como el traslado por parte del ocupante de parte de su población civil al territorio que ocupa, o bien dentro o fuera de ese territorio. La lista abarca el ataque contra bienes protegidos, el uso de armas envenenadas, gases, dispositivos o balas prohibidas. La violación, esclavitud sexual, embarazo forzado o cualquier forma de violencia sexual. Por último, consta el alistamiento a la fuerza de menores de 15 años y forzarles a participar de forma activa en las hostilidades, el uso de escudos humanos, y el hambre como arma de guerra.
Las imágenes de viviendas, hospitales, refugios o escuelas ucranias atacados por proyectiles rusos emitidas en directo por los medios internacionales, pueden constituir un crimen de guerra si se demuestra que iban dirigidos de forma expresa. Aunque Ucrania no es miembro del Estatuto de Roma, la Fiscalía actúa porque Kiev sí admitió la competencia parcial del TPI para comprobar lo que ha pasado en su territorio desde febrero de 2014, y la posterior anexión rusa de Crimea. Además, 38 países han pedido al fiscal jefe, Karim Khan, que se ponga en marcha en Ucrania, un gesto que le ha permitido trabajar sin tener que pedir permiso a los jueces del tribunal, como es preceptivo. Una vez recabada la información, se buscará el nexo con los máximos responsables. Rusia no forma parte del tribunal y niega su jurisdicción.
¿Qué constituye un crimen contra la humanidad?
Es un delito cuya noción ha evolucionado a lo largo del tiempo, y es de gran trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto. Los crímenes contra la humanidad pueden cometerse también en tiempo de paz, y no se dirigen específicamente contra grupos étnicos, raciales o religiosos. Aparecen en los estatutos de los tribunales especiales para la antigua Yugoslavia y para Ruanda. El Estatuto de Roma, por su parte, refleja el consenso más amplio y reciente respecto sobre el particular, y los define como “un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y el conocimiento de dicho ataque”. No es necesario que los actos constituyan un asalto militar.
Así, se considera un crimen contra la humanidad el asesinato; el exterminio (una matanza de miembros de una población civil, por ejemplo); la esclavitud, deportación o traslado forzoso de población; encarcelación o privación grave de la libertad física y tortura. Aparecen igualmente la violación, esclavitud sexual, prostitución, embarazo y esterilización forzada. La violencia sexual; persecución; desaparición forzada de personas; apartheid y actos inhumanos.
En el contexto de los crímenes contra la humanidad debe haber violencia a gran escala en relación con el número de víctimas, o que se produzcan en una zona geográfica amplia. Ello excluye actos aislados, aleatorios o accidentales de violencia. Para probarlos, no es necesario demostrar que hubo una intención específica. “Basta con la intención de cometer alguno de los actos enumerados en la lista”, según el TPI. El autor debe actuar además sabiendo que se trata de un ataque contra civiles, y que participa en ello. Dado el umbral de prueba exigido a los crímenes contra la humanidad, suelen ser más difíciles de probar que los crímenes de guerra. Es algo que puede ocurrir también en el caso de Ucrania, de ahí que la investigación de la fiscalía del Tribunal Penal Internacional sea meticulosa.
¿Cuándo puede hablarse de genocidio?
El genocidio implica tener la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal. Debido a ello, es el crimen más difícil de demostrar. No se trata solo de la destrucción cultural, o bien de dispersar al grupo atacado: consiste en destruirlo a base de atacar deliberadamente a sus miembros. Junto a las matanzas o las lesiones graves a la integridad física o mental, contempla la imposición de medidas para impedir nacimientos o el traslado a la fuerza de niños. En la práctica, el delito ha ido asociado a un plan de Estado o por parte de una organización.
En las mismas declaraciones a la cadena CBS, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha llegado a calificar de genocidio la invasión de su país por parte de Rusia porque considera que se enfrentan “a la eliminación” de su nacionalidad y sistema de gobierno”. Por su parte, en sus explicaciones para invadir Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin, alegó que se estaba cometiendo un genocidio contra la población de habla mayoritaria rusa de la región de Donbás, situada al este del país.
El genocidio fue reconocido por primera vez en 1946 como crimen por la Asamblea General de Naciones Unidas. En 1948, se tipificó como un crimen en la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. El TPI señala que este tratado representa los principios que forman parte del derecho Internacional consuetudinario (las prácticas aceptadas por los Estados como normas), de modo que puede aplicarse también a los que no hayan firmado la Convención. Entre los genocidios más reciente reconocidos por la justicia internacional consta Ruanda (1994) y Srebrenica (Bosnia, 1995).
¿Y el crimen de agresión?
Es un crimen contra la paz y se entiende por tal que el atacante haya planificado, preparado, iniciado o realizado un acto de agresión. “Que el autor estuviese en condiciones de controlar o dirigir efectivamente la acción política o militar del Estado que cometió la agresión. Y que dicho uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado, haya sido en cualquier otra forma incompatible con la Carta de Naciones Unidas”. Así lo define el TPI, que lo contempla desde 2018, y que puede encajar en la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, Rusia no es miembro del tribunal, de manera que la Fiscalía carece de competencia en este supuesto. El TPI solo juzga a los máximos responsables de todos estos delitos, perpetrados en conflictos en diversos países. Aunque no tiene en cuenta la inmunidad de los jefes de Estado o de Gobierno para ejercer su jurisdicción, carece de policía propia. Depende, por tanto, de la voluntad de sus miembros para que ejecuten las órdenes de arresto.
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