Merkel admite fallos en la lucha contra el cambio climático y pide acelerar las medidas
La canciller, en la última conferencia de prensa de verano antes de dejar el cargo, promete un esfuerzo conjunto de las Administraciones para reparar los daños de las inundaciones
La canciller alemana, Angela Merkel, admitió este jueves fallos y omisiones en la política para frenar el cambio climático. Con las imágenes de las devastadoras inundaciones en el oeste del país en la retina, la líder germana reconoció: “No se ha hecho lo suficiente, por eso hay que acelerar el ritmo” de las medidas.
Merkel afrontó la que presumiblemente ha sido su última conferencia de prensa de verano, que se convoca tradicionalmente en estas fechas para los medios alemanes y extranjeros, ya que no se presentará a las elecciones generales del 26 de septiembre. Por ello, se alternaron preguntas sobre temas de actualidad y de balance de los 16 años que lleva al frente del Gobierno alemán.
“Soy de la opinión de que he invertido mucha energía en la protección del clima”, subrayó Merkel, al tiempo que señaló que las “circunstancias objetivas” exigen cambiar el ritmo de los esfuerzos y reforzar la política contra el cambio climático, si bien la solución no está manos de un solo país. “Lo que ya ha calado en mi mandato es que no podemos superar nuestros retos solo con políticas nacionales, sino que formamos parte de un todo mundial”, constató Merkel. “Esto se aplica al clima, pero también a la pandemia del coronavirus”.
Al hilo de estas reflexiones, Merkel prometió un esfuerzo conjunto de las Administraciones para hacer frente a la grave catástrofe en el oeste de Alemania. “Necesitaremos fuerza de resistencia para reparar todo este daño”, dijo. Las inundaciones han causado una terrible devastación y Alemania está de luto por la pérdida de 170 vidas.
La jefa del Gobierno aprovechó la ocasión para pedir otro esfuerzo conjunto, esta vez a la población, ante el aumento de los contagios de coronavirus. “Cuantos más se vacunen, más libres volveremos a ser”, instó la canciller. “Solo juntos podremos superar la pandemia. Por lo tanto, las personas también deben promover activamente la vacunación en su entorno privado y en el trabajo. Cada vacuna es un pequeño paso hacia una mayor protección para todos”, recalcó.
Otros dos asuntos de actualidad, el acuerdo del gasoducto Nord Stream 2 y las investigaciones en torno al software espía Pegasus, destacaron en la comparecencia de Merkel. Sobre el acuerdo entre Alemania y Estados Unidos en torno al gasoducto Nord Stream 2, que ha causado tensiones durante años entre los dos países y con los socios europeos por la asociación con Rusia, que suministrará el gas, la canciller lo calificó de un buen paso. No obstante, admitió que el pacto no resuelve todas las diferencias, y que se ha cerrado con el Gobierno, pero no el Congreso estadounidense, en referencia a las amenazas de sanciones por el gasoducto.
Según Merkel, Rusia se ha comprometido a que no utilizará “la energía como arma” política. El acuerdo anunciado este miércoles permitirá que se complete el gasoducto Nord Stream 2 a cambio de garantías de que Berlín ayudará a Ucrania para que el proyecto no amenace su seguridad energética y no deje de ser un país de tránsito de gas.
En cuanto al programa espía Pegasus, de fabricación israelí y que, según investigaciones periodísticas reveladas en los últimos días, pudo ser usado por gobiernos para piratear teléfonos móviles, la canciller pidió que se restrinja su venta. “Es importante” que ese software no caiga “en manos equivocadas” y no debe venderse “a países en los que la supervisión judicial de las operaciones de espionaje puede no estar garantizada”, dijo Merkel.
Otro asunto abordado por la jefa de Gobierno alemana, al hilo del interés de medios convocados, fue la política de asilo, que le ha costado estos años muchas críticas por abrir la frontera a los refugiados que huían de Siria en 2015. Preguntada si Alemania tiene la obligación moral de acoger a los afganos que huyen de los terroristas talibanes, respondió: “Ya hemos acogido a un gran número de refugiados afganos, pero creo que hay que decir que tenemos que enfocar el asunto de otra manera. No podemos compensar en Alemania todos los problemas que están ocurriendo en Afganistán. No todos los problemas se pueden resolver acogiendo a personas”.
No obstante, Merkel calificó de “muy crítico” el hecho de que la Unión Europea no haya sido capaz aún de acordar una política común de asilo. “Esto es algo que debe resolverse absolutamente en los próximos años”, dijo.
Sin tiempo para pensar en el futuro
“Tengo poco tiempo para pensar en lo que vendrá” En la última rueda de prensa de verano que da tradicionalmente Angela Merkel, como era de esperar, varios periodistas preguntaron por sus planes de futuro y también sobre el balance que hace de sus 16 años de Gobierno. “Los balances los tienen que hacer otros y ya los harán, pero me alegro de que hayamos pasado de cinco millones de parados a menos de tres y tengamos una tasa de paro juvenil muy baja”, respondió. Merkel afirmó que aún no ha tenido tiempo para pensar en lo que hará tras cerrar su etapa como canciller. “Cada semana es muy exigente. Con la pandemia estamos en una situación en que las infecciones crecen, y hemos tenido unas inundaciones tremendas. Trabajaré hasta el último día como siempre lo he hecho y tengo poco tiempo para pensar en lo que vendrá”. “Manejar crisis significa hacer frente a amenazas para puestos de trabajo y para vidas humanas. Por eso uno desearía que hubiera menos. Pero el mundo es como es”, dijo cuando se le preguntó si le desagradaba que se le llamara la canciller de las crisis. “La vida sin ellas es más fácil, pero cuando están ahí, hay que afrontarlas; para eso estamos los políticos”, dijo La única ocasión en que Merkel tardó algo más en responder fue a la pregunta de con qué jefe de Gobierno se había sentido mejor en el trabajo internacional. “No voy a dar calificaciones. Uno a veces se encuentra con gente con la que comparte opiniones. Eso a veces facilita las cosas. Pero a mí me pareció siempre un desafío positivo trabajar con gente que veía las cosas de otra manera”, dijo. Después de unos 90 minutos, y en respuesta al agradecimiento de la moderadora de la rueda de prensa, la canciller respondió a modo de despedida: “También me gustaría dar las gracias. Ha sido un placer para mí.”
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