Alemania prepara un fondo de reconstrucción y aprueba ayudas de urgencia por las inundaciones
El Gobierno asegura que las emergencias se cubrirán con rapidez, mientras se espera que aún suba la cifra de muertos
Casi una semana después de las devastadoras inundaciones en dos regiones del oeste de Alemania, que causaron la muerte de al menos 170 personas y enormes daños en casas e infraestructuras, el Gobierno federal aprobó este miércoles un paquete de ayuda de 200 millones de euros para brindar ayuda inmediata a las personas en las áreas devastadas, mientras prepara la creación de un fondo de reconstrucción. Los dos Estados federados afectados, Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado deberán completar la partida de emergencia hasta los 400 millones, aunque el primero, el más poblado del país con 18 millones de personas, ya ha anunciado que desembolsará de entrada 200 millones de euros.
“Las ayudas inmediatas son para la gente que lo ha perdido todo”, apuntó el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, en una comparecencia en Berlín, junto con el responsable de Interior, Horst Seehofer, poco después de que el Consejo de Ministros aprobara el correspondiente proyecto de ley para encarar lo más urgente tras las peores inundaciones en décadas. “El objetivo de esta ayuda financiera es reparar los daños inmediatos en los edificios, los medios de producción agrícolas y forestales, incluida la economía comercial, y las infraestructuras municipales y empresariales locales, así como salvar situaciones de emergencia”, señala el texto. “Si se necesita más dinero, el Gobierno federal dará más dinero”, afirmó Scholz. “Haremos lo que sea necesario. La ayuda se proporcionará rápidamente y sin burocracia. Todo el mundo puede confiar en ello ahora”. “Haremos lo que sea necesario para ayudar a todo el mundo tan rápido como sea posible”, insistió.
Las autoridades de los dos Estados afectados decidirán los destinatarios, la cuantía y el formato de las ayudas. “Hay que transmitir deprisa el mensaje de que hay futuro, de que nos ocupamos de ello juntos, de que esto es una cuestión de todos para ayudar como país”, añadió el ministro. La canciller, Angela Merkel, dijo durante una visita el martes al municipio de Bad Münstereifel que confiaba en que el dinero llegara a la gente en “cuestión de días”.
Daños masivos
El Ejecutivo enfatizó el mensaje de que la ayuda será rápida y sin complicaciones burocráticas. Una encuesta del Instituto Insa para el periódico Bild, divulgada este miércoles, afirma que el 67% de la población considera que las autoridades federales y regionales tenían que haber hecho más para proteger a ciudades y pueblos ante las inundaciones.
El Gobierno prevé también un fondo de reconstrucción de unos 1.000 millones de euros. Sin embargo, el importe exacto del fondo solo se decidirá una vez se calcule el alcance de los daños. El ministro de Transportes, Andreas Scheuer, dijo que todavía es muy pronto para realizar una evaluación precisa de los destrozos. “En el valle del [río] Ahr fueron arrastrados 20 de los 35 puentes. Esto da una idea del enorme trabajo que nos espera”, añadió. La compañía pública de ferrocarriles, por su parte, habló de “daños masivos” en 80 estaciones. En las zonas afectadas, más de 600 kilómetros de vías férreas están destruidas. La asociación de las aseguradoras, mientras, estima que los percances en bienes con pólizas ascenderán a entre 4.000 y 5.000 millones de euros, según afirmó el gerente de la entidad, Jörg Asmussen.
El balance más trágico, el de las personas fallecidas, tampoco se da aún por cerrado. Al menos se han registrado 170 muertos, más de la mitad en el distrito de Ahrweiler, cerca de Bonn. “El número de muertos seguirá aumentando”, afirmó Sabine Lackner, vicepresidenta del Servicio de Ayuda Técnica (THW, en sus siglas en alemán), dependiente del Gobierno, al grupo de periódicos RND. “Seguimos buscando desaparecidos mientras limpiamos las calles o sacamos el agua de los sótanos. Pero, lamentablemente, en este momento lo más probable es que ya solo podamos encontrar cadáveres”, dijo.
La cifra de desaparecidos no es clara, ya que todavía se está tratando de contactar con personas buscadas tras el desastre, que dañó también antenas de telefonía y dejó a muchos ciudadanos incomunicados. El lunes, la policía de Coblenza afirmaba que seguían en sus listas unos 150 desaparecidos.
Responsabilidades políticas
Mientras el Gobierno pone el foco en la recuperación, el debate político en torno a los fallos del sistema de alerta de catástrofes no amaina. La próxima semana, el ministro de Interior, Horst Seehofer, y el presidente de la Oficina Federal para Protección de la Población y Ayuda en Catástrofes, Armin Schuster, deberán comparecer ante una comisión del Bundestag que busca determinar posibles responsabilidades en el desastre y analizar mejoras en los sistemas de alerta. Ante los problemas de conexión de las aplicaciones de alerta a móviles durante las inundaciones, el ministro de Transporte, Andreas Scheuer, ha sugerido que la población sea alertada por SMS.
Karl-Heinz Bamse, presidente de la Asociación de Bomberos apuesta por un método diferente. “Hay mucha gente, personas mayores, que no tienen teléfono móvil. Lo que hay que reforzar es la alerta analógica. Hay que recuperar los sistemas de sirenas. Se oyen en todas partes, se entienden y se toman en serio”, ha dicho.
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