Miami se aferra a un milagro para encontrar a los 159 desaparecidos en el edificio derrumbado
Decenas de rescatistas y bomberos trabajaban este viernes a destajo retirando escombros en busca de alguno de los casi 160 desaparecidos, muchos de ellos latinoamericanos
El barrio de Miami (Florida) donde el pasado jueves se derrumbó un edificio de viviendas de 12 plantas se ha sumido en una lucha contra el tiempo. Decenas de rescatistas y bomberos trabajaban este viernes a destajo retirando escombros en busca de alguno de los casi 160 desaparecidos, muchos de ellos latinoamericanos. Al amanecer, las autoridades ya habían confirmado cuatro muertos, pero se temen muchos más. Los minutos en que cesa la lluvia, escuecen los ojos en la zona del derrumbe. El humo dificulta la respiración y la visibilidad. En el centro de reagrupación familiar habilitado para la triste ocasión, la desesperación de los parientes se acrecienta con el transcurso de las horas sin noticias de los suyos.
El presidente Joe Biden ha declarado este viernes el estado de emergencia en Florida, lo que permite poner a disposición de las autoridades locales recursos federales para reforzar las tareas de salvamento. La imagen del desplome del edificio en mitad de la noche ha corrido por medio mundo sin que se conozcan aún los motivos. La investigación sobre las causas puede llevar meses, según las autoridades locales. En las pesquisas participarán ingenieros especializados, así como la Administración de la ciudad de Surfside y el departamento de Bomberos. También científicos del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST, por sus siglas en inglés), una agencia gubernamental que después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 tiene autorización para estudiar las fallas estructurales de los edificios.
Mientras, cunde la angustia. A unos metros de la calle 88 y la avenida Collins, donde se hundieron 55 de las 136 viviendas de la Champlain Towers South, construida en 1981, un grupo de judíos ortodoxos se reúnen a orar. En el barrio hay una alta tasa de población judía, con varias sinagogas alrededor de la edificación. El rabino Sholom Lipskar, uno de los organizadores del centro de reunificación familiar, afirmó a última hora del jueves que varios miembros de su templo siguen desaparecidos. “Estoy aquí para escuchar [a los familiares], no les puedo decir mucho. El dolor es demasiado grande y la trama muy compleja”, sostuvo en el Centro Comunitario de Surfside, el epicentro de la incertidumbre. La gente se abraza, llora, reza, y recibe los alimentos y abrigos que han donado centenares de voluntarios y vecinos.
Un trabajador de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en sus siglas en inglés) se ha trasladado al mediodía desde la zona del derrumbe hasta el Centro Comunitario de Surfside, donde decenas de personas aguardan información sobre los familiares que no han podido localizar. “Nos ponemos al servicio de las situaciones personales de los afectados. Los asistimos en la búsqueda de casas provisionales y potenciales servicios funerarios”, explica el funcionario de la agencia.
La primera víctima mortal identificada
Tres de los cuatro fallecidos fueron identificados este viernes, según la doctora Emma Lew, directora del Departamento de Médicos Forenses del Condado de Miami.Dade. Stacie Fang, de 54 años, fue la primera víctima mortal identificada por la Oficina Médico Forense. Los rescatistas la trasladaron al hospital, donde falleció. Su hijo de 15 años es uno de los 127 encontrados con vida hasta ahora. El senador por Florida, Marco Rubio aseguró que “casi un tercio de los desaparecidos” son extranjeros. “Estamos trabajando con los consulados de varios países en Latinoamérica para ayudarles a obtener visas a los miembros de las familias de las víctimas que necesitan viajar a Estados Unidos”, indicó el republicano en Twitter.
Al menos 36 latinoamericanos figuran entre los desaparecidos, procedentes, por lo que se conoce de momento, de Argentina, Paraguay, Colombia, Venezuela, Uruguay, Chile y Puerto Rico. Entre las personas desaparecidas figuran Sophia López Moreira, hermana de la primera dama de Paraguay, Silvana López Moreira, y su esposo, Luis Pettengill, junto a otros cuatro compatriotas. Más de un centenar de bomberos trabajan en el área del derrumbe. La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, afirmó que los equipos de rescate trabajan en una situación de “riesgo extremo”. “Los escombros caen sobre ellos mientras hacen su trabajo. Tenemos ingenieros estructurales en el sitio para asegurarnos de que no se lesionen”, apuntó.
La española Paz Burgueño, de 57 años, tenía previsto viajar el mes próximo desde Madrid a su piso en el edificio derrumbado. La vivienda que compró junto a su pareja en 2019 fue una de las que colapsaron. Su hija comienza la universidad en Florida en septiembre y la iba a acompañar para que se acomodara. Desde la madrugada del jueves está “en shock, completamente en shock”, cuenta por teléfono. “Pienso que en 15 días iba a estar ahí y estoy viva”. Contactó con los vecinos que conocía y, afortunadamente, salieron ilesos. “La gente está muy conmocionada, no puedes hablar mucho con ellos”, explica. Sobre lo que viene ahora, afirma que ya se verá luego si hay alguna indemnización, pero que el verdadero drama son las familias afectadas. “Las cosas materiales son reemplazables, las vidas, no”.
“Esperamos un milagro”
La localidad de Surfside, con una población de 5.800 habitantes, es una zona de clase media alta. Burgueño comenta que se la conoce como una zona chic donde vive una importante comunidad argentina. Le sorprendió el colapso porque el edificio en el que tenía su piso recibía “mucho mantenimiento, mucho cuidado”. Junto a su familia alquiló en 2011 una vivienda en la torre y hace dos años compraron un piso que remodelaron a distancia desde España y que, debido a la pandemia, y ahora con el derrumbe, nunca pudieron estrenar.
Alexandria Santamaria, administradora del edificio Champlain Towers hasta 2019, declaró a CNN que durante su gestión nunca le dijeron que el edificio necesitaba reparaciones inmediatas o que había señales de colapso. “Es un edificio de hace 40 años en la playa, así que sí hubo desgaste”, sostuvo Santamaría, quien agregó que el edificio se había estado preparando para su proceso de recertificación desde 2019 y que muchos ingenieros recorrieron la propiedad durante el proceso.
La esperanza de que los desaparecidos den señales de vida se va apagando en Surfside. El mensaje de calma de las autoridades remarca que los que no han sido ubicados puede que no hayan estado en los pisos al encontrarse de “vacaciones, o por cualquier otra circunstancia” hace aguas con el transcurso de las horas. Ahora esperan “un milagro”, repiten los familiares.
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