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Un vídeo muestra el “asesinato selectivo” de un palestino por policías israelíes

La grabación de una cámara de seguridad refleja que un joven fue tiroteado en su coche antes de ser arrastrado y abandonado en la calle en Cisjordania

Ahmad Abdu, en una foto facilitada por la familia. En vídeo, las imágenes de la cámara de seguridad.Foto: B'TESELEM
Juan Carlos Sanz

La noche de Palestina está sembrada de incidentes sin aclarar. En la estela del estallido que agitó Tierra Santa desde Ramadán hasta la escalada bélica en Gaza, a caballo de abril y mayo, la noticia de la muerte de Ahmad Abdu, de 25 años, fue una más entre las tres decenas de palestinos que entonces perdieron la vida en acciones violentas en Cisjordania. La grabación de una cámara de seguridad, difundida el miércoles por la ONG israelí B’Tselem, contradice ahora la versión policial —muerte en el curso de una detención— y arroja algo de luz —señales de un asesinato selectivo— sobre la oscuridad de estos episodios.

El vídeo de B’Tselem muestra a cuatro agentes de una unidad encubierta en el momento en el que abren fuego a bocajarro contra Abdu cuando se disponía a arrancar su vehículo, aparcado frente a la casa de un familiar en una calle de Um-a-Shayeret, un suburbio del área metropolitana Ramala, 20 kilómetros al norte de Jerusalén. Los hechos se produjeron en la madrugada del 25 de mayo, cuatro días más tarde del alto el fuego en la franja de Gaza, y pocas horas después de que varios palestinos dispararan contra soldados en El Bireh, en los alrededores de Ramala.

En las imágenes, grabadas en plena noche y a decenas de metros de distancia, se aprecian figuras armadas con fusiles que descienden de un vehículo que se había interpuesto en el camino de Ahmad Abdu y abren fuego de inmediato contra él. Testigos consultados por la agencia palestina de noticias Wafa aseguraron que se trataba de mistaarvim, agentes que actúan infiltrados bajo la apariencia de palestinos, más conocidos por la serie israelí Fauda (Caos, en árabe) globalmente difundida por Netflix.

Aparentemente malherido, el joven palestino llegó a abrir una puerta de su coche, según se atisba en el vídeo, mientras los agentes lo rodeaban para arrastrarlo hacia el exterior. Los policías de fronteras se alejaron después de la zona, a los tres minutos de haber iniciado el tiroteo, y le dejaron abandonado sin prestarle los primeros auxilios sanitarios.

Varios vecinos que acudieron a ayudarle han declarado a los investigadores de la organización defensora de los derechos humanos B’Tselem que todavía se encontraba con vida. Entre ellos estaba el enfermero Wahib Mayadba. “Estábamos todos dormidos en casa cuando empezó el tiroteo. Escuché al menos tres disparos y solo pude salir cuando se marcharon los agentes que le rodeaban”, aseguró el sanitario palestino, quien asistió al herido y le pudo tomar el pulso, apenas ya perceptible, antes de dar aviso a una ambulancia de la Media Luna Roja palestina. “No me atreví a moverle por temor a causarle lesiones internas; se desangraba por el hombro”, rememoró

Abdu fue trasladado 15 minutos después al Complejo Sanitario Palestino, en Ramala, donde ya ingresó cadáver, según confirmó su director, Ahmad al Bitawi, a los medios de comunicación locales. Abdu presentaba orificios de bala en la parte izquierda del tórax y las piernas, y signos de abrasión por haber sido arrastrado.

La Policía de Fronteras (cuerpo militarizado) de Israel, que opera también en Cisjordania, se ha limitado a señalar en un comunicado que el joven palestino “murió en el curso de una operación de detención” y era considerado “cómplice de un terrorista” que estaba siendo buscado.

Los hechos han sido calificados por la organización defensora de los derechos humanos B’Tselem como un “asesinato selectivo”. La ONG israelí sostiene que “disparar fuego real contra una persona que está sentada en un coche y que no representa una amenaza para los agentes, sin haber intentado siquiera su arresto formal, no es una ‘operación de detención”.

Pluriempleado para poder casarse

Ahmad Abdu vivía en el campo de refugiados de Al Amari, en Ramala, y trabajaba como administrativo en el Ayuntamiento de El Bireh, pero tenía otro empleo (en la panadería de la familia de su novia) porque estaba ahorrando para pagar una casa con el fin de casarse este verano, declaró a B’Tselem su tío, Ayman Abu Arab, ante cuyo domicilio ocurrieron los hechos. “Había venido para ayudarnos con unos trabajos”, precisó.

Abu Arab, que permaneció encarcelado durante 10 años en Israel, dijo a la ONG que un oficial del Shin Bet (seguridad interior) le había telefoneado poco después del tiroteo para pedirle disculpas “por la muerte de un inocente”. “Reconoció que no sabía qué había podido pasar”, prosigue el relato del tío de la víctima, “y que se sospechaba que uno de mis hermanos había intervenido en los disparos contra los soldados durante una manifestación en el acceso principal a El Bireh”. “Me pidió que se entregara a las fuerzas de seguridad”, explicó para dar a entender que su sobrino Abdu pudo haber sido confundido con un familiar. Al día siguiente, varios miembros de este clan palestino fueron arrestados en una redada.

Una grabación en vídeo efectuada en 2016 por un colaborador palestino de B’Tselem, en la que se mostraba cómo el soldado israelí Elor Azaria remataba de un tiro en la cabeza a un atacante que yacía malherido en Hebrón (Cisjordania), condujo a un consejo de guerra en el que el militar fue sentenciado por homicidio a 18 meses de cárcel. Finalmente, el jefe del Ejército rebajó a 14 meses su condena.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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