Israel autoriza los asesinatos selectivos a palestinos si son en defensa propia
El Tribunal Supremo hace público el fallo de una demanda presentada por la Comisión Pública de Israel contra la Tortura al inicio de la segunda Intifada
El Tribunal Superior de Justicia de Israel autoriza con limitaciones los "asesinatos selectivos" de activistas palestinos y no los prohíbe, según un ambiguo fallo emitido hoy. La decisión llega años después de la demanda contra la política de "asesinatos selectivos" presentada al inicio de la segunda Intifada (año 2000) por la Comisión Pública de Israel contra la Tortura y la Organización Law.
Las limitaciones a las que se refieren los jueces en la sentencia son, entre otras, que los ataques no contradigan la legislación internacional, es decir que se justifiquen con el argumento de la legítima defensa propia, y que sean indemnizados los civiles inocentes afectados.
Un primer extracto del fallo, que ha sido redactado por el presidente del Tribunal, Aharón Barak, se ha dado a conocer esta mañana, después de que hayan transcurrido seis años desde que fuera presentada una demanda contra el Poder Ejecutivo por la Comisión Pública de Israel contra la Tortura y la Organización no gubernamental Law (Ley).
Los jueces han coincidido en el fallo en que "no todas esas ejecuciones extrajudiciales están prohibidas por la legislación internacional, pero tampoco están todas permitidas".
como una resistencia legítima contra la ocupación militar.
Las autoridades israelíes explican esa política destinada a eliminar a líderes y jefes de la rebelión como una solución que, "sin matar a civiles inocentes", pondría fin al terrorismo, sobre todo tratándose de palestinos considerados "bombas ambulantes".
El ministro de Estado israelí, Gideón Ezra, un ex jefe de los
Servicios Secretos de Seguridad General, no ve en este complejo fallo mucha novedad, pues “no cambia en nada la política seguida por el Gobierno".
En febrero de 2005, el Tribunal Supremo "congeló" el largo procedimiento debido a una declaración conjunta del entonces primer ministro israelí, Ariel Sharón, y del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, que debía poner fin a la violencia de parte de los dos bandos, y a esos asesinatos.
Ese entendimiento, que incluyó la posterior excarcelación de unos 500 prisioneros y presos comunes palestinos recluidos en Israel, fue hecha durante una reunión de ambos en la localidad egipcia de Sharm el Sheij.
Los magistrados decidieron en aquella fecha mantener en suspenso su fallo en torno de aquellos asesinatos a fin de observar si lo acordado por Sharón y Abás se llevaba a la práctica.
Por otra parte, este fallo es el último que va a redactar el presidente del
Tribunal, Aharón Barak, superviviente del Holocausto nazi en la Segunda Guerra Mundial y máximo representante en los medios judiciales y universitarios del país, antes de acogerse a los beneficios de la jubilación.
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