Condenados nueve activistas prodemocracia en Hong Kong por una manifestación de 2019
Los acusados de participar en una protesta no autorizada encaran un máximo de cinco años de prisión
Nueve destacados líderes del movimiento prodemocracia en Hong Kong, entre ellos el magnate de medios de comunicación Jimmy Lai y el exdiputado Martin Lee, han sido declarados culpables este jueves de participar en una asamblea ilegal. Los cargos se relacionan con una de las manifestaciones masivas de 2019 en el territorio autónomo convocadas, originalmente, contra un proyecto de ley de extradición y que evolucionaron a una protesta contra Pekín.
Los nueve, que encaran un máximo de cinco años de prisión, fueron declarados culpables de haber organizado y participado en la marcha no autorizada que tuvo lugar el 18 de agosto de aquel año. Dos de los acusados, los antiguos legisladores Au Nok-hin y Leung Yiu-chiung, ya habían aceptado los cargos al comienzo del juicio, hace cuatro semanas. La sentencia precisa se dará a conocer próximamente.
Los fiscales acusaban a los nueve activistas de haber convertido una concentración en el principal parque de Hong Kong, que sí había recibido la autorización preceptiva de la Policía, en una marcha por el centro de la ciudad, con el argumento de evitar una aglomeración excesiva que pudiera resultar peligrosa. Los abogados defensores alegaban que sus clientes simplemente trataron de desviar a los manifestantes que ya no cabían en el recinto del parque Victoria. Según calculó entonces la asociación organizadora de la concentración, el Frente de Derechos Humanos y Civiles de Hong Kong, participaron en ella 1,7 millones de personas. La marcha se desarrolló de manera pacífica.
Los nueve condenados son algunas de las figuras más respetadas y veteranas en el movimiento en favor de la democracia en el territorio autónomo. Entre ellos se encuentra el abogado Martin Lee, de 82 años y uno de los autores de la Ley Básica, la miniconstitución hongkonesa en la que se reconocen libertades inexistentes en la China continental. Junto a él se encuentran los antiguos diputados Margaret Ng, de 73 años, Leung Kwok-hung -más conocido por su apodo Pelo Largo-, Cyd Ho y Lee Cheuk-yan.
“Estamos muy orgullosos, aunque tengamos que ir a la cárcel por ello”, declaró a la prensa Lee Cheuk-yan. “Independientemente de lo que nos depare el futuro, nunca dejaremos de manifestarnos”. Los nueve habían sido detenidos en abril de 2020, en una redada que la oposición consideró que buscaba silenciar al movimiento prodemocracia.
La condena contra los activistas llega dos días después de que China haya aprobado una reforma electoral para la antigua colonia británica que, en la práctica, impedirá que la oposición pueda ocupar posiciones de poder. El año pasado, Pekín ya impuso una draconiana Ley de Seguridad Nacional que ha erosionado el régimen de libertades de que disfruta el enclave.
Se trata de un nuevo golpe a la oposición y llega días después de que Pekín promulgara la polémica nueva legislación electoral para Hong Kong. Se trata de una drástica reforma del sistema de votación forma parte de una serie de iniciativas del Gobierno central chino para ejercer un control sin fisuras sobre el territorio autónomo, y bloquea los caminos para que la oposición democrática pueda alcanzar la mayoría en el Parlamento o en el Gobierno.
El órgano dirigente de la Asamblea Nacional Popular (el Parlamento chino) dio esta semana el visto bueno por unanimidad, 167 votos, a la reforma, consagrada en dos anexos a la Ley Básica o miniconstitución hongkonesa. A partir de estos cambios, el Consejo Legislativo (el Parlamento autónomo) pasará a tener 90 escaños, frente a los 70 actuales. Los ciudadanos verán muy reducida su voz a la hora de decidir quiénes serán sus ocupantes: solo podrán escoger por sufragio universal a poco más de una quinta parte, 20 diputados. Hasta ahora nombraban a la mitad, 35.
En cambio, el Comité Electoral, el órgano encargado de designar al jefe del Gobierno autónomo y constituido en su mayor parte por notables bien relacionados con Pekín, nombrará a dedo a 40 diputados. Los 30 restantes serán designados en votación indirecta, a través de gremios y asociaciones profesionales.
El Comité Electoral adquirirá un mayor protagonismo, y su composición cambiará para acentuar su sesgo en favor de Pekín. Pasará de 1.200 a 1.500 miembros, y sus 300 nuevos integrantes procederán de “grupos patrióticos” y el Consejo Consultivo Político Popular de China (Ccppc), un órgano asesor de la ANP y el Gobierno chino. Desaparecen, en cambio, los 117 asientos reservados para los concejales de distrito, los únicos cargos nombrados íntegramente por sufragio universal en el sistema hongkonés y que en la actualidad proceden en su inmensa mayoría de la oposición democrática.
El objetivo de la nueva legislación según habían ido adelantando funcionarios del Gobierno central, es conseguir que solo “verdaderos patriotas” puedan ocupar cargos de responsabilidad en el territorio autónomo, sea en el Parlamento o en el Ejecutivo local.
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