China quiere en el poder en Hong Kong solo a “verdaderos patriotas”
El legislativo desafía a EE UU al poner en marcha pese a las críticas una reforma electoral que deja sin opciones a la oposición en el enclave
Cualquier brizna de poder político en Hong Kong será, a partir de muy pronto, solo un tema para los que China considere “verdaderos patriotas”. Así lo ha aprobado este jueves la Asamblea Nacional Popular (ANP), el legislativo chino, al dar el visto bueno, casi por unanimidad, a poner en marcha una amplia reforma electoral en Hong Kong que, en la práctica, cerrará cualquier posibilidad a que la oposición pueda llegar alguna vez al poder. La iniciativa amenaza con crear nuevos roces entre Pekín y Estados Unidos antes de la primera reunión de alto nivel entre representantes de los dos gobiernos, la semana próxima en Alaska.
Un solo voto en blanco fue la única nota discordante entre una marea de síes, 2.895 en total, que dieron luz verde a la medida durante la clausura de la sesión parlamentaria anual celebrada en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. No se produjo un solo voto en contra. Sí los hubo ―cinco― en la otra gran votación del día, la aprobación del 14º Plan Quinquenal que dirigirá la economía china hasta 2025.
La aprobación por un rodillo mayor incluso de lo habitual en la aquiescente ANP ―la polémica Ley de Seguridad Nacional para Hong Kong se lanzó con un voto en contra y seis abstenciones en mayo de 2020― pone de relieve la importancia de la medida para Pekín. El año pasado había constatado con alarma que la oposición tenía posibilidades reales de hacerse con la mayoría en el Parlamento autónomo y, con ello, las competencias para vetar los presupuestos locales o presentar una moción de censura contra la impopular jefa del Gobierno local, Carrie Lam. Cuando las gigantescas pantallas en el gran salón de reuniones mostraron el resultado de la votación, los delegados irrumpieron en fuertes aplausos, los mayores de la jornada.
Tras aprobar la moción, corresponde ahora al órgano directivo de la ANP debatir y aprobar el proyecto de ley con los detalles de esa reforma. Varios altos funcionarios del Gobierno tanto en Pekín como en Hong Kong ya han avanzado que el objetivo de la nueva ley es conseguir que solo “verdaderos patriotas” puedan ocupar cargos de responsabilidad en los órganos de poder del territorio autónomo, sea el Gobierno local o el Parlamento. Según el Gobierno chino ―por boca de su alto funcionario en Hong Kong Song Ru’an―, ser un “verdadero patriota” es “amar a la República Popular de China dirigida por el Partido Comunista de China”.
Para conseguirlo, la idea es aumentar las competencias del comité electoral hongkonés, un órgano de 1.200 notables ―la gran mayoría, con lazos con Pekín― responsable de escoger al jefe del Ejecutivo local entre dos o tres candidatos que cuenten con las bendiciones del Gobierno central. Tras la reforma, se encargaría también de vetar a los posibles candidatos electorales, e incluso del nombramiento directo de una parte de los diputados en el Parlamento autónomo de esa ciudad de 7,5 millones de habitantes.
Aunque el borrador de proyecto de ley no se ha publicado, la agencia de noticias oficial Xinhua apunta que el comité aumentará de tamaño, hasta los 1.500 miembros. Se aumentará también el número de escaños en el Parlamento hongkonés, de los 70 actuales a 90. Se desconoce aún qué proporción de estos asientos se adjudicaría directamente desde el comité. En la actualidad, cerca de 40 de los diputados en el Parlamento autónomo, unicameral, se eligen por votación popular: una parte, por sufragio universal; y la otra, mediante votación en gremios laborales.
En una reunión el domingo pasado con la jefa del Gobierno autónomo, Carrie Lam, el vice primer ministro chino Han Zheng ―máximo responsable para Hong Kong en Pekín― declaró que la reforma era necesaria para “llenar el vacío legal” en el modelo “un país, dos sistemas” y garantizar la seguridad nacional en el enclave. “Un país, dos sistemas” es el principio por el que, antes del traspaso de la soberanía de la antigua colonia británica de Londres a Pekín en 1997, China se comprometió a mantener en Hong Kong al menos hasta 2047 libertades inexistentes en el resto de su territorio y un “amplio grado de autonomía”.
La posibilidad de una reforma que convierta a la oposición demócrata en una mera representación simbólica había recibido duras críticas de Estados Unidos, el Reino Unido ―la antigua potencia colonial― y la Unión Europea, que había amenazado con “medidas de respuesta”. Todos ellos consideran que la iniciativa asestaría un duro golpe al sistema de libertades hongkonés, ya muy dañado desde la entrada en vigor de la ley de Seguridad Nacional. En un comunicado este mismo jueves, el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, consideró la reforma “el último paso de Pekín para vaciar” el espacio democrático en el enclave.
A buen seguro, la reforma también saldrá a relucir en la reunión de los próximos 18 y 19 de este mes entre el secretario de Estado, Antony Blinken, y el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, por parte de Estados Unidos, y del ministro de Exteriores, Wang Yi, y el consejero de Estado,Yang Jiechi, por parte de China, en la que se espera que se sienten las bases para la relación de las dos potencias tras las tensiones de la era de Donald Trump.
En declaraciones tras la votación, Carrie Lam ―una de las delegadas presentes en el Gran Palacio del Pueblo― aseguró a la prensa que tanto ella como el Gobierno central tienen asumido que habrá unos “brutales” intentos de injerencia extranjera en Hong Kong
El sistema hongkonés actual solo prevé el nombramiento de cargos por sufragio universal puro en las elecciones municipales, cuando los residentes designan a 452 concejales de distrito, el nivel más bajo de poder en el enclave. En los últimos comicios de este tipo, en pleno apogeo de las manifestaciones contra Pekín que paralizaron Hong Kong en 2019, la oposición logró una mayoría aplastante.
Este lunes, Lam apuntaba la posibilidad de que los comicios legislativos se aplacen por segunda vez un año más, para dar tiempo a que la reforma electoral entre en vigor antes de celebrarlos. También descartó que se pueda realizar una consulta popular sobre la reforma, como en principio correspondería a cualquier cambio en la Constitución hongkonesa. La jefa de Gobierno alegó que poner en marcha el nuevo sistema de votación es una cuestión de “urgencia”.
En enero, cerca de 50 destacados políticos y activistas de la oposición fueron detenidos como sospechosos de haber violado la draconiana Ley de Seguridad Nacional, impuesta por la ANP a Hong Kong y que entró en vigor el 30 de junio del año pasado. El 28 de febrero, 47 de ellos, entre los que se cuenta el exlíder estudiantil Joshua Wong, quedaron imputados formalmente de “conspiración para subvertir los poderes del Estado”, por su supuesto papel en la celebración de unas primarias informales que buscaban presentar una candidatura común para dar a la oposición mayores oportunidades de una victoria electoral. Los imputados se encuentran ahora a la espera de un juicio que se celebrará en mayo. Todos, menos cuatro de ellos, se encuentran bajo prisión preventiva.
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