Una testigo de la muerte de George Floyd: “Estaba asustado, suplicando por su vida”
Los testimonios de la mujer que grabó el vídeo y el de un luchador profesional de artes marciales, testigo del suceso, elevan la tensión en la segunda jornada del juicio que se celebra en Minneapolis, EE UU
El luchador profesional de artes marciales Donald Williams, de 33 años, fue testigo directo de la brutal detención de George Floyd en mayo del año pasado en Minneapolis. Su voz se podía oír en los vídeos que recogieron ese momento gritando al policía Derek Chauvin que dejara en paz a Floyd y le tomara el pulso. Durante la segunda jornada del juicio contra Chauvin, volvió a recordar la agonía de Floyd, aunque reconoció que nunca había visto la grabación por el dolor que le causaría. “Podías ver cómo intentaba respirar”, dijo Williams. Floyd, esposado e inmovilizado, estaba “aterrorizado, asustado, suplicando por su vida”, declaró por su parte Darnella Frazier, que grabó en vídeo la detención que acabó en muerte.
La segunda jornada del juicio contra Chauvin, acusado de asesinar a Floyd, estuvo centrada en las declaraciones de varios testigos de la muerte del símbolo del movimiento racial, cuatro de ellos menores de edad al momento del suceso. “Podía verse claramente cómo se le perdía la mirada”, recalcó Williams. El luchador profesional declaró que llamó al teléfono de emergencias después de que la ambulancia se llevara a Floyd al hospital —donde se confirmó su muerte— porque sentía que “había presenciado un asesinato”.
Eric Nelson, el abogado del expolicía, intentó presentar a Williams como un testigo sin la experiencia médica que le permitiese juzgar las acciones de su cliente. Williams está considerado un testigo clave porque conoce técnicas de inmovilización y estrangulamiento, por las que fue preguntado. Chauvin se enfrenta a una condena de hasta 41 años de cárcel. El luchador de artes marciales explicó la técnica que utilizó el exagente para presionar con mayor fuerza el cuello del afroamericano, mientras los 14 miembros del jurado —12 deliberarán— tomaban notas y veía fragmentos del vídeo que dio la vuelta al mundo la primavera pasada. El testigo detalló las diferencias entre cómo se desarrolla una pelea de artes marciales y lo ocurrido con Floyd. Dijo, por ejemplo, que nunca son tres contra uno, y menos si uno está esposado. Definió lo sucedido como básicamente una “tortura”.
El lunes, en el primer día del juicio, el abogado Nelson insinuó que su cliente se olvidó por unos momentos de atender al afroamericano cuando yacía en el suelo inmovilizado por su rodilla a causa del enfado que manifestaban los testigos de la detención, que le distrajo. El abogado trató este martes de que Williams reconociera que estaba enfurecido con la policía hasta el punto de querer pelear con ellos ese 25 de mayo. El testigo, afroamericano, aclaró que estaba en una posición en la que tenía que “mantener el control”, pero agregó: “No puedes retratarme como una mala persona solo por haber estado enfadado”. Williams argumentó que su reacción se debió a la frustración que le producía ver que la policía “no respondía” a las súplicas de Floyd. “No me escucharon”, le dijo el testigo al abogado de Chauvin, y luego le guiñó un ojo.
Como quedó claro en el arranque del juicio, la Fiscalía de Minneapolis centrará sus esfuerzos en criminalizar a Chauvin por uso excesivo de la fuerza. Mientras, la defensa del expolicía, que defiende que su cliente actuó de manera “razonable”, intenta convencer al jurado de que Floyd murió debido al consumo de drogas y su delicado estado de salud.
Otro de los testigos que declaró este martes fue Darnella Frazier, que tenía 17 años cuando grabó con su móvil el vídeo de Chauvin con su rodilla sobre el cuello de Floyd. Esa misma tarde lo subió a Facebook y lo que ocurrió luego aparecerá en los libros de historia: la grabación generó la mayor oleada de protestas contra el racismo y la violencia policial en medio siglo. La muerte del afroamericano puso además en el ojo del huracán el protocolo policial. “Cuando veo a George Floyd, veo a mi papá. Veo a mis hermanos. Veo a mis primos, a mis tíos, porque todos son negros (...) Y veo cómo pudo haber sido uno de ellos”, dijo entre lágrimas Frazier, interrogada por el fiscal Jerry Blackwell.
“Aterrorizado”
Frazier, que recientemente cumplió 18 años, afirmó que el día del incidente, el pasado 25 de mayo, llegó con un primo pequeño a la tienda Cup Foods, donde Floyd pagó con un billete falso de 20 dólares que provocó su detención. Antes de entrar al local, vio a “un hombre en el suelo” y a un “policía arrodillado sobre él”. Floyd estaba “aterrorizado, asustado, suplicando por su vida”, narró. En un emotivo testimonio, afirmó entre lágrimas que hay noches en que se disculpa con Floyd por no haber hecho más, pero “no es lo que debería haber hecho yo o el resto de testigos”, dijo, “es lo que debería haber hecho él”, refiriéndose a Chauvin, quien por segunda jornada consecutiva no dejó de tomar apuntes durante toda la sesión.
Al término de la primera jornada, el lunes, cerca de 200 personas se manifestaron en los aledaños del juzgado con consignas contra la violencia policial y el sistema judicial en Estados Unidos, como “Sin justicia no hay paz, procesen a la Policía” o “Chauvin, culpable”.
El relato de los menores, sin imágenes
El juez dictaminó este martes que los testigos más jóvenes en el proceso —que está siendo transmitido por televisión— pueden testificar fuera de plano. El sonido de sus testimonios sí se escuchará en directo, salvo el momento en el que digan sus nombres. El juez tomó la decisión después de que los fiscales le manifestasen a primera hora de la jornada sus preocupaciones sobre la privacidad de cuatro menores. “Son personas que por casualidad vieron morir a un hombre”, dijo la Fiscalía.
Dos de los testigos eran menores el día que murió George Floyd, pero ya han cumplido los 18 años desde entonces, como Darnella Frazier, que grabó la detención. La Fiscalía de Minneapolis ha argumentado que el policía juzgado, Derek Chauvin, debería recibir una sentencia más severa porque Floyd “fue asesinado frente a menores”.
Este es el primer juicio del Estado de Minnesota que se transmite por televisión. La decisión se tomó porque, a causa de la pandemia, casi no pueden acudir periodistas ni acompañantes. Las familias de Floyd y Chauvin solo tienen un asiento reservado para cada jornada.
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